Iniciando su gestión con la renuncia formal a los BRICS+ y el reacomodamiento de militares argentinos pro yanquis a la cabeza de las FF.AA hasta la actualidad donde echó a la Canciller Mondino por votar a favor de que EE.UU retire el embargo sobre Cuba, Milei y sus aliados exhiben -en menos de un año de gestión- el alineamiento más consolidado en las últimas cuadro décadas de un gobierno argentino con la potencia del norte.
Gane quien gane en las elecciones estadounidenses, Argentina seguirá siendo entendida por Estados Unidos como el "patio trasero" más codiciado de la región en un contexto internacional donde crecen los conflictos directos por el control de los bienes comunes naturales, las vías cruciales de comercialización y los territorios estratégicos.
A continuación, un breve repaso -mes a mes- de los principales avances yanquis sobre el destino de 47 millones de argentinas y argentinos:
Se oficializó el ingreso del Cuerpo de Ingenieros del Ejército yanqui al Paraná y se aprobó un acuerdo para que las FF.AA entreguen información del ciberespacio nacional a la CIA. Llaryora y Bullrich aprobaron que la DEA forme a un "cuerpo de élite" local.
Abril:
Petri instrumentalizó la solicitud para entrar a la OTAN y Milei celebró la instalación del Comando Sur en la base militar argentina más cercana a la Antártida. Además, se compraron aviones F-16 con el "ok" de EE.UU y el Reino Unido.
Mayo:
Nos "visitó" un portaviones yanqui luego de 14 años, sin previa autorización del Congreso y sin más información sobre sus operaciones en nuestro mar que los entrenamientos realizados entre milicos argentinos y gringos.
Junio y julio:
Milei viajó por cuarta y quinta vez a Estados Unidos en búsqueda de inversiones, sin embargo, solo trajo fotos con sus "ídolos".
Agosto:
Firma de memorándum para que Estados Unidos se quede con toda la información sobre el litio, tierras raras y minerales críticos del país. Se conoció la intención de privatizar Fabricaciones Militares y favorecer a una firma yanqui con intenciones de fabricar armamento para Ucrania.
Septiembre:
A pedido de Estados Unidos, se paralizó el ambicioso proyecto CAREM, principal competidor en la producción de estos reactores nucleares claves para la soberanía energética.
Octubre:
Argentina se sumó a las Fuerzas Marítimas Combinadas (espacio liderado por EE-UU), oficializando el ingreso argentino a la guerra y el genocidio en Medio Oriente, conflicto ajeno que décadas atrás trajo consigo graves consecuencias.
¿Qué esperar de los meses y años restantes sino más y peor sumisión y profundización de los intereses yanquis en nuestras tierras?
Urge en aquellos sectores políticos organizados que hoy luchan fragmentados y limitándose a meras cuestiones electorales, sectoriales o coyunturales, la importancia de entender a la soberanía nacional como factor de unidad y guía para el reordenamiento y la recuperación de la identidad nacional y los intereses nacionales en pos de mejores y más dignas condiciones de vida.
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