El Gobierno avanza en la entrega de territorio al tridente EE.UU-Israel-Inglaterra

Una serie de decisiones en el plano geopolítico por parte del Gobierno Nacional profundizan a gran velocidad una línea que ya venia asumida desde las dos últimas gestiones nacionales: la sumisión integral a los planes extranjeros sobre resortes y bienes comunes naturales estratégicos de la patria.

El mes de octubre estuvo -y estará- signado por el denominado "conflicto universitario", que mantiene en vilo a estudiantes, docentes y no docentes de todo el país, pero también por importantes avances en la cesión de la soberanía nacional a favor de los intereses de Estados Unidos, Israel y el Reino Unido.

Tan solo en el último mes, Argentina firmó un convenio con el Reino Unido donde cede la soberanía de Malvinas y las islas del Atlántico Sur y un acuerdo para unirse a la alianza de países que respaldan militarmente a Israel.

A su vez, la administración nacional recibió al ex premier británico Boris Johnson en la Rosada y a la Jefa del Comando Sur en Mendoza, en la misma semana donde se conoció que la empresa de capitales británicos "Río Tinto" se quedó con los dos proyectos de extracción de litio más importantes del país.

¿Desmalvinizar para desterritorializar?

En pasado 9 de octubre, el Gobierno Nacional convocó a más de 70 diplomáticos de distintos países como Brasil, Japón, Inglaterra, Estados Unidos, entre otros, para exhibir el mapa argentino con las provincias que aceptaron o están por aceptar el RIGI, una de las máximas apuestas con la que Milei y sus aliados intentan atraer inversiones extranjeras.

Sin embargo, lo que llamó la atención fue que en el mapa argentino estaban ausentes las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y la Antártida Argentina.

El mapa oficial del encuentro/El mapa con el que el Gobierno intentó subsanar su decisión.

En este sentido, es válido preguntarse ¿La política de desmalvinización de la administración nacional se limita al plano cartográfico, simbólico y cultural? ¿Es la desterritorialización política y material del territorio argentino una política que se limita sólo sobre el Atlántico Sur y la "Argentina austral"?

La quita de las islas del mapa fue considerada por la prensa hegemónica como un "error" del Gobierno, pero si la vemos en contexto, podemos decir que responde a una decisión política tomada que tuvo su punto más alto hace un mes atrás, cuando Diana Mondino firmó un acuerdo con su par británico,  David Lammy, donde se relanzó el famoso convenio pro-británico "Foradori-Duncan", firmado en 2016 bajo la administración de Mauricio Macri y luego resignado durante la administración de los Fernández.

Lammy-Mondino. Foto: Cancillería argentina.

La particularidad con respecto al acuerdo firmado en la era macrista consiste en que este relanzamiento fue oficializado en el marco de la 79ª Asamblea General de las Naciones Unidas, donde Milei se convirtió en el primer presidente argentino en omitir mencionar el histórico reclamo por la soberanía argentina sobre las islas y la exigencia del cese de la ocupación británica en nuestras tierras.

"Este nuevo Acuerdo Mondino-Lammy profundiza las concesiones otorgadas al usurpador por el Comunicado Foradori-Duncan, legaliza la depredación de nuestros recursos vivos marinos y hasta ofrece la colaboración de la República Argentina para perfeccionarla, habilita la actividad hidrocarburífica ilegal en la parte de plataforma continental argentina usurpada por el Reino Unido, soluciona los problemas logísticos de la colonia británica en el Atlántico Sur mediante la restauración de la ruta aérea San Pablo-Islas Malvinas y hasta tiene consecuencias en las pretensiones del Reino Unido sobre el Sector Antártico Argentino", detallan desde el Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de la Plata.

En la misma línea, la Confederación de Combatientes de Malvinas presentó una denuncia penal contra Diana Mondino por "traición a la patria" y un grupo de diputados nacionales presentaron formalmente un pedido de juicio político contra la ministra de Relaciones Exteriores de la Nación.

Por si fuera poco, en el día de ayer, la cancillería emitió un comunicado donde denominó "F*lkands" a las Malvinas, en otro hecho sin precedentes.

Militarizar para asegurar la paz del saqueo pirata

Como hemos remarcado en esta columna, el Reino Unido y por consiguiente la OTAN, tiene en Malvinas la mayor y más moderna base militar de todo el Atlántico Sur, con unos 2500 soldados británicos y una pista aérea que ahora será ampliada.

Hace unos días atrás, el Ministerio de Defensa del Reino Unido expresó que actualizará su sistema de Comando y Control Aéreo, con una inversión de 30 millones de libras. La empresa contratada para la instalación de la nueva tecnología es IBM, quién es recordada en Argentina tras haber sido denunciada por fraude al Estado por más de 200 millones de dólares, perpetrado en pleno menemato en el año 1994, tras la contratación de la empresa para la supuesta modernización e informatización del Banco Nación.

La remilitarización de Malvinas se da en un contexto donde el Reino Unido tiene todo listo para ejecutar la explotación offshore de petróleo en la plataforma continental argentina ocupada, un bien común natural que los pirratas necesitan a toda costa tras declararse en recesión hace meses atrás, situación que empeoró tras el recrudecimiento del conflicto ruso-ucraniano.

Las Malvinas serán el único territorio de ultramar ocupado pòr el Reino Unido al cuál se le destinará tal tecnología, exhibiendo la importancia que la corona le adjudica a esta zona del Atlántico. Se espera mayor presencia militar en el archipiélago, lo que deberá leerse como una amenaza directa a la Nación.

Base del Reino Unido y la OTAN en Malvinas. Foto: a quién le corresponda.

Angolsajones en la Rosada y en la Cordillera, argentinos en Medio Oriente

La semana pasada coincidieron en su visita al país, sin haberse cruzado o reunido, dos figuras políticas de trascendencia en el mundo anglosajón: Laura Richardson (Jefa del Comando Sur) y Boris Jonhson (ex premier británico).

Boris Jonhson, recordado por ser uno de los impulsores del "Brexit" y tener varias denuncias en su contra por irregularidades al frente de la gestión de la política británica, visitó la Casa Rosada y hasta salió a saludar al balcón, en otro hecho sin precedentes en la historia reciente de la relación diplomática entre las dos naciones en histórico conflicto.  “Las Falklands son parte de la familia británica y nosotros siempre defenderemos su derecho a la autodeterminación”, habría deslizado hace dos años atrás.

Por su parte, la alta militar estadounidense se hizo presente en la XVI Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas, organizada por Luis Petri, Ministro de Defensa, en Mendoza. 

Richardson - Petri. Foto: Ministeri de Defensa.

"La democracia global está bajo ataque", aseguró Richardson, haciendo crecer la teoría del injerencismo ruso y chino en Latinoamérica y su consecuente "peligro". La última visita a la Argentina fue en abril pasado, cuando de la mano de Milei inauguró una base militar en conjunto con las fuerzas armadas nacionales en el lugar más estratégico del Atlántico Sur de cara al continente antártico, Ushuahia. Territorio donde Milei y sus aliados quieren hacer entrar a 2000 marines yanquis, con el objetivo de realizar los ejercicios militares denominados “Vinciguerra”, entre la Armada nacional y la gringa.

Sin embargo, algunos marines yanquis ya se encuentran en territorio nacional, sin contar con la debida autorización del Congreso. El pasado 15 de junio, el Centro Médico de Especialidades Pediátricas de Río Grande, recibió la visita de miembros del cuerpo de Marines de los EE.UU, con el motivo de la firma de un convenio de cooperación para el enterenamiento de tropas que se intensificará en la zona durante los próximos meses, a los efectos de "contar con un protocolo sanitario frente a eventuales contingencias médicas en los ejercicios militares que realicen las fuerzas armadas".

Médicos argentinos, marines yanquis. Foto: CEMEP.

A su vez, Richarson recordó que el "hemisferio occidental no queda exento de las dos guerras en curso que amenazan la estabilidad internacional":

"Ucrania lucha por su integridad territorial e Israel por su derecho a existir, y ambos por su supervivencia. Esta cumbre se celebra en un mundo donde la paz ya no está garantizada”.

Estas últimas palabras de la generala son claves para leer una de las decisiones tomadas por la cartea de Defensa a fines de septiembre, cuando Argentina oficializó su ingreso a las "Fuerzas Marítimas Combinadas", una fuerza militar integrada por 46 países que se estructura bajo las órdenes de un comandante de Estados Unidos y un vicecomandante del Reino Unido.

El objetivo de esta fuerza es garantizar la circulación de algunas de las vías comerciales en Medio Oriente en un contexto de guerra total, sin participar supuestamente de manera directa en el frente de guerra, pero sí sumando cuerpos argentinos a un conflicto ajeno que pone al país como posible objetivo directo de Irán y los hutíes de Yemén.

El portaviones USS Washington que estuvo en Mar Argentino. Foto: a quién le corresponda.

Argentina se encuentra en una profundización a gran velocidad de la entrega de su escasa soberanía nacional en un contexto internacional que exige medidas y políticas que aseguren tanto los derechos civiles y políticos de los pueblos convivientes bajo el territorio de la Nación como también la protección y uso estratégico de los bienes, vías y empresas estratégicas, claves para todo proyecto de país que se identifique como soberano.

Sin embargo, la clase política dirigente del país, se encuentra viciada y contaminada por los intereses foráneos que intentan -una vez más- ejecutar una política de entrega total de la Patria. A su vez, la oposición a Milei continúa con una infinidad de reclamos que todavía no son articulados y se desentienden de la cuestión nacional, favoreciendo la entrega aquí descrita.

Foto de portada: MANDEL NGAN.

Integrante del Consejo Editor de Enfant Terrible. Redactor. Consumidor problemático de soberanía nacional.

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