La autovía de Punilla representa una de las obras “públicas” más importantes para el Gobierno de la Provincia de Córdoba. A pesar de su manifiesta ilegalidad, reflejada en las numerosas denuncias de denuncias en su contra, la Autovía se abre paso todos los días en pleno bosque nativo cordobés mediante explosiones.

Solange, vecina del Barrio Cumbre Azul de Cosquín desde hace cinco años, compró un terreno allí en el 2019, a cuatro cuadras de la naciente del Río Yuspe y logró construir su propio hogar. Es madre de cuatro niñeces y un adolescente.

Según contó a este medio, uno de sus hijos más pequeños, Fran (7), “sufre hidrocefalia adquirida y retraso mental”. Ha pasado por 19 operaciones de alta complejidad en los últimos años y el pasado verano pudo recuperar un estado de salud que no habitaba hace tiempo. Pero desde marzo su vida está nuevamente en peligro.

Las detonaciones realizadas por la empresa Caminos de las Sierras S.A. en la zona de Cumbre Azul, a 2km del centro de Cosquín y a pocas cuadras de la fuente de origen del Río Yuspe, están arrasando con todo tipo de vida en la zona con el objetivo de avanzar con este tramo de la Autovía. “En Caminos de las Sierras trabajamos en equipo, en un ambiente proactivo basado en el respeto y compromiso”, reza la presentación de la empresa. Sin embargo, Solange denuncia todo lo contrario:

“Se escuchan las máquinas siempre y hay mínimo tres detonaciones por jornada. Cuando explotan las sierras se siente un gran ruido y luego viene un eco que llega en forma de onda expansiva. Ese zumbido queda en el aire, se mueve el piso y se rajan las paredes. Si eso sucede con el cemento, imaginate en la cabeza de mi hijo con problemas de salud”.

Solange afirma que eligió vivir allí por la tranquilidad y armonía del medio ambiente, y recuerda al barrio como un lugar de paz, huertas familiares y mucha biodiversidad. “A Fran le hacía muy bien vivir acá porque él hace yoga, meditación, y está muy conectado con los animales y las plantas. Fue por eso que nos mudamos aquí”, asegura.

La autovía lo transformó todo. El bosque nativo está siendo arrasado, los animales como las liebres y zorros bajan hasta los patios de las casas huyendo de las explosiones. Los pájaros migran para otras zonas y el agua del Río Yuspe también está siendo contaminada por los residuos empresariales.

Fran ha estado internado en reiteradas oportunidades en los últimos meses, debido al severo daño que le generan las detonaciones. “A sus otros hermanitos les produce estrés y dolor de cabeza. No terminan internados como él, pero ésta realidad afecta a todas las niñeces de la zona de manera general y particular”, continúa denunciando Solange, y explica que hay otros casos de infancias con discapacidad, autismo, problemas de índole auditiva, entre otros.

“Me llama mucha gente para intentar solucionar lo de Fran, a lo que yo les digo: no es solo solucionar lo de Fran, es solucionar la autovía. Va a haber más 'Franes'. Lo que quiero es que paren las detonaciones. Es una obra completamente ilegal, tienen que detener las detonaciones. Esto no puede seguir pasando”.

“Mis hijos aprenden en la escuela sobre los comechingones, árboles autóctonos. Son amantes de la naturaleza, la cuidan, la conservan. Van al Río y lo ven todo sucio. Ven liebres, zorritos, que escapan de arriba. Lo mismo que le pasa a Francisco le pasa a los animales. La autovía perjudica todas las formas de vida de este territorio”, continuó denunciando la vecina.

Respuestas contaminadas

Durante el último mes, Solange se ha reunido con empleados de Caminos de las Sierras S.A, con representantes del Intendente de Cosquín, Gabriel Musso, con la Secretaría de Discapacidad del Gobierno Provincial, y con la Fiscal de Cosquín, Paula Kelm, pero las respuestas han sido nulas y revictimizantes.

A pesar de contar con varios certificados firmados por distintos médicos del Hospital Funes y el Hospital de Niños, desde la Municipalidad se han “lavado las manos”, asegurando que nada pueden hacer debido a que la obra está autorizada por Nación y Provincia.

La empresa ha optado por ir a buscar a Fran y sus hermanos para llevarlas lejos de su hogar a la hora de las explosiones en las camionetas de la empresa, pero la madre explicó que decidió no aceptar más esa “ayuda”, debido a que no solucionan el problema de fondo y entiende que sus hijxs no tienen por qué abandonar su hogar cuando lo ilegal son las detonaciones.

Hace dos semanas Solange acudió a la Fiscalía de Cosquín para denunciar su situación, pero al regresar a su casa sus hijxs le dijeron que policías junto a empleados de la empresa acercado a “hablar”, cuando ya les había manifestado su decisión de que "no fueran más a su hogar" y "mucho menos" cuando ella no estuviera.

Respecto a la Secretaría de Discapacidad del Gobierno Provincial, contó que los funcionarios sólo le hablaron de tecnicismos, sin ofrecer una respuesta acorde a la gravedad de lo sucedido.

Finalmente, hace una semana se pudo reunir con la Fiscal de Cosquín, Paula Kelm, señalada por ser cómplice de la construcción de la Autovía al negar todos los amparos, denuncias y medidas judiciales presentadas, como también por no investigar y negar justicia en los crímenes de Cecilia Basaldúa y Jonathan Romo.

“Básicamente me echó la culpa a mí de todo. Me reclamaba sobre 'cómo puedo llevar a mis hijxs a vivir ahí'. Me preguntaba 'por qué no los cuidaba como correspondía'. Realmente es un monstruo esa fiscal, es la enemiga de todo el valle”, describe Solange.

“Todos somos Fran”

“Dicen que es progreso pero en el Hospital Funes tenés que llevar tus sábanas para los nenes internados porque no hay, mi hija está sin jardín porque no le pagan a la maestra, o le descuentan el sueldo. Para salud y educación no hay, pero para una ruta que nadie necesita sí”, acusa Sol.

El Hospital Funes no cuenta con traumatólogo, ni neurólogo de guardia. “Si Fran está vivo es gracias a los médicos que hacen de todo en condiciones pésimas. Es un Hospital tan grande y hermoso que está para asistir a todos en la zona, pero la realidad es que hace más de dispensario que de otra cosa. Y encima la autovía no tiene bajada al Funes, pero sí tiene bajada a un basural a cielo abierto donde planean tirar toda la basura de Punilla como también bajada a un barrio privado en construcción”, acusa la madre.

Los días pasan y las detonaciones son cada vez más. Solange finaliza el diálogo lamentando su situación: “El progreso no puede costar la vida. Fran somos todos. Lamentablemente mi nene es quien está recibiendo todas las balas, pero las balas las vamos a recibir todos. No dejen a Fran recibiendo las balas de todos juntos. Es un nene de siete años que necesita la colaboración de todas las personas pq la autovía no puede seguir tienen que detener ya todo esto”.