Tras varios años de visibilidad de los conflictos que envuelven al fútbol femenino en Argentina, caracterizado por su precarias condiciones y la deslegitimación estructural, se presentan algunos cambios. La semana pasada, la ministra de Mujer, Género y Diversidad junto al ministro de Turismo y Deporte, protagonizaron un acto junto a miembros de la AFA para anunciar la televisación de todos los partidos del fútbol femenino. Se trata de una medida que concreta el camino hacia la profesionalización iniciado en 2019.

Las jugadoras de la Liga Femenina celebraron la medida y se mostraron muy contentas del enorme avance que significará el acceso gratuito, desde cualquier punto del país, a los partidos de fútbol femenino que se disputen en el territorio. "El crecimiento de la actividad está directamente ligado a la visibilización necesaria para el desarrollo. Lograr hacerlo sustentable es un gran desafío para, de ese modo, alcanzar mejores condiciones no sólo para las jugadoras sino también para todas las personas que rodean la disciplina", dijo la directora de fútbol femenino de River, Gabriela Cenóz.

En el acto estuvieron presentes el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof y el presidente de la AFA, Claudio Tapia. También contó con la presencia de los históricos futbolistas argentinos: Pablo Aimar, Javier Mascherano y Maximiliano Rodríguez.

La capitana de Boca, Florencia Quiños dijo a Télam: "ya que se transmita el torneo para nosotras es muy lindo, y si es por medios públicos tiene una ventaja porque muchas más personas van a tener la posibilidad de acceder a ver fútbol femenino. Además, no se van a superponer con las transmisiones de otras ligas que son emitidas por otros medios".

Las problemáticas que atraviesan al fútbol femenino en el país quizás alcanzaron su mayor visibilización con la pelea que emprendió Macarena Sánchez. La jugadora, quien fue la primera en profesionalizarse y hoy titular del Instituto Nacional de Juventud, inició una medida judicial contra el club UAI Urquiza cuando decidió desvincularla del Torneo de Primera División 2018-2019. En ese momento, Sánchez exigió su regularización laboral. Este hecho trascendió en medios nacionales e internacionales, y encendió las voces de cientos de jugadoras que atravesaban injusticias similares únicamente por ser mujeres.

En el marco de esa pelea, en 2019 se disputó en Francia el Mundial de Fútbol Femenino. Este acontecimiento atrajo miradas de todo el mundo e hizo visible el nivel de alto rendimiento que existe en el fútbol jugado por mujeres. Además, quedó en evidencia la enorme diferencia entre los países en los que se apuesta por el desarrollo de la disciplina y los que no. Esta abismal desigualdad alimentó las disputas por iniciar la profesionalización del fútbol femenino en el país.

En Argentina como en todo el mundo, estos avances dependen de la enorme lucha que alzaron sobre sus hombros jugadoras, entrenadoras y militantes del fútbol femenino. Sin dudas, que el Estado tome cartas sobre el asunto y atienda las demandas de las protagonistas, a la vez que se preocupe por el futuro de niñas y jóvenes, es una tarea fundamental.

Sin embargo, la medida no deja exenta la desigualdad histórica que impartió la AFA para las mujeres que juegan al fútbol en el país. Y tampoco su enorme deuda con la Selección Argentina de Fútbol Femenino.  Por eso, Macarena Sánchez instó a "seguir peleando por construir un fútbol más igualitario"