¿A quién le sirve el miedo que nos venden? Saqueos, emociones y fakes news

El tema de los saqueos ocurridos este fin de semana en distintos puntos del país se instaló en la agenda nacional, con un rol del marcado sensacionalismo en los medios de comunicación con mayor alcance y la proliferación de fake news en redes sociales. Rápidamente, el miedo y la incertidumbre fueron capitalizados en medio del clima electoral, mientras la salida rápida continúa siendo la receta de más policía.
Foto: Juan Cristian Castro/Enfant Terrible

Durante el fin de semana largo, en las localidades Río Cuarto y otro en la Capital de la Provincia de Córdoba, así como en Mendoza, Río Negro, Neuquén, el conurbano bonaerense y Capital Federal, tuvieron lugar una serie de robos coordinados a comercios en estos puntos del país. Los hechos llegaron el Ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, quien declaró a Radio Nacional que “se tratan de hechos delictivos” que “no tienen mucho nivel de organización” y tienen el objetivo “buscan generar un conflicto”. Además, remarcó que “alguien los está incentivando” y que se encuentran investigando a posibles instigadores.

En relación a los episodios, los medios de comunicación de importante alcance nacional se encargaron de acentuar el sensacionalismo y la reiteración de las imágenes de robo, mientras que las redes sociales sirvieron como cloaca para la viralización de fake news (noticias falsas) -compartidas incluso por funcionarios públicos y periodistas-. Con este combo, la sensación de inseguridad y miedo se vio intensificada.

El impacto del temor

En el día de ayer, en la Ciudad de Córdoba la actividad de varios comercios del centro de la ciudad de Córdoba se vio afectada por rumores de que supuestamente se estaban organizando “saqueos” en horas del medio día, difundidos por redes sociales y cadenas de Whatsapp. El miedo estaba latente por dos “robos piraña” cometidos durante el fin de semana largo, uno en la localidad de Río Cuarto y otro en la Capital, así como en otras provincias como Mendoza, Neuquén, el conurbano bonaerense y Capital Federal.

Foto: Juan Cristian Castro/Enfant Terrible

De inmediato, la respuesta al clima de tensión fue la intensificación de la presencia policial en las calles. En este sentido, el Secretario de Seguridad provincial, Claudio Stampalija, luego de una reunión con la jefa de Policía, Liliana Zárate Belletti, resolvió reforzar el operativo en la provincia convocando al personal policial de licencia.

Finalmente, los supuestos saqueos no sucedieron, pero la ciudad ya se encontraba en un virtual estado policial favorecido por la incertidumbre y el sobredimensionamiento del tema.

En diálogo con Enfant Terrible, comerciantes del centro, tanto de locales como ambulantes, plantearon que el escenario de inseguridad genera una pérdida económica importante, ya que la actividad laboral se ve interrumpida. Por ejemplo, por un lado, en algunos casos los primeros deciden cerrar sus locales, y por otro, los vendedores ambulantes, muchos de ellos son jóvenes de barrios periféricos que se reúnen en grupos durante la jornada laboral, y por sus características racializadas (de tes morocha y el uso de gorra), son demorados por la policía. A su vez, a pesar del miedo, también supieron reconocer el contexto electoral en el que suceden los hechos y hablaron de que “es todo político”, o que se trata de “operaciones”.

Foto: Juan Cristian Castro/Enfant Terrible

Clima emocional, clima electoral

En medio de un encendido contexto electoral, el tema de los saqueos alcanzó repercusión nacional y distintos medios como La Nación+ y TN difundieron reiteradamente las imágenes de robos.

Instalado el tema en agenda, desde Buenos Aires la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, aprovechó el pánico para “pedir el estado de sitio” si el Gobierno nacional “pierde el control” de la situación. Por su parte, Victoria Villarruel (La Libertad Avanza) en tono electoral dijo que “no vamos a tolerar el delito”, pero lo hizo compartiendo un video fake, de ataques a comercios en el año 2018.

No hay que perder de vista que el tema de la inseguridad, aparejado a reforzar el despliegue de más policía y la creación de nuevos organismos de seguridad represiva (como policías municipales o especializados en delito por robo), está muy presente en la plataforma de campaña. La agenda es tomada y levantada sobre todo por las principales fuerzas de la derecha opositora al Gobierno Nacional, que tienen como principales propuestas desde la baja de edad de imputabilidad, o incluso la libre comercialización de armas, para “combatir” la inseguridad.

El uso político de los casos de inseguridad ya es una constante, tal como sucedió con el caso de la niña de 11 años del partido de Lanús, quien perdió la vida en un robo. Sin embargo, cuando en la misma semana la policía de la Ciudad de Buenos Aires asesinó a un manifestante en el Obelisco, ese hecho no fue catalogado de “inseguridad”.

Foto: Juan Cristian Castro/Enfant Terrible

Lo que arengan los discursos de más mano dura es mayor aval a las fuerzas policiales para reprimir, pero dichas propuestas no están integradas a una lectura de mejorar la crisis económica, sino de oposicionismo y delegación de responsabilidades hacia el Gobierno Nacional. El caso de la Libertad Avanza es el más explícito y de mayor profundidad, ya que se propone mano dura aparejada a privatización de los servicios públicos como salud y educación.

No hay que perder de vista que Victoria Villarruel tiene una trayectoria política vinculada a los represores de la última dictadura militar. Mientras que Patricia Bullrich viene de ser Ministra de Seguridad entre 2015-2019, cargo en el que se sostuvo prometiendo “acabar con los piquetes”, el narcotráfico, los robos e incluso el terrorismo, aplicando la receta de represiva sin éxito, es decir, siendo la prueba fehaciente de que la presencia policial en las calles no soluciona estos complejos temas.

Lo que se está evidenciando a partir del uso político y electoral de la inseguridad, es cómo se apela a emociones como el miedo y la incertidumbre, pero también la bronca y la desconfianza entre la propia ciudadanía. En medio del clima electoral, con la ayuda de las fake news y el amarillismo, las principales fuerzas políticas apelan al clima emocional.

Licenciado en Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba. Catamarqueño como Walter Olmos y Felipe Varela.

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