“¿Qué hago en este mundo tan visual?”: un film para vernos

El pasado sábado se proyectó en el Cine Club Municipal “¿Qué hago en este mundo tan visual?” que contó con la presencia del director y músico Manuel Embalse y el protagonista de este largometraje, Zezé Fassmor, artista multidisciplinario y no vidente desde sus 25 años. Esta nota es una crónica reflexiva en este mundo ocular centrista, sobre una experiencia cinematográfica “para sumergirse”, diría Zezé. Una producción del colectivo Antes Muerto Cine.
Foto: antesmuertocine.com

“Es para sumergirse”, dice Zezé presentando el largometraje con sus Rayban puestos, su bastón y su cámara en mano, justo antes de empezar la película. Es lo primero que anoto en el cuaderno: “es para sumergirse”. Es difícil anotar durante las películas, se apaga la luz y lo único que queda es el reflejo de la pantalla sobre la hoja, aunque algo se ve, pero al final lo escrito queda todo chueco. Un poco de eso se trata esta película, de ver o no ver.

Apenas empieza me doy cuenta de que efectivamente es para sumergirse. Manuel Embalse, el director e integrante del colectivo realizador Antes Muerto Cine, también es músico, así que se encargó de que las vibraciones de los sonidos que van a lo largo de la película junto a la cumbia afroperuana, cantos pájaros y agua, sean tan atrapantes que por momentos es mejor cerrar los ojos, no ver. Una verdadera experiencia.

Zezé Fassmor es el protagonista. De Perú, es un artista múltiple, baila danza afroperuana, crea perfomances, hace poesías y fotografías, y en su cotidiano filma distintos momentos con su celular como registro personal. Se quedó sin vista a los 25 años por una enfermedad autoinmune y hoy, a sus treinta y algo, vive el presente “de forma poética, trato de jugar con la imaginación para sentirme vivo”. Un poco de esto nos nuestra la película, con un montaje creado a través de los relatos e imágenes del protagonista.

Zezé tiene y usa redes sociales, @zezehace. Interactúa allí a partir de Siri, la inteligencia artificial, y ya la primera escena nos introduce en ese cotidiano, cuando suena la alarma, Zezé despierta y es lo primero que saluda, escucha las notificaciones y también le hace distintas preguntas.

-¿Siri, tienes ojos?
-No tengo ojos.
-¿Y cómo ves?
-Buena pregunta.

Foto: antesmuertocine.com

Esa conversación entre Zezé y Siri me recorre por dentro, ¿alguna vez se han preguntado cómo vemos quienes no tenemos ceguera? ¿Cómo vemos para poder estar leyendo esto? El sistema visual es realmente un artilugio, nuestras retinas ubicadas en los ojos captan la luz a partir de fotorreceptores, neuronas que convierten la actividad eléctrica y hacen viajar esa información por nervios, cruza por quiasmas y cintillas, hasta llegar a la corteza visual en nuestro cerebro.

Al final, vemos lo que procesamos a través de nuestros órganos, imágenes que mientras tanto dotamos de significaciones que hacen a nuestra idea de “mundo”, a partir de lo que hemos aprendido en cada experiencia con el resto de las personas. Nuestra visión y ese mundo no son más que un recorte, como una foto. Se puede decir que hay tantos mundos como formas de verlo.

Esa delicadeza creativa de nuestro cuerpo ha sido relegada en este mundo tan visual, “en este mundo dominado por una ideología visual” dice Manuel, donde constantemente consumimos imágenes y con naturalidad confiamos en nuestra visión indicándonos el camino a recorrer.

El sumergirse en este film implica poder desmontar nuestros sentidos, prestar atención a las distintas capas de sonidos, los cercanos, los lejanos, los pausados, los simultáneos y contrapuestos, habitar otra percepción para desnaturalizar nuestra sociedad capacitista que simula realidades homogéneas.

La impresión que me queda es la de una film para ver-nos, viendo a Zezé, escuchándolo, aprovechando también ese otro sentido muchas veces bastardeado por el constante ruido de la ciudad, otro sentido para el cual Manuel también hizo su parte B: “¿Qué hago en este mundo tan sonoro?”.

Foto: antesmuertocine.com

Al final de la proyección, luego del intercambio entre los protagonistas y el público presente, ocurre una sorpresa. Zezé se quita los zapatos, deja su cámara y su bastón, pero toma otro, se prepara, suena la música y comienza a bailar. De repente, la escena de la performance que Zezé realiza en el Anfiteatro Ramón Ayala de Iguazú en la película, está fuera de la pantalla y es todo un show. Esos lujos que permite el Cine Club Municipal Hugo del Carril.

Datos de programación y tráiler:

El film estará disponible hasta el miércoles 28 de Junio.
(¿Qué hago en este mundo tan visual?, Argentina, 2020, DCP, 63’, ATP)
Programación: https://cineclubmunicipal.org.ar/production/que-hago-en-este-mundo-tan-visual/

Contactos de prensa: /antesmuertocine

También podés ver la película completa en: https://vimeo.com/742886866
Casi psicólogo de la Universidad Nacional de Córdoba. Escribo y reniego. A veces hago fotos pero, no soy fotógrafo.

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