Detrás de los clubes de fútbol están sus hinchas, y detrás de ellos, sus convicciones. Aunque de manera individual, año tras año, los apasionados por este deporte han nutrido la marcha en el Día de la Memoria, este año en Córdoba será la primera vez que marcharán en una columna unificada.

En la ciudad, funciona la Coordinadora de Derechos Humanos del Fútbol Argentino, conformada por agrupaciones de muchos de los clubes locales. Ahora, se han reunido en la Mesa de Trabajo de Derechos Humanos para unir fuerzas, ideas, rostros y camisetas en este nuevo Día de la Memoria.

Estar "listos para salir a la cancha" y "jugar de memoria", destacan algunas de las frases futboleras que se enuncian desde la Coordinadora. Esta mezcla de identidades converge en consignas que se convertirán en pancartas y banderas este domingo: "En las tribunas nos faltan 30.000" y "Los clubes son de lxs socixs. No a las SAD".

"La pelota no se mancha", los pañuelos tampoco

Diego Armando Maradona, debido a su fuerte vínculo con la lucha de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, estará presente en los numerosos pañuelos stencilizados que se distribuirán entre los organizadores y quienes se acerquen al bloque de hinchas.

Bloque que en principio estará conformado por hinchas de Racing de Nueva Italia, Las Flores, Villa Siburu, Los Andes, Junior, Bella Vista y los tres clubes de primera: Talleres, Belgrano e Instituto. Desde Enfant, hemos conversado con simpatizantes de estos últimos en la previa.

Por el lado de la 'T', hablamos con Sol Albareda, quien es nieta de Fermín Albareda, secuestrado el 25 de septiembre de 1979 y asesinado por personal del Departamento 2 de Informaciones de la Policía de la Provincia de Córdoba (D2). Esta semana, le entregaron el legajo laboral de su abuelo.

"Es precisamente esa reparación histórica y simbólica lo que busca, poder dejar asentado que mi abuelo no abandonó su trabajo, sino que fue víctima de detención/desaparición forzada", señaló.

Cuenta que esta fecha siempre la sensibiliza y le trae miles de recuerdos, y que esto será parte de la columna de hinchas: "Mi abuelo era fanático de Talleres, de hecho, en aquella gran final del 77 él estuvo en la cancha, mientras que en el palco estaba Menéndez".

Luciano Benjamín Menéndez, militar argentino durante la dictadura, fue condenado a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad, incluyendo secuestro, tortura y desaparición. Indultado en 1990, fue procesado nuevamente en 2005. Acumula trece condenas y ha sido despojado de su rango de general de división. "Talleres tiene el peso de haber sido el club elegido por Menéndez para intentar lograr su propósito de ser Presidente de Facto de la Nación", señaló repudiando los manejos del genocida con el club de sus amores.

Destaca de esta iniciativa su carácter fundamental para comprender que "el deporte en general y el fútbol en particular son necesariamente políticos", y que expresarlo en las calles es importante "para defender la Patria y para evitar que nunca más vuelva a ocurrir lo que jamás debería haber ocurrido".

Entre las diversas organizaciones albiazules que participan, se han registrado hasta ahora 13 víctimas de la dictadura cercanas al club de Barrio Jardín, incluido Albareda. Espacios como "Resistencia 1913" continúan buscando datos e identidades con la campaña "Te pido que hagas memoria", inspirada en una estrofa de las canciones de cancha del Matador.

Oscar Motta, de la Subcomisión del Socio Hincha de Instituto, habla por los fanáticos de la Gloria de Alta Córdoba. Su hermano, Rubén Hugo Motta Espeche, apodado "El Chancho" y también hincha de Instituto, fue secuestrado y desaparecido el 7 de enero de 1976 por la Triple A Nativa desde su hogar en el mismo barrio.

"Los domingos eran como ir a misa. Vivíamos a 12 cuadras de la cancha, así que después del almuerzo, con la vieja, caminábamos hacia el estadio con él y una bolsita de mandarinas, dejando cáscaras en los canteros de los árboles", recuerda Oscar emocionado.

Hasta ahora han identificado a seis víctimas del terrorismo de Estado vinculadas al club: José René Moukarzel, campeón en básquet con IACC en 1969; Jorge Eliseo Cáceres, empleado del club; Enrique Ángel Angelelli, obispo en La Rioja y hincha, al igual que Alberto Oscar Pesarini; Gustavo Daniel Torres, jugador de inferiores de 16 años, y su hermano Rubén.

La conciencia de los desaparecidos y la importancia de "los treinta mil" en el legado de Madres y Abuelas se convirtió en un faro de militancia para muchos, incluido Oscar, quien cree que "el mundo del fútbol y su cultura tienen el compromiso de ser visibles frente a la comunidad. En Córdoba, esta visión a menudo es reaccionaria".

"Es crucial luchar para que los clubes se involucren institucionalmente en esta causa, ya que actualmente es responsabilidad principalmente de los hinchas”, manifestó.

Cerró la conversación esperanzado al ver nuevos rostros, nuevas generaciones y a mucha juventud este próximo domingo saliendo a manifestarse en defensa de los Derechos Humanos, ya que considera que “no podemos permitir que este gobierno borre lo que con tanto esfuerzo se pudo construir”.

Los hinchas de Belgrano han reconstruido el vínculo con el club y han recordado a 7 detenidos-desaparecidos, incluido Mario Alberto Haymal Grans, quien es recordado por Belén Haymal, su sobrina, entre tanta gente.

Su tío fue detenido y desaparecido en La Perla, cuando funcionaba como centro clandestino de detención, y cuenta que el juicio de 2016 por la "Mega causa", "removió un montón los recuerdos en la familia y nos ayudó a seguir buscando respuestas, porque él sigue desaparecido, y queremos arrojar luz a lo que fue su vida".

Compartían esa pasión conjunta por el Pirata, y cuenta que "nosotros siempre nos movemos en bloque y vamos a la cancha con mis tíos, hermanas, cuñados y primos", y advierte que eso lo heredaron en parte de sus abuelos paternos, que vivían a una cuadra del Julio Cesar Villagra y que "era imposible que sigamos otro club".

"Lo que nos arrebataron es la posibilidad de ir con él a la cancha, pero su esencia no la pudieron borrar, y su pasión tampoco", remarcó.

Belén nació en el 85, ya en democracia, y cuenta que con los años la familia le fue acercando la historia de su tío, fundamentalmente su abuela, Margarita: "Durante muchos años hubo silencio en la familia, por el miedo, incluso en el retorno de la democracia", enunció.

Todos siguen esperando saber algo más de Mario, y contó que en esa primera elección post dictadura, a sus abuelos y tíos les decían que "lo iban a llevar a votar a tal escuela", entonces emprendían "guardias en la puerta desde las 8 am hasta las 20 hs, para tratar de encontrarlo", y esa esperanza e incertidumbre de no tener noticias de él, generaba esa angustia en el pecho, perpetuando su ausencia a lo largo de los años.

Por último, conmovida, recordó a Sonia Torres, última abuela en pie de Córdoba, quien falleció el año pasado sin conocer a su nieto. Ella también era hincha de la B, y desde ese lugar Belén comenta que la alegra estar de "ese lado de la vereda" y cerró invitando a las nuevas generaciones no solo a la marcha, sino a que "mantengan viva la memoria".

La cita es este 24 de marzo a las 17 hs en Colón y Cañada.

Foto de portada: Julio Pereyra