El fin de semana pasado se realizó el Cosquín Rock. En su edición 2024 ofreció más de 100 shows repartidos en 6 escenarios. Concurrieron decenas de miles de personas, el segundo día se habla de más de 45.000. La importancia del evento es indiscutible. Una particularidad del festival: fue el primero con el nuevo gobierno nacional. ¿Cómo se vivió esto en esos dos días?
El año pasado todo el festival estuvo atravesado por la obtención, dos meses antes, de la Copa del Mundo en Qatar. Los días previos a esta nueva edición, existieron preguntas sobre cuál podría ser el eje presente de forma permanente, además de la música. ¿Podría ser la nueva realidad política?
El gobierno de Milei, con sus dos meses de recorrido y sus graves consecuencias para las grandes mayorías populares asomaba como una interpelación: ¿En el Cosquín Rock (CR) prevalecerá la resistencia o la alienación, el combate o la diversión apolítica? En este sentido, parece imposible olvidar momentos en que la política tomo el centro. Por ejemplo, cuando en 2022 José Palazzo se mostró recorriendo el festival junto a Patricia Bullrich.
Para este año las apuestas políticas planteadas desde la organización del festival, repitiendo algunas de la edición pasada, fueron: el EcoCosquín, los 40 años del rock en democracia y un conjunto de iniciativas de cuidado y solidarias. O sea, la propuesta previa del evento no contaba con la prioridad de la crítica al gobierno Milei y por ejemplo, sus intentos de ajustar la cultura.
En los días anteriores al CR se evaluaban muchas posibilidades sobre cómo se podría vivir esta nueva realidad política. Por ejemplo, se estuvo especulando sobre quienes se expresarían criticando al gobierno nacional y/o en defensa del apoyo - financiamiento estatal de la cultural. Todas estas especulaciones empezaron a resolverse el fin de semana, con el arranque del festival.
Para pensar que sucedió podríamos diferenciar por un lado, que pasó en el público y por otro, que aconteció en los escenarios.
Para hablar del público parece importante destacar mínimamente su composición. El CR se presenta cada vez más como un festival con diversidad y efectivamente lo está logrando en términos de identidad sexo-genérica y de orientación sexual. También en relación a las cuestión etaria. En el predio se pudieron ver desde infancias hasta gente muy mayor, aunque parecieran hegemonizar las personas de 18 a 35 años.
Ahora, la diversidad no pareciera ser tal en todo sentido. Por caso, pensando en términos socio-económicos es difícil afirmar que en el CR se haya vista demasiada pluralidad. Quizás por el costo de la entrada que tuvo un crecimiento de 500% aproximadamente. Esto obviamente termina segmentando – excluyendo a un sector importante de personas con interés en disfrutar algunos de los shows del festival.
Ese público, con sus características, se ha expresado políticamente en varios shows. Recorriendo escenarios durante los dos días se pudo escuchar gente cantando “el que no salta, votó a Milei”, “la Patria no se vende” y “Milei basura, vos sos la dictadura”. Esto sucedió entre seguidores y seguidoras de Lali, de La Vela Puerca y Molotov por citar solo algunos casos paradigmáticos.
Quienes esperaban que el CR sea una trinchera militante contra el gobierno de Milei posiblemente se hayan quedado con gusto a poco. Eso no ocurrió. Sin embargo, es importante destacar lo que sí ocurrió en este sentido, porque actualmente no hay tantos lugares en donde se junten decenas de miles de personas y esto suceda.
En relación a los shows, algunas bandas y artistas no dijeron nada sobre Milei. Incluso, en algunos casos en los que se podrían esperar comentarios como Miranda o Los Pericos (quienes brindaron buenos espectáculos en términos musicales – artísticos).
Asimismo, se debe destacar que en ningún show se habló a favor de su gobierno o de alguna de sus políticas. Esto que podría ser lo esperable tampoco debería ser naturalizado a solo dos meses de la asunción de Milei y su gabinete. Sintetizando, se podría que aproximadamente en la mitad de los espectáculos del festival se dijo algo en contra.
La mayoría de los comentarios políticos entre canción y canción fueron en defensa de la cultura y contra el ajuste del sector. En otros casos, hubo expresiones más allá del tema como por ejemplo en el show de Dillom cantando “Señor Cobranza” y cambiando - actualizando parte de la letra, de Molotov planteando varias veces que “la Patria no se vende” o de Lali explicitando un perfil trans-feminista contra “los vende Patria”.
Mensajes similares también se dieron en algunos casos que no se difundieron tanto en medios y redes como por ejemplo en Dancing Mood con su “el que no hace palma les tira gas pimienta a los jubilados”, en el show de Alika y en el de Sara Hebe con un espectáculo explícitamente antifascista.
Un momento especial que merece una mención particular se dio cuando el Enano de La Vela Puerca terminó el recital de la banda cantando solo en el escenario y a capela “José Sabía”, generando emoción entre el público al repetir varias veces con la gente “cuando todo parece jodido es cuando hay que poner”.
Resumiendo, tanto en el público como arriba del escenario, existieron menciones críticas al gobierno nacional. No parece haber sido un festival íntegramente combativo, pero la política se hizo presente en diversos momentos. Además, en paralelo al desarrollo del CR, también se puede destacar el “debate” entre Palazzo y Milei. Ambos protagonizaron una suerte de pelea de redes con mensajes públicos en X.
Mientras se desarrollaba el festival, el presidente salió a cuestionar el financiamiento del mismo y el empresario respondió que el evento es una empresa privada, que genera trabajo y que se hace en libertad. Por el momento esto no pasó a mayores y se supone que no lo hará.
En momentos tan complicados para las mayorías populares quizás haya que destacar que a dos meses del nuevo gobierno existan estos chispazos. Aún pareciendo poco por la gravedad de lo que se vive. Quizás convenga destacar a quienes se expresaron y no dejaron pasar la oportunidad de levantar banderas.
Si bien el CR tiene mucho de negocio y de fiesta despolitizada, también tiene música y cultura popular (a pesar de los costos de las entradas y de las consumiciones en el predio). Y eso último, garantiza, por lo menos, algo de rebeldía. Por eso, como sabemos, la poesía como todo arte, les duele a esas malas personas que andan gobernando.
Fotos: Cosquín Rock 2024
Desde la tarde hasta la media noche, se realizará un nutrido festival para conmemorar la gesta más larga de la historia movimiento obrero en Argentina, que tuvo lugar el histórico barrio de Alberdi. Grilla completa en esta nota.
«BOCHORNO terrible peso de un exceso de sentido» es una obra de teatro autobiográfica en la cual la actriz Helena Cerrada explora las heridas del deseo. En un dinámico y atrapante relato plagado de recursos escenográficos y actorales, esta pieza teatral nos regala valiosas reflexiones sobre el dolor, el ser y el conocimiento de uno mismo.
La Canciller se refirió a la visita realizada a la base satelital en Neuquén y con de esta manera descartó la presencia de militares chinos.
