La Casa de la Memoria “Imprenta del Pueblo Roberto Matthews” ubicada en Fructuoso Rivera 1035 (B° Observatorio) lanzó una nueva campaña de financiamiento para poder comprar los materiales necesarios y construir el cerramiento exterior de un nuevo salón de reuniones.

“Este nuevo salón está pensado en función de no afectar la parte histórica de la casa, es decir, la bóveda y la parte delantera . El objetivo es que las reuniones cotidianas y diferentes actividades que se realizan en la casa se puedan hacer en otro lugar, con el objetivo de preservar lo patrimonial e histórico”, detalla Carlos Barreiro, integrante del espacio.

Para colaborar con el financiamiento, los datos de la cuenta CBU para depositar dinero son los siguientes: 0200919711000001900376 / Titular: WALTER RUBEN MARTINEZ / Alias: ISLOTE.BOCINA.TRIBU.

Reconstruir la memoria activa ante el avance de las botas

La gran casa donde funcionó entre los años 1974 y 1976, a casi diez metros bajo tierra, la segunda imprenta clandestina más grande del país, perteneciente al PRT-ERP para la difusión de ideas revolucionarias, es desde el 2019 un espacio recuperado y desde el 2022 un sitio de memoria oficializado.

Desde que se recuperó, hace cuatro años atrás, se vienen desarrollando distintos trabajos voluntarios que han logrado la puesta en valor del histórico espacio, que también funcionó como centro clandestino de tortura y exterminio entre 1976 y 1978.

En el último tiempo, lograron conectar cloacas, renovar techos, pintar y revocar paredes. Además, actualmente se encuentran haciendo un trabajo arqueológico de conservación y restauración, tanto de la bóvedas -donde funcionó la imprenta clandestina- como también de los documentos y material propagandístico allí encontrado.

Actualmente, la Casa funciona como un “semillero de luchas”, donde convergen distintos sectores políticos organizados que reivindican e intentan imitar el trabajo de las personas desaparecidas, asesinadas y sobrevivientes de la última dictadura, cuyas trayectorias en el último tiempo vienen siendo criminalizadas y demonizadas por parte de sectores políticos golpistas, tanto institucionalizados, como no formalizados.

En este sentido, Carlos opina que los sectores de la extrema derecha argentina buscan avanzar en la tergiversación de la historia y la memoria colectiva, demonizando u omitiendo el contexto en el que nacen las organizaciones políticas armadas: “El sólo pensar que para poder tener una imprenta, había que hacerla clandestina y tenerla diez metros bajo tierra, nos pinta cuál era la realidad de la violencia política en la Argentina de aquella época. Las organizaciones armadas de los 70's, son la consecuencia a un Estado que reprimía y mataba al pueblo trabajador”.

A entender de Barreiro, el objetivo de los sectores ultraderechistas, al atacar la construcción de los procesos de “Memoria, Verdad y Justicia”, responde a dos motivos: “Por un lado, intentar avanzar con una batalla que van perdiendo, ya que la mayoría del pueblo argentino es consciente de que hubo terrorismo de Estado y lo repudia, entonces ellos quieren recuperar una parte del terreno perdido. Por otro lado, creo que hay un nivel de preocupación de parte de estos sectores, de que el pueblo descontento, en algún momento, tenga una reacción popular similar a la que tuvo en aquellos momentos”.

Más que un “sitio”

Para quienes concurren, la Casa de la Memoria “Imprenta del pueblo Roberto Matthews” tiene sus particularidades, que la diferencian del resto de los demás sitios de memoria. Carlos considera que ello se debe a las formas distintas de pensar y habitar el espacio:

“Nosotros, además de acompañar los procesos de recuperación de nietos y juicios a los genocidas, planteamos reivindicar a los compañeros, no como víctimas del terrorismo de Estado, sino como revolucionarios. Es decir, reivindicamos su vida política, no la forma en la que terminó la misma. En otras palabras, no hacemos foco tanto en la desaparición, sino en lo que las compañeras y compañeros hicieron en su militancia para cambiar la realidad. Eso es lo que nos da un sentido diferente en cuanto a la construcción de la memoria”.

Finalmente, Barreiro sostiene que los pilares que mantienen viva la “chispa revolucionaria” del sitio son el trabajo voluntario, la militancia y el aporte económico, acciones vitales que colaboran con el objetivo de que la ex imprenta “pueda durar de acá a la eternidad, como símbolo de una época donde se luchó por una sociedad mejor”.