Fotos: Juan Cristian Castro/Enfant Terrible

En el día de ayer, el Barrio Juniors se vio desbordado por miles de personas que asistieron a presenciar el último acto de campaña de Sergio Massa en Córdoba Capital, en horas de la noche. Con banderas argentinas y entonando la marcha peronista, la dirigencia que apoya al Ministro de Economía y un gran número de militantes esperaron con ansias su llegada, un tanto demorada por su gira en el interior cordobés.

Las primeras palabras que expresó el candidato de Unión por la Patria fueron para el ex gobernador de la Provincia de Córdoba, a quien agradeció en reiteradas oportunidades, llegando hasta posar con un cuadro donde sale abrazado junto a él, hace una década atrás. ¿Es Massa la reencarnación de aquél trunco salto a la Presidencia de un peronismo de centro derecha que se proyectaba en De la Sota?

“Quiero decirles que tal como me inculcara José Manuel de la Sota, voy a ser el presidente que abrace a Córdoba para terminar con tantos años de desencuentro”, enfatizó el abogado.

En un territorio adverso para cualquier dirigente peronista de proyección nacional como lo es Córdoba, Sergio Massa insistió con su idea de “cerrar” la grieta “dejando atrás la pelea, la división y el enfrentamiento que nos han puesto en un lugar de retraso”.

En este sentido, el político repitió casi como un mantra su pedido de “unidad nacional”, prometiendo seguidamente tener en cuenta -en un posible gobierno de su gestión- al inminente gobernador de la Provincia de Córdoba Martín Llaryora, en un inconfundible mensaje de alianza y trabajo en conjunto.

“Si el 10 de diciembre tengo la responsabilidad de gobernar la Argentina, voy a juntar a mi gabinete y lo voy a llamar al gobernador Llaryora que es al que eligieron los cordobeses, y le voy a decir: 'Gobernador armemos la agenda, Córdoba es el corazón de la Argentina'”. Acto seguido, pidió perdón por los errores del pasado, haciendo alusión a la distancia que tomó el kirchnerismo con el peronismo cordobés debido a sus diferencias con el sector agroexportador.

Apoyos y rechazos, ¿por acción u omisión?

La gran omisión de la noche fue para con el todavía Gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, quien en las últimas horas se tomó el tiempo de tomar posición de cara al balotaje criticando al Ministro, al mismo tiempo silenciando de manera llamativa su opinión sobre el candidato de ultraderecha, Javier Milei.

“De nada sirve que vengan a firmar en algún municipio la tarjeta Sube unos días antes de que sean las elecciones de segunda vuelta, mientras todos los subsidios al transporte se quedan mayoritariamente en el Amba, porque la república de la Capital Federal y sus alrededores recibe el 75% de los subsidios al transporte y esto no lo arregla la tarjeta Sube. (...) Necesitamos federalismo todo el año, no unos días antes de las elecciones”, sostuvo el mandatario cordobés, tras un acto de entrega de créditos en el interior luego de su gira por Europa y Arabia Saudita.

Sin embargo, Massa ratificó en el cierre de su visita a Córdoba las medidas anunciadas durante su pasada por Río Cuarto, Villa María y James Craik, donde prometió -en un claro guiño a las grandes agroexportadoras y productores locales- la baja progresiva de las retenciones y el aumento del corte de biodiésel (para pasar del actual 12% al 16,8%). Dos medidas demandas por este sector con el que el Ministro intenta hacer amigar a los “propios”.

“Vamos al abrazo con los productores agropecuarios, ese abrazo, entendiendo que es uno de los grandes motores de la economía argentina” expresó el candidato. Tarea ardua pero no imposible, ante la incertidumbre generada por la posible victoria del candidato pro-dictadura.

Por los principios sociales

Frente al ensordecedor público, Massa hizo un breve punteo de los valores y derechos de los cuales -a su entender- no puede prescindir el pueblo argentino, al tiempo que -sin nombrarlo explícitamente- criticó a su contrincante electoral.

Frente a la avanzada liberal que defiende la apertura indiscriminada de la economía, Sergio hizo hincapié en defender e invertir en la industria nacional, “defendiendo el trabajo, el derecho a la indemnización, a las vacaciones, frente a aquellos que creen que esta revolución tecnológica les da la oportunidad de transformar a los trabajadores en esclavos o ciudadanos de segunda”.

Besando una cadena de un sobreviviente de la guerra por las Islas Malvinas, el candidato peronista expresó: “Andan por ahí diciendo que los kelpers (los habitantes ingleses de las Islas) tienen derechos. (...) Pero ayer hoy y siempre, las Malvinas argentinas, la sangre de nuestros soldados no se negocia”. En este sentido convocó a recuperar el proyecto de Nación, a pelear por la integridad y la defensa del territorio nacional. “Patria sí, colonia no” cantaban las miles de personas en el Club General Paz Juniors.

Además, el ministro posó con una bandera de la comunidad LGBTQ+ y volvió a posicionarse por la igualdad de la brecha salarial, la justa remuneración de las tareas de cuidado, y la protección de las mujeres y diversidades frente a la violencia machista.

En este sentido, Massa reprochó la aparición de discursos negacionistas y prodictadura y llamó a cuidar los valores que mayor prestigió le han dado a la Argentina en el mundo: “Memoria, Verdad y Justicia”. Acto seguido, convocó al Papa Francisco al país y expresó encargarse personalmente de la problemática de la seguridad.

Finalmente, el candidato prometió defender e invertir en la “educación pública, gratuita y de calidad” frente a las ideas de los vouchers presentada por su contrincante. Por otro lado, prometió que el Estado actualice las transferencias adeudadas por parte del Gobierno Nacional al gobierno provincial, con respecto a la Caja de Jubilaciones de la Provincia.

“Argentina se juega la vida en dos proyectos distintos de Nación. A pesar de los errores les pedimos a la sociedad, no demos un paso atrás. Vayan y díganle a los dudosos y a los críticos, que con mucha humildad pedimos perdón y les decimos que el enojo no los puede llevar al pasado, a saltar al vacío”.

En unas semanas veremos el resultado de la estrategia de Massa: despegarse todo lo posible del kirchnerismo, buscar el voto cordobesista recuperando la identidad delasotista y convocar al gobernador electo para construir una agenda en común.

Foto de portada: Juan Cristian Castro/Enfant Terrible