La ola de protestas que sacude Estados Unidos se extiende por 40 ciudades y 23 estados que han decretado el toque de queda. El gobierno de Donald Trump pretende apagar el fuego con gasolina enviando militares a las ciudades de mayor conflicto y reprimiendo duramente a los manifestantes. La muerte de Floyd como un símbolo del racismo estructural sobre el que montan nuestras sociedades no es solo patrimonio yanqui: nuestros George Floyd son los Rafa Nahuel, las Magalí Morales, los Luis Espinoza y por ellos no hay marchas multitudinarias

"Hoy sería un gran día para George Floyd" dijo en tono cínico y burlón el presidente Donald Trump durante una conferencia de prensa realizada en la tarde de ayer, mientras anunciaba el descenso de las cifras de desempleo en Estados Unidos. Una provocación que no pasó desapercibida para los miles de manifestantes que ayer volvieron a salir a las calles para denunciar el racismo y el supremacismo blanco. El bombero loco de la casa blanca pretende apagar el fuego tirándole gasolina.

Mientras las protestas se recrudecen por todo el territorio estadounidense, más de 40 grandes ciudades permanecen bajo toque de queda y se han enviado militares de la Guardia Nacional a 23 de los 55 estados. Por otro lado la crisis abierta por las continuas provocaciones de Trump hacia manifestantes y opositores hace mella en el generalato de las FFAA. El ex jefe máximo del Pentágono, el general Jim Mattis que cruzó al mandatario por Twitter: "Solo genera división. Somos testigos de tres años sin un liderazgo maduro" declaró.

La muerte de George Floyd ha puesto de relieve el racismo estructural sobre el que se monta el relato de la igualdad occidental que esconde la brutalidad policial cotidiana contra los afrodescendientes, la marginación y estigmatización, la falta de acceso fuentes de trabajo, educación, salud etc... En consecuencia las movilizaciones antirracistas también han sido convocadas en estos días en países como Reino Unido, Francia, Alemania e incluso Australia, donde la comunidad Maorí reclama por la discriminación que sufren por ser originarios.

En Argentina sin embargo, las protestas de las ultimas semanas han sido convocadas para pedir el levantamiento de la cuarentena obligatoria, decretada por el gobierno para prevenir el contagio masivo de coronavirus. El racismo local que justificó la muerte de Rafael Nahuel, que pactó el silencio tras el asesinato a tiros y posterior desaparición de Luis Espinoza, que aplaudió la bala que ejecutó a Facundo Ferreyra, entre muchos otros casos de racismo institucional explícito, no se ha pronunciado.