Cumbre Climática: la coordinación mundial es urgente

Cuarenta (40) jefes de Estado de todo el mundo han realizado su propuesta en la Cumbre de Líderes por el Clima convocada por Estados Unidos, el segundo país más contaminante después de China. Pretenden reducir la emisión de gases e impulsar la transición hacia un modelo energético más justo con la Madre Tierra, ¿será posible pensar esa alternativa sosteniendo el modelo capitalista que la destruye? Mientras tanto, la pandemia nos da un último aviso: es ahora, o...

Hoy comenzó la Cumbre Climática 2021 convocada por el presidente Joseph Biden donde 40 mandatarios de todo el mundo plantearon su compromiso frente al cambio climático. A pesar de las diferencias, Xi Jinping, primer secretario general del Partido Comunista Chino (PCC) respondió a la invitación del presidente estadounidense, como también lo hizo el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin.

También se convocaron figuras pertenecientes a la Unión Europea como Emmanuel Macron de Francia, uno de los países impulsores del Acuerdo de París y número 20 en el ranking de países que emiten mayor dióxido de carbono (CO2), abajo de Alemania en el puesto seis, que también estuvo presente representada por la Canciller Angela Merkel.

De los países latinoamericanos estuvieron los mandatarios de Chile, Colombia, México, Brasil y Argentina, con la presencia de Alberto Fernández.

Ante todo, la importancia de este evento tiene que ver con el contexto inédito a nivel mundial que estamos atravesando, donde la pandemia sea tal vez el último aviso para que principalmente las grandes potencias atiendan el sufrimiento del ecosistema planetario, el único con el que contamos.

Rincón, Santa Fe. Foto: Mauricio Centurión / Periódico Pausa

Durante el mandato del expresidente Donal Trump, Estados Unidos salió del Acuerdo de París en favor de la industria del acero, una de las más contaminantes. Dicho Acuerdo es hasta ahora el consenso mundial más importante en materia de protección ambiental. Luego de asumir, Biden volvió a integrarlo buscando recuperar el liderazgo mundial que EE.UU. perdió por la poca seriedad de su antecesor.

No es casual que Estados Unidos se encuentre al frente de este evento siendo señalado junto a Rusia, India y China a la cabeza, como las principales emisoras de gases de efecto invernadero que están calentando el mundo, acidificando los océanos y derritiendo los glaciares, haciendo que el nivel del mar suba cada vez más. Ante este escenario, Biden propuso para el año 2030 un plazo para reducir un 50% los gases.

La pandemia: el último aviso

Desde la llegada de la pandemia por el coronavirus, el mundo habitó grandes reflexiones. Incluso algunxs intelectuales especulaban sobre "el fin del capitalismo" y el inicio de una nueva era más igualitaria. La realidad parece demostrar que hace falta más para alcanzar esa nueva etapa, y sin el compromiso real de las principales potencias que fabrican el actual sistema y hasta sus propias crisis, nada será suficiente.

Como escribió el sociólogo y pensador Horacio Machado Aráoz para La Tinta en 2020: "Estamos más bien ante un virus de origen industrial, diseminado y propagado por las más usuales prácticas y rutas del mercado mundial. Lejos de ser los causantes, los murciélagos desempeñan un incidental papel de reparto en una película cuya producción y realización general corresponde a la gran industria agroalimentaria global". Discutiendo a las teorías del "origen zoonótico" de la pandemia y descartando las teorías conspiranoicas sobre un "virus de laboratorio" inventado por ahí, Machado observa el mensaje en la genealogía del virus, un pedido de auxilio, un respiro desde las entrañas de la tierra.

Cuando en los distintos países se decretaron las cuarentenas estrictas los ecosistemas obtuvieron un respiro, algo que se vio en el caso de los cóndores que visitaban los balcones de edificios en Santiago de Chile. La Pachamama recuperó espacios arrebatados por la poco planificada e irrespetuosa extensión antrópica. Los aires y las aguas se purificaron un poco, y el ruido ensordecedor de las ciudades dejaron cantar a los pájaros en las calles.

Por supuesto, la solución a la crisis climática no es una cuarentena eterna para la humanidad. La discusión está en cómo habitamos el mundo y cómo permitimos que este mundo se habite a sí mismo, cómo permitimos la tan compleja y ancestral reproductibilidad de la vida que el sistema capitalista de carácter neoliberal con base extractivista y patriarcal ha ignorado, destruyendo incluso las reservas de agua y los hábitats más recónditos donde la Naturaleza podía refugiarse hasta que pase el peligro que la amenazaba.

Entre los integrantes de la Cumbre se encuentra el actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, responsable de miles de muertes de sus compatriotas brasileros por la desidia y el abandono ante la pobreza y el coronavirus. Así como Bolsonaro ha negado la existencia del virus, también niega el calentamiento global por tildarlo de "marxista". Hay aquí una continuidad ideológica que es parte de lo mismo. Negar el calentamiento global y negar el coronavirus, es negar la expresión de lo más real que existe, incluso antes que cualquier forma organizada de sociedad humana: la autoorganización del ecosistema planetario y la posibilidad de que éste sufra hasta el colapso.

La negación, el vaciamiento, los recortes de presupuesto y la insensibilidad por parte del gobierno de Bolsonaro, es la expresión de un sistema sobre el cual se crean subjetividades y vínculos políticos para con la vida en sí, donde tiene su misma raíz la desidia que sufren los principales estados afectados de la pandemia como São Paulo, Minas Gerais o Rio Grande do Sul, la misma de donde brota el sufrimiento de la selva viva de Amazonas con la tala indiscriminada y los incendios intencionales. Una región tan impresionante que hasta es llamada "el pulmón del mundo", es subestimada, ultrajada y destruida.

Para hablar realmente de una "Lucha", tiene que ser contra la raíz del problema. El problema no es el cambio climático, sino la matriz productiva que lo genera. Que Estados Unidos de la cara y se posicione en este escenario es un gran paso, aunque ya no se espere mucho del país de la guerra fabricada y las dictaduras esparcidas. Sin embargo es un mensaje, es la posible entrada a una nueva era donde momentos antes de ese cambio el humano ha sentido el miedo de destruirse a sí mismo con toda su maquinaria científica y agroindustrial.

Somos el equipo de redacción de Enfant Terrible: el resultado de millones de años de evolución aglutinados en este irreverente existir.

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