Este miércoles, a partir de las 10 horas comenzará a tratarse la Ley Bases en la Cámara de Senadores. Será luego de que la semana pasada obtuviera dictamen final, tras algunas modificaciones en Ganancias, RIGI, Blanqueos, regalías mineras y facultades delegadas. La aprobación del proyecto sería una victoria para el equipo de Javier Milei, que le permitiría avanzar en su plan de utopía anarcocapitalista y así dar un mensaje al mundo en su rol como vocero a nivel mundial, de una ultraderecha que no para de crecer, sobre todo en Europa.

Por otra parte, para Argentina significaría la más absurda entrega del patrimonio, humano, natural e histórico. A pesar de algunas modificaciones, tanto al respecto de la anterior “Ley Ómnibus”, como de lo que ahora se tratará en Senadores, sólo con el combo de reforma laboral y previsional, facultades delegadas al Ejecutivo -en manos de Karina Milei y la “Mano del Rey” Santiago Caputo- y el RIGI, la aprobación de la Ley Bases implicaría un retroceso tal que, dicen, viene a concretar lo que la dictadura, el menemismo y el macrismo, dejaron inconcluso.

Asimismo, el gobierno viene golpeado estas últimas semanas, sobre todo por el escándalo de corrupción tras otro, que recae sobre una de las principales cercanas a Milei en el gabinete, Sandra Pettovello, la ministra de Capital Humano, quien ya ha presentado su renuncia más de una vez, pero el presidente le niega conceder. En la cartera de Pettovello, ya han desfilado unos 40 funcionarios que han presentado su renuncia, ya que el "superministerio" parece inmanejable para la couching. Una victoria tal como la Ley Bases, podría darle a esta última un respiro importante después de tanta exposición.

El escándalo por los alimentos es un punto importante que mantiene activa a la militancia popular y tal vez el gobierno no prevea que pueda calentar aún más los alrededores del Congreso, donde la CGT, las CTAA y la UTEP han convocado a movilizar para rechazar la Ley este mismo día. En sentido de esto último, es claro que la respuesta del gobierno al hambre y la rabia de los sectores organizados desde abajo, es el botón antipiquetes que tiene a mano Patricia Bullrich. Sin embargo, ya quedó demostrado más de una vez que cuando las calles están inundadas, las paredes de escudos se rebalsan.

Foto de portada: Paloma Cerna para Enfant Terrible