El 2 de septiembre del año pasado trascendió la noticia de un grave crimen en manos de la Fuerza de Tarea Conjunta de Paraguay, un destacamento conformado por policías y militares de ese país. Lilian Villalba y María Villalba de apenas 11 años de edad y de nacionalidad argentina fueron ejecutadas en el marco de un "operativo" contra el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Luego de la arremetida exitosa para el Ejército, sus altos mandos se fotografiaron en el sitio en el que se produjo la ejecución y en el que, finalmente, asesinaron a las dos niñas.

"Los héroes del Chaco y la Guerra de la Triple Alianza se hubieran revolcado en su tumba de ver cómo actúan las fuerzas militares en Paraguay. En vez de estar defendiendo a su pueblo se dedican a torturar y ejecutar niñas", señaló Myrian.

Paraguay lidia con conflictos armados desde el año 2008 con la creación definitiva del EPP. Es una organización armada marxista-leninista que opera en zonas rurales. Desde su conformación, el Estado paraguayo tiene duras respuestas represivas, que incluyen en la mayoría de los casos, violaciones a los derechos humanos.

Lilian y María crecieron en la provincia de Misiones junto a Myrian Villalba, escapando de la persecución política que sufrían en Paraguay. En 2019, junto con otros miembros familiares, cruzaron a Paraguay a conocer al resto de sus familias biológicas, algunos de los cuales son acusados de integrar el EPP. El año pasado, cuando planearon emprender la vuelta, la pandemia interrumpió su regreso y debieron aguardar en el país vecino.

Una tarde en la que ellas se encontraban en el campamento que fue desarmado por el Ejército, ambas fueron ejecutadas. Sus cuerpos fueron vestidos con uniformes del EPP para intentar hacerlas pasar como integrantes de la organización, y acto seguido las enterraron para borrar evidencias. Lo que sucedió en realidad fue un intento de encubrir las torturas que sufrieron antes de la ejecución.

Después del crimen y de reiterados pedidos de justicia por parte de la familia de las niñas, desapareció otra prima de ellas, Carmen Elizabeth Oviedo Villalba, quien tiene 14 años y aún no se sabe de su paradero. Carmen es hija de Laura Villalba, prima de Myrian, y desapareció el 30 de noviembre del año pasado. A su vez, Carmen se encuentra encarcelada por la acusación que pesa sobre ella, de asistir médicamente a miembros del EPP. Aunque ellas desmienten esa versión.

Myrian Villalba solicitó el refugio político en Argentina ya que su vida corre peligro. Además, desde aquí emprende la búsqueda de justicia y de esclarecimiento de los hechos que le arrebataron la vida de su hija y su sobrina. Hay que destacar que Myrian es perseguida porque durante muchos años ejerció como abogada para miembros del EPP, y en diversas ocasiones denunció graves delitos que aplica sistemáticamente el Estado paraguayo.

Además, a ella y su defensa, no son reconocidas como víctimas del caso. Le niegan el a información de la investigación y también a los informes forenses de las niñas. Por eso exige la intervención del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Aún sus pedidos no tienen respuestas y la causa avanza muy de a poco.

El año pasado después del doloroso crimen que terminó con la vida de su hija y su sobrina, Villalba denunció que no existen registros del operativo del Ejército, y dijo:  "Es para no dejar prueba de las violaciones de derechos humanos que cometen, y mucho menos para dejar registrado un delito de lesa humanidad que ha cometido el gobierno paraguayo. Porque acá no estamos hablando solamente de militares y policías, fue el gobierno el que avaló y ordenó el hecho".