Ayer lunes 27 de septiembre se realizó la actividad 'Masacre en Napalpí. Hacia un juicio por la verdad en el marco de un genocidio', una charla en vivo por Faceebok organizada por el Departamento de Estudios Sociológicos del Centro Cultural de Cooperación Floreal Gorini.

La actividad sucedió mientras que hace unos días la Jueza Federal de Resistencia Zunilda Niremperger, habilitó la realización de un Juicio por la Verdad para dar a conocer el complejo proceso de violencia estatal que ocurrió en la Masacre de Napalpí, caratulado como Crimen de Lesa Humanidad, perpetrados por Gendarmes y grupos parapoliciales vinculados a terratenientes y grandes chacareros, a principios del siglo pasado.

En el encuentro participaron Diego Vigay (Fiscal Federal Ad Hoc de Resistencia), Silvana Turner (Equipo Argentino de Antropología Forense), Raquel Esquivel (Fundación Napalpí – Investigadora qom), Mariana Giordano (IIGHI – CONICET/UNNE), Mario Paz (Comunicador qom - Colonia Aborigen), Diana Lenton (UBA/CONICET/Red de Investigadorxs en Genocidio Indígena) y Marcelo Musante (CCC/Red de Investigadorxs en Genocidio Indígena). La coordinación estuvo a cargo de Luciana Mignoli (CCC/Red de Investigadorxs en Genocidio Indígena).

A partir de los distintos aportes dialogaron acerca de la importancia de un Juicio por la Verdad, la relevancia en relación a la Memoria y qué implicaría para Estado nacional reconocer la Masacre en un proceso de genocidio. También se hizo mención, rememorando al histórico referente indígena qom Juan Chico, víctima del Covid-19 el pasado 14 de julio de 2021.

Según comentó Marcelo Musante, la Masacre de Napalpí se dio en el marco de algo que se llamó "La reducción de Napalpí". En Argentina hubo otras cuatro reducciones más, creadas entre 1911 y 1956, es decir, en toda la primera mitad del siglo XX. Estos lugares funcionaron como espacios de concentración de población indígena, y estaban situadas en Napalpí (Chaco), en Bartolomé de las Casas, Muñiz y Ameghino (Formosa).

Al ingresar a estos espacios, las personas eran sometidas a una deuda impagable con el Estado, ejerciendo de esta manera el control sobre sus vidas, recibiendo torturas por parte de capataces y fuerzas policiales. "Como contraprestación les hacían poner los pulgares, por lo cual nunca se sabía cuanto trabajaban, cuanto tenían de deuda".

A la vez seguían funcionando las campañas militares de Gendarmería Nacional y la Policía Territoriana en el resto del territorio chaqueño hasta 1938. En esta línea, el 19 de julio de 1924 se desató una feroz represión que duró varios días y terminó con la vida de 1500 personas.

"No fue un evento represivo en el cual se extralimitaron las fuerzas de seguridad (..) el regimiento de Gendarmería estaba apostado desde hacía una semana en el lugar, la policía territoriana estaba hace dos meses (..) mientras, había indígenas que se estaban sublevando, organizando una demanda por las condiciones de vida, porque se les había hecho un descuento en la cosecha de algodón que no se hacía a colonos de la zona. Mientras el administrador y el Gobernador del territorio negociaba con los indígenas, haciendo pactos para terminar con la revuelta, las fuerzas de seguridad ya estaban en el alrededor. Incluso terminó siendo utilizado un avión que salió desde Resistencia y disparó desde el aire".

Mira la actividad completa en el Facebook del Centro Cultural la Cooperación.