Desde ayer diversas organizaciones del campo popular llevan adelante un acampe frente a Casa Rosada, para pedir al presidente Alberto Fernández el indulto de Milagro Sala, quien hace poco tiempo fue condenada por el Poder Judicial de Jujuy a 13 años de prisión con la anuencia de la Corte Suprema de Justicia, que rechazó del recurso extraordinario presentado por la defensa de la militante popular.

Según Télam, en el acampe se encuentran militantes de la organización Tupac Amaru, diputado/as nacionales Mara Brawer, Eduardo Valdés y Paula Penacca; la exministra Elizabeth Gómez Alcorta, los dirigentes sindicales Daniel Catalano, Hugo Godoy y Hugo Yasky (también diputado) y referentes de Curas de Opción por los Pobres.

Esta mañana realizaron una movilización desde las avenidas De Mayo y 9 de Julio hasta Plaza de Mayo, donde participaron distintas organizaciones sociales, como el Bloque Social por el Trabajo y la Tupac Amaru, Soberanía Izquierda Popular, MP La Dignidad, Corriente Aníbal Verón y MP La Liberación; gremiales, como la Asociación Nacional de Trabajadores, las dos CTA (de los Trabajadores y Autónoma) y la Corriente Federal de los Trabajadores, así como la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP); y políticas como La Cámpora y organismos de Derechos Humanos.

Durante la tarde las personas acampantes se sumarán a la tradicional ronda de las Madres de Plaza de Mayo, quienes adhieren al reclamo del indulto, y se realizará un pecebre viviente a cargo de los Sacerdotes de la Opción por los Pobres. El acampe concluirá mañana viernes con una conferencia de prensa.

“Alberto Fernández dió la misma respuesta que el macrismo cuando era Gobierno”

Carolina Arribi es militante de la Tupac Amaru e integra el Comité por la Liberación de Milagro Sala. En diálogo con Enfant Terrible explicó que el acampe es una medida y estrategia que la organización aplica de manera recurrente para reclamar políticas públicas y denunciar la persecución: “Es una medida extrema ante una situación extrema, es con la que se logró construir lo que se contruyó”. En cuanto al pedido de indulto, Arribi expuso que se basan en un antecedente en la Provincia de Buenos Aires, donde una persona estaba presa a raíz del caso de José Luis Cabezas y el indulto lo firmó Eduardo Duhalde como gobernador.

En este caso, el reclamo dirigido al presidente de la Nación exige una solución política ante una persecución política, que en Jujuy se aplica a las organizaciones opositorias a Gerardo Morales a través del Poder Judicial y el Ministerio Público de la Acusación. Pero según Arribi, por parte del Gobierno Nacional “no hubo ningún tipo de atisbo antes para poder reparar la situación de Milagro y los compañeros y compañeras presas. Es defraudante por la imagen de Alberto Fernández cuando visitó a Milagro estando internada y después en lo político eso no repercute”.

“Tiene los mismo argumentos que tenía el macrismo cuando la CIDH y los organismos internacionales presionaban al Gobierno de Macri y decían que no se podían involucrar con la Justicia Provincial”.

La foto es de mediados de este año, cuando Milagro estuvo internada por un cuadro de trombosis venosa profunda en San Salvador de Jujuy. En ese entonces, Fernández había pedido “a los jueces de Jujuy y a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que por favor dejen de lado las teorías y doctrinas que se difundieron en los años del Gobierno anterior al nuestro”, tal vez la máxima intervención del presidente hasta ahora.

Arribi planteó que los intereses de Fernández y Morales están más vinculados al litio y el cannabis, ligados a una estructura que sí o sí involucra a la familia Blaquier, lo cual se ve amenazado por la figura de Milagro Sala “y por la construcción de poder político, la redistribución económica y la reactivación de los circuitos de consumo”. En este sentido, Milagro “como dirigente hace una lectura política de la situación”, explicó Carolina, aunque también se refirió a la dimensión humana y repudió el “manoseo”.

Las “puntas de iceberg” de los aparatos de choque de las élites se avisoran con mayor claridad sobre referentes o cabezas de las organizaciones que de alguna manera se sostienen sobre una base colectiva. Pero la repercusión de las persecuciones y hostigamientos no impacta de igual manera sobre el resto de los integrantes. En Jujuy eso puede evidenciarse en lo que Arribi denomina “una provincia sitiada”, donde opera un aparato con un filtro machista, racista y de clase.

“Es difícil dimensionar la situación. Hay un nivel de estigmatización no sólo hacia las compañeras que siguen presas, sino hacia sus familias, para salir adelante, para comer. Patricia Cavana 'Pachila', una de las detenidas que consiguió su libertad, tiene 7 pibes”.

El ejercicio de dimensionar dichas repercusiones es complejo y lo más concreto se encuentra en la vida de quienes padecen la persecusión en la provincia del Norte, pero es importante en el contexto actual donde el Poder Judicial, también llamado “Partido Judicial”, avanza sobre las libertades de dirigentes políticas con mucho peso como la vicepresidenta Cristina Fernández, o una Milagro Sala ya encarcelada hace siete años. ¿Qué queda entonces para el resto? Al final, Arribi comparte una reflexión de su organización sobre este contexto: “Todos estamos en libertad condicional”.

Por último, en cuanto al reclamo por la vida de Milagro, se espera que no sea trasladada a cárcel común, ya que eso sería un retroceso frente a los reclamos de las organizaciones internaciones de Derechos Humanos que ven con preocupación la situación de nuestro país y nuestra democracia.