“Agrietada”, una obra de teatro por el derecho a la identidad

Las últimas tres funciones tendrán lugar en el Centro Cultural La Balsa (La Rioja 681), desde las 20 horas. Dialogamos con Melina Dahlquist, una de las dos actrices que protagonizan la puesta en escena.

Este domingo 12/05, desde las 20 horas, en el Centro Cultural La Balsa (La Rioja 681), tendrá lugar la antepenúltima función de "Agrietada", la obra de teatro dirigida y producida por María Paula Remondegui que visibiliza y problematiza el derecho a la identidad. Las entradas se adquieren en la web de Antesala.

"Agrietada relata el proceso de configuración de nuevas identidades en un país devastado a causa de las secuelas de la dictadura militar", señala su presentación.

Las protagonistas, representadas en escena por las actrices Micaela Dahlquist y Melina Dahlquist, son "dos hijas de este nefasto periodo". Ellas reflexionarán en medio de las transformaciones históricas que suceden desde el advenimiento de la democracia hasta la actualidad, "dejando entrever cómo el contexto y sus biografías personales interactúan en la búsqueda de una identidad", señalan desde la obra.

Al medio, Astrid Patiño Carabelli, primera nieta recuperada en Córdoba, junto a las actrices. Foto: Agrietada.

Una constante búsqueda de identidad

“Natalia y Victoria, nacidas en 1976, se debaten en la constante búsqueda de su identidad. A medida que crecen, se disparan los interrogantes y comienzan a descubrirse una a la otra en sus deseos y contradicciones. En este proceso lo que en apariencia demarca notables diferencias entre ellas, revela una verdad que las une”, dice la sinopsis.

Enfant Terrible dialogó con Melina Dahlquist, quien asegura que el proceso de preparación no fue nada sencillo: “Es complejo pasar estas historias que le sucedieron a otras personas por el cuerpo de una, pero cuando te das cuenta que es algo que nos pasó a todas y todos como sociedad, la situación cambia”.

ET: ¿Qué complejidades produjo construir la identidad del personaje?

MD:  Para construir estos personajes, lo que una también va descubriendo como actriz, es que esa construcción tiene matices, no es todo sufrimiento, dolor, sino que hay momentos de de alegría, de duda. Se pasa por muchos estados y eso es lo que queremos representar, porque también es algo que le pasa a cualquier persona cuando va creciendo, construyendo su identidad. También es una obra que va más allá de la problemática principal. Tiene un sentido más amplio, que es esa construcción de la identidad de cada uno, de cada una de nosotras, la cuál tiene miles de matices.

ET: ¿Cuáles son los desafíos de apostar al teatro social y político en un escenario tan complejo hoy donde gobierna una persona pro dictadura?

MD: Hoy en día el teatro social y político cobra un rol fundamental. El desafío consiste en seguir construyendo comunidad, contacto y conexión cuerpo a cuerpo. En un mundo y país donde prevalecen los discursos individualistas del "sálvese quién pueda", poder identificarme con la otra persona que es exactamente igual a una, con miles de diferencias, pero a la vez muy similar porque debería tener los mismos derechos y oportunidades, es lo que se debe buscar, desde la construcción del arte, porque es quién nos alimenta el alma.

El teatro no nos va a salvar de todos los problemas, pero sí ayuda a pensar y reflexionar sobre la necesidad de poder salir juntos y juntas de la actual crisis.

Técnico y profesor en Comunicación Social (UNC). Periodista. Guevarista y peronista.

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