El pasado martes por la noche, en la Zona Rural Lote 40 de “El Martillo” a 30km de la Planta Urbana de la localidad Colonia Aborígen, Provincia de Chaco, se produjo el deceso de Rosa Grillo, abuela Qom y última sobreviviente de la Masacre de Napalpí; una madre y abuela campesina que, para el Estado Argentino, nunca debió haber vivido los 98 años posteriores a la matanza de Napalpí, a la que sobrevivió con 15 años.
La anciana originaria jamás olvidó aquél 19 de julio de 1924, cuando más de 130 policías, gendarmes y grupos paramilitares masacraron a más de 700 hombres, mujeres y niñeces procedientes de los pueblos originarios Qom, Mocoví y Vilela, que exigían una justa remuneración por la cosecha de algodón y también por la libertad de viajar hacia provincias norteñas, donde recibían mejor paga, durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear y el Gobierno provincial de Chaco a manos de Fernando Centeno, ambos de la Unión Cívica Radical (UCR).
Por aquel entonces, el plan del Estado nacional y provincial, aliados de la clase empresaria, era disciplinar a las poblaciones originarias que eran empleadas como mano de obra esclava en los ingenios algodoneros, en un contexto donde las reducciones indígenas eran la principal política represiva contra los pueblos indígenas empobrecidos.
En aquella jornada de protesta y represión donde fue asesinado su padre, Rosa pudo ser rescatada y escondida en el monte por su abuelo, con quien vivió hasta su adultez. Desde allí, bajo frondosos árboles del monte chaqueño, presenció la matanza, mientras se contuvo por buscar los caramelos que los policías tiraban desde un avión.
“El campo me crío. Me quedé aquí hasta ahora. Estoy contenta, tengo mi casita. Comíamos la flor del cardo, tomabamos su agua. Dormíamos en el suelo, mi abuelo cortaba pasto para hacer colchón. La vida de uno. Conozco todo eso”.
Palabras de Rosa en su cumpleaños 114 para una entrevista en la TV Pública.
A casi un siglo de lo sucedido y luego de sendas investigaciones antropológicas, históricas y judiciales a cargo de distintas instituciones estatales y no estatales, en abril de 2022, la Justicia Federal decidió comenzar el “Juicio por la Verdad” con el objetivo de dilucidar lo ocurrido y generar una reparación para con los pueblos víctimas, ya que -a diferencia de Rosa- todos los imputados ya habían fallecido.
Fue la primera vez que se juzgó un etnocidio como crimen de lesa humanidad en toda nuestra historia. El testimonio de Rosa Grillo fue clave para lograr una sentencia hisótica que sentó precedentes jurídicos y sociales que lograron, a priori, una reparación histórica que dista mucho de reflejarse en la realidad a la que son aún son sometidos los pueblos originarios de las distintas provincias del Noroeste y de Argentina en general.
En la provincia de Chaco, gobernada por Jorge Capitanich (PJ), se decretaron tres días de duelo provincial. Pero a pesar de las palabras de agradecimiento del mandatario para con la abuela Qom, hoy día la realidad de su provincia está signada por una marcada represión estatal, desmonte ilegal y discriminación ancestral contra los Qom y Mocoví.
Rosa se fue de esta vida pariendo historia. Ciento quince (115) años de resistencia donde pudo tejer los hilos que conducen a todos los abrazos con aquellos hermanas y hermanos que cargó en su espalda todo este tiempo. Rosa no murió. Sólo se muere quien se olvida.
Este jueves, a las 15 horas en el Museo de Antropología iniciará un taller abierto para conocer cómo se registran los malos tratos en los contextos de encierro y luego un conversatorio sobre la creación de un mecanismo local para la prevención de la tortura estatal.
Durante las protestas frente al Ministerio de Capital Humano el pasado 10 de abril, un manifestante perdió la visión de un ojo como resultado de la represión policial
En un contexto de recesión, ajuste y caída histórica del ingreso de los argentinos (salarios, jubilaciones y prestaciones), el tarifazo en los servicios públicos impacta negativamente en la economía de las familias y es otro mazazo a la actividad económica, empujando aún más la recesión.
