El próximo jueves 9 de noviembre se realizará la cuarta edición del festival “Travapalooza”, organizado por el Área Travesti Trans de la Facultad de Filosofía y Humanidades (UNC) y la Asociación Civil Flores Diversas, ambas a cargo de Ivanna Aguilera.

Será desde las 17hs en Plaza Seca, lugar donde reside la cantina “La Tía”, espacio de trabajo para personas travesti-trans dentro de Ciudad Universitaria, con entrada libre y gratuita.

En consonancia con la propuesta de resistir desde lo trans-travesti en espacios públicos, el elenco artístico del evento está integrado por la cantante trans santafesina Ayelén Beker (@ayelenbeker), quien viene de subirse al escenario de la Marcha del Orgullo en 2021 y ha compartido música con artistas como La Delio Valdez, Sudor Marika, Karina y Dalila.

Junto a Beker estará le cantante trans-no binarie “Le Tupak” (@le_tupak) quien con su performance, sensualidad, flow, estilo y diversidad sonora, transgrede las barreras estéticas y musicales en el escenario. Por su parte, “DJ Fantasía” se presenta como una “mostra marica fiel, creyente del baile y devota de la pista”.

En los stands institucionales, habrá uno de la organización RAJAP, espacio de acompañamiento y participación horizontal extendido por todo el territorio nacional, que brinda contención, capacitación y asesoría técnica en materia de salud y derechos humanos a jóvenes y adolescentes con VIH.

Mientras tanto, durante la radio abierta a cargo de Territorio Diversidad se abordarán temas como el acceso al sistema de salud, educación y trabajo, incluyendo la inserción laboral en la producción de contenidos artístico y culturales, bajo la premisa de estar viviendo un contexto donde estos derechos están en riesgo.

Una celebración política

El “Travapalooza” surge en 2019, como iniciativa de la Asociación Civil por los derechos de la población Trans y Travesti de la Provincia de Córdoba Flores Diversas, que lleva más de 20 años de trabajo. Entre sus objetivos se encuentra que más personas del colectivo LGBTIQ+ en general; y la población travesti-trans y no binaries en particular, habiten los espacios anteriormente negados, como lo es la Ciudad Universitaria.

Fomentando la participación de integrantes de la comunidad en los diferentes espacios de la UNC: “empezamos a celebrar que nuestros cuerpos se apropien de espacios que siempre fueron violentos para nuestras identidades”, comentó Aguilera en una conferencia de prensa realizada el pasado viernes, en el Museo de Antropología de la FFyH-UNC.

“Es una lucha histórica que viene desde Ivanna; y que hoy podamos estar habitando las calles con más tranquilidad y derechos es una celebración política”, compartió por su parte Chaco, integrante de Entrans-e Producciones”, quien además se refirió a la importancia de este evento en el mes de la Marcha del Orgullo:

“Me parece importante compartir que no creemos que todo sea una fiesta, sino que también estamos atravesado por un contexto social y político. Seguimos peleando los derechos que nos faltan porque están escritos pero no se cumplen”.

A su turno, Eli, delegada de Contrata Trans (CABA) y actualmente a cargo de la Asociación Civil “Impacto Digital” planteó que: “No es menor que podamos estar festejando esté evento a 40 años de democracia y dada la situación política que estamos viviendo, donde nuestros derechos peligran. Es fundamental poder decir 'acá estamos' y celebrarlo. A pesar de que nos falta mucho, lo logrado ha sido gracias a que estamos en democracia, poniendo el cuerpo y nuestras voces”.

¿De quién es la cultura?

¿Quiénes y de qué manera tiene acceso al arte y a la cultura? Para Chaco la cultura tiene sus trampas porque, quien tenga el capital suficiente para producir un show multitudinario, dispondrá también de quiénes sí, y quiénes no podrán estar arriba de un escenario y de esta manera poder trasmitir un mensaje al público. El ejemplo más claro está en el festival que se realiza todos los años en las Sierras de Punilla.

“Eso prevemos quienes trabajamos en cultura para que ciertos mensajes lleguen a cierta cantidad de personas. Ahí está la trampa porque lo primero que se recorta es el derecho al ocio, ¿por qué? Porque ahí se disputan los sentidos. Si algo baja, otra cosa sube, son las reglas del capitalismo, ¿cuáles son los mensajes que comienzan a reproducirse? Lo más probable, sean los del sector privado, que tienen un capital que las personas de nuestra población no tenemos acceso, por eso estamos buscando ocupar los lugares de la hegemonía”, comenta Chaco.

Ocupar los lugares de la hegemonía para una población que tuvo de lugar de contención, espacio de juego performático y visibilización en los boliches en los años 80' y 90's, es que se empiece a reconocer el capital cultural producido a lo largo de la historia para que artistas mainstream hetero-cis, ocupen las tarimas.

“Todes venimos de ahí, de las locas que se subían a un escenario reclamando derechos en los 90's, mientras te daba todo un show que hoy conocemos por drag. Es la línea histórica donde el arte y la cultura fueron una puerta de acceso para nosotres” comenta Ivanna.

Ser “trabajadores inesperadxs” como menciona el trabajador social transmasculino Ann Millet, es la posibilidad de habitar, ocupar y perdurar en espacios de trabajo, donde tiempo atrás era impensado estar.

“Es una trinchera que hay que cuidar y disputar. No es casual que seamos nosotres quienes decidimos poner el cuerpo, ahora arriba de un escenario, sabiendo lo que tenemos por perder. Eso es disputar los espacios de la hegemonía con un mensaje político de que el arte tiene mucho para expresar, más allá del género musical, o el número del show”, reflexiona Eli.