Nasir Catriel: el rosarino de rimas y sueños

Dentro del puñado de raperas y raperos que visitaron la ciudad de Córdoba en el marco de la final nacional de Red Bull, estaba Catriel Diaz, más conocido en la escena del freestyle como “Nasir Catriel”, o simplemente “el Catri”

Nasir Catriel es uno de los tantos raperos jóvenes que tiene la ciudad de Rosario y que en los últimos años ha emergido dentro de la escena del freestyle como uno de los destacados, peleando el ascenso a FMS (Freestyle Master Series) y siendo parte activa de las plazas rosarinas.

Este año vino a Córdoba por Red Bull (RB) en dos ocasiones: Primero para la Regional de Red Bull en mayo, donde compitió y quedó clasificado para la Final Nacional de finales de octubre. En esta última, ya se aseguró un puesto en la final nacional del 2024, tras haber llegado hasta semifinales y caer ante Jesse Pungaz, que luego salió campeón.

La costumbre de transitar plazas, parques y terminales hizo que nos encontráramos con Catri en la Terminal de Córdoba, justo antes de volverse a Rosario: “Estoy emocionado porque después de cuatros intentos regionales, haber llegado a la final es un sueño cumplido”.

Con la ilusión de ganar el campeonato es que se subió al escenario, pero aún quedándose en semis, se vuelve “súper feliz” a sus pagos. ¿Por qué? Porque esta fecha no solo encontró a los 16 finalistas, sino a una manada de raperas y raperos que en una “comunión entre todos los pibes” pudieran valorar que las mismas identidades raperas emerjan desde abajo y tomen lugares de protagonismo:

Al ser Jesse que salió campeón, que es un pibe que representa el under, que representa las plazas, es como que todos los pibes sentimos como una victoria, un poco personal también”, enfatizó.

Por el año 2013 en la Final Internacional de la misma competencia, Dtoke se enfrentaba con Stigma en una semifinal. Acá es donde se despierta, de alguna forma, la inquietud de “el Catri” de comenzar a cruzar palabras y entrelazar rimas. Diez años después le toca ser uno de los animadores del evento en el que se destaca, pero también en el que para la pelota (o la base) para analizar también el contexto que lo trajo al hoy.

-Con los antecedentes de motivación por el free, a ser uno de los motivadores, ¿qué análisis haces tantos años después?

-Siento que está más democratizado el free, como que al tomar tanto poder la plaza es mucho más fácil caer, anotarte y que ese sea tu día y romperla. Eso hizo que a lo largo del país también hubiera una federalización. Más que nunca, quedó demostrado con que se haya hecho una Red Bull en Córdoba. Antes quizá eran 20 figuras muy pesadas y hoy en día son unas 50, que los ves en FMS, tenes unos 30 o 40 de ranking de ascenso y capaz otros que ni aparecen en el ranking, pero son buenísimos. Entonces cada vez hay más figuras, más poderes porque va evolucionando.

Ahora los que destacan tienen su impronta súper marcada, su brillo propio. Siento que se fue expandiendo cada vez más y eso llevó a que todos leveleen (mejoren su nivel) y se arme un circuito más grande”, remarca sobre el crecimiento del movimiento.

De izquierda a derecha Nasir junto a Barto, Alkoy y Mono Strong, clasificados a la final de RB. Foto: Julio Pereyra/Enfant Terrible

El 2015 lo recuerda como uno de los años en donde apenas comenzaba a acercarse a las rimas, para pasar en los siguientes dos años a ser uno de los pilares que se encontraba con firmeza en las plazas del Gran Rosario. “Siempre tuve mucha atracción hacia la música y el arte”, rememora cuando trae a la charla una guitarra que le regalaron, pero hace hincapié en que nunca aprendió “a tocar más de lo básico”. Esa vinculación y pasión por la música se despierta con la primera batalla que vio: “fue un chispazo que me enamoró totalmente”.

Con el tiempo, la improvisación fue nutriendo la escritura y viceversa, evitando que la rima improvisada y la escritura más estricta del rap fueran por dos caminos distintos, tratando de mantener a la par la composición de sus temas y las competencias: “Para mí la música y el freestyle siempre estuvieron de la mano. Ya desde mis primeras compes ya intenté sacar mi primer tema”.

-¿Como conviven la parte más artística y la más competitiva dentro de la misma persona?

-El free y la música siempre estuvieron de la mano, ya desde mis primeras competencias intenté sacar mi primer tema, pero obviamente competir me ayudó a hacer el camino hasta acá. Siempre intento que se comuniquen esas dos facetas y se retroalimenten, que el freestyle sea una herramienta de composición y que la música me dé como una visión más artística de lo que hago. Desde que arranqué hice varios proyectos, tengo un EP porque quizás más popero (alusión al género pop), uno más de trap. Con Fasciolo estamos haciendo un disco siendo cien por ciento rap, que lo más seguro que salga en 2024.

Como que ya encontré cuál es mi gama de colores, mis sonidos y estoy estoy ahí trabajando eso”, destaca sobre esta convivencia.

Foto: Julio Pereyra/Enfant Terrible

-"Serie A" que es el último tema que sacaste, contanos de su proceso y de cómo lo recibió el publico.

-¡Fue algo increíble! Hace mucho tiempo que tenía ganas de empezar a conectar con otros artistas, porque ya tenía a mis seleccionados para el disco. Uno de ellos era Auge, con quien más deseaba colaborar. Nos invitaron a ambos al Room 41, un club de rap en Rosario y nos pusimos en contacto. Le mostré la pista y la letra que tenía, y al día siguiente él ya me mandó un letrón.

Nos pusimos de acuerdo: él grabó en Paraná, su ciudad, y yo en Rosario; pero cuando fuera al Room 41 hacíamos el video. Y re salió. Me gustó porque siento que fue una conexión bien del ámbito underground y que el público estaba esperando algo así. Para mí es un orgullo haber hecho una canción con Auge, que me vuela.

-Si bien estas creando un disco, ya tenes varios proyectos y canciones hechas. Si tuvieras que elegir uno, ¿con cuál tenés más afecto?

-Hay un EP llamado Jelly24 que saqué durante la pandemia. Lo hice en colaboración con Ramiro Sánchez, que me iba pasando pistas mientras yo estaba totalmente aislado. Fue un proceso lindo, como escribir completamente solo. Me gusta mucho cómo quedó.

Ahora, siento que ninguno de mis proyectos anteriores es tan personal y puro como el disco que estoy creando actualmente. Empecé este nuevo proyecto en octubre y ya ha pasado un año desde que arranqué. Ya hay al menos 12 temas que van seguro y probablemente habrá más. Este es mi primer proyecto largo y cada vez que lo escucho me vuelvo a enamorar del disco. Se me ocurren nuevas ideas constantemente, lo que hace que esté totalmente enganchado.

-Una de las canciones que me llamaron la atención, fue “Violencia Institucional”, ¿cómo se empapan las letras de las realidades sociales?

-Esa vez, durante la pandemia, ocurrieron varios casos de violencia policial en un mes, especialmente en Chaco, contra el pueblo Qom. Un día, me desperté muy enojado. Justo habíamos terminado Jelly 24 con Ramiro Sánchez, y le dije: “Está pasando esto, tengo ganas de escribir sobre esto. ¿Tenes alguna pista?”. Y él me respondió: “Sí, amigo, estaba pensando exactamente lo mismo. Vamos a hacerlo”. Y salió ese tema del que estoy realmente orgulloso.

A veces, me cuesta aceptar que, debido a la sensibilidad del tema, es difícil incorporarlo en nuestros shows. Intentamos incluirlo siempre, pero necesito que sea un momento especial, donde la audiencia no se aburra ni se desconecte. Quiero que sea un momento solemne y significativo, porque creo que este tema es importante y tiene matices que marcan la diferencia.

Siento que todo lo que escribo está empapado por lo que siento y vivo. Me cuesta decir: 'Voy a escribir puntualmente sobre esto', porque siempre me voy por las ramas, o me cuesta ser crudo. Siempre busco la imagen o la metáfora adecuada” dice, mientras reflexiona sobre los momentos de escritura.

Se podría decir que Nasir vive en un mundo de letras y rimas improvisadas, que son parte de su vida: 24/7. Pero detrás de eso hay un pibe que es hijo de un herrero que a su corta edad comenzó a ejercer el oficio, y también de una maestra que de grande, consiguió su título como tal. Desde acá partió un nuevo amor para el rosarino, quien comenzó a estudiar la carrera como docente.

-¿Como surge la inquietud de esa carrera?

-Bueno, mi vieja es docente y ella fue quien me inculcó la idea de estudiar esta carrera. A mí me encanta; comencé en 2018, cursé el primer año y luego, en 2019, no recuerdo por qué lo dejé. El año pasado intenté retomar el segundo año, pero como mencioné antes, fue como saltar al vacío por el free. Sin embargo, este año decidí retomarla nuevamente, ya que fue un poco más tranquilo. Obviamente, si llego a tener la oportunidad de vivir de esto, sería ideal encontrar un punto medio. Pero para mí, solo con tener la carrera y poder decidir ejercerla cuando quiera, ya me hace feliz. Siento que también tiene muchos puntos de encuentro con el hip hop.

-¿Dónde ves esos puntos de encuentro con el hip hop?

-El hip hop implica no sólo transmitir conocimiento, sino también dejar algo en el otro. Para mí, educar no se trata simplemente de verter información en la mente de los chicos, sino de utilizar el conocimiento como una herramienta de lucha y de preparar esas mentes que van a ser las que tendrán que luchar el día de mañana.

En las pequeñas experiencias que tuve de dar clases, siempre intento incorporar actividades en las que los chicos puedan rapear, escribir algo o expresarse de alguna manera. Creo que está buenísimo tratar de motivarnos, porque todos tienen algo, solo falta darle esa chispa”.

De a poco, el trabajo que viene haciendo “el Catri” le van dando sus frutos, no solo en la rima improvisada, sino también en los proyectos que acompañan a ese pilar. Con un 2023 que pudo disfrutar mucho más que años anteriores, con la clasificación a grandes competencias, de que lo acompañen los suyos: amigos, familia, su novia y el encuentro constante con otros freestylers.

Para despedirse de esta nota, y literal subir al colectivo que lo lleve a su casa, Catri reflexiona en la importancia de “no olvidar también que seguimos en momentos complicados” en nuestro país, por el contexto de pobreza que nos atraviesa, la violencia en las calles, el narcotráfico y un proceso electoral. Y se despide con estas últimas palabras:

Hoy más que nunca tenemos que ser conscientes de las cosas que están pasando y mantenernos juntos, cuidarnos entre todos y cuidar nuestros derechos. ¡Tenemos que cuidar nuestra cultura! Nos queda disfrutar los pequeños momentos de goce y seguir en la lucha”.

Foto de portada: Julio Pereyra/Enfant Terrible

Comunicador popular. Vecino de Barrio Yapeyú. Me dedico a la fotografía, la redacción y a hacer muchas preguntas.

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