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Isla Mujeres: “hacerse cargo de la obra, es hacerse cargo de una misma”
Isla Mujeres se estará presentando junto a Fonso y las Paritarias en Sala Formosa, el próximo viernes 18, a las 20h. Elena Radiciotti, bajista de ambas bandas, fue entrevistada por Enfant y conversó acerca de los aprendizajes de crecer junto a Isla, la incertidumbre de armar su proyecto solista y cómo el contexto es una fuente inagotable de historias a la hora de componer canciones
El arte dentro del campo de la cultura, se desarrolla a través de la experiencia de quien contempla la obra. Ya sea producto de la naturaleza o realizada por el humano, el objeto muta y cobra sentido dependiendo de quien lo observa. A su vez, la profundidad y significancia descriptiva puede simplificarse en un único significante, según la experiencia del artista.
Desde las imágenes rupestres dibujadas sobre piedras por las civilizaciones antiguas, pasando por los diferentes estadios de la historia, hasta regresar de nuevo al punto de origen, como Picasso con el Cubismo, la expresión del artista sobre la obra, depende también del contexto en el que se encuentra.
La pérdida y búsqueda de sentidos, se bifurcan y proyectan en la realidad. Si en la actualidad la sobredimensión de la imagen por sobre la palabra, lleva a algunos artistas a representar la realidad a través de la ironía y lo distópico, como Isla Mujeres, en su último álbum “Barato Ideal”, no es casual. Más bien es un objetivo bastante claro: “nada es mío, todo es prestado”. Claridad ante todo.
Algo similar describió, en 1985, Federico Moura ante el advenimiento de lo descartable: “tomo lo que encuentro, me siento algo mejor”.
La poesía es a la palabra, lo que la expresión a la imagen, un vaso comunicante para una realidad que casi siempre mantiene al espectador en estado de alerta. ¿Cómo se sintetiza todo el descalabro del presente en una canción, en una foto, en un relato? En tiempos donde todos quieren ser protagonistas, cantarle a la urgencia de la sobresaturación, es apaciguar el síntoma de la repetición de ir detrás de las tendencias.
Con ocho años de trayectoria, cuatro álbumes y varios singles en su haber, Isla Mujeres, hasta que el tiempo demuestre lo contrario, se busca a sí misma en lo cotidiano. No le canta al presente, le escribe a quienes vendrán y a quienes caminan junto al crecimiento de la banda. La síntesis: reinventarse para no repetirse.
La banda se estará presentando junto a Fonso y las Paritarias en Sala Formosa, el próximo viernes 18, a las 20h. Elena Radiciotti, bajista de ambas bandas, fue entrevistada por Enfant y conversó acerca de los aprendizajes de crecer junto a Isla, la incertidumbre de armar su proyecto solista y cómo el contexto es una fuente inagotable de historias a la hora de componer canciones.
Fotografía por: Qornelio Reyna / Elena Radiciotti - bajista de Isla Mujeres
Enfant Terrible: ¿Cómo estás? ¿Con qué canción arrancaste esta semana? Ya sea que la hayas puesto a sonar o que la estés cantando en tu cabeza.
Elena Radiciotti: Estoy bien. Recién almorcé y estoy un toque tirada porque tuve un finde intenso. Arranque con un tema de Pérez que se llama “Los Pájaros” y de un adelanto del nuevo tema de Mora y los Metegoles que me pasaron los chicos y está tremendo.
E.T: ¿Qué otros trabajos tenés?
E.R: Toco en Isla Mujeres y en Fonso y las Paritarias. Ambas bandas están en un momento muy pujante e intenso. Por fuera de eso, trabajo con una amiga vendiendo ropa, que al no tener rigidez de horarios, me permite acomodar los ensayos. A veces hago coberturas de eventos, de Community Manager. La verdadera Multitasking.
E.T: me gusta mucho la síntesis de la frase “nada es mío, todo es prestado”. Hay algo ahí que me transmite a una escena en loop del 2020 para acá. Capaz es porque revisité el video “comiéndonos”, ¿qué tanto se transformó tu trabajo como música?
E.R: no sé por dónde arrancar. Si pienso desde que arrancamos con la banda, hasta ahora, hubo una transformación enorme. No sólo del proyecto, sino a nivel personal. Cuando arranque con la banda tenía 21 o 22 y ahora ya tengo 30. Sos una persona muy distinta entre los 20 y los 30, cambias mucho y aprendes mucho.
Crecí junto con la banda. Antes de Isla no tocaba el bajo, sabía que quería tocar en una banda y estar en el proyecto fue aprender lo que quería hacer, conociéndome a mi misma. En el camino descubrí que me gustaba componer y me abrí paso.
La banda se transformó un montón, cambio la formación varías veces, la música y el sonido cambió, nosotras también. Cuando arrancamos a tocar fue más ‘toquemos en todos lados’. Sos joven, no te importa mucho nada y de repente tiene un rol medio de trabajo. Más allá de que es algo que amamos y no queremos dejar de hacer, se hizo más profesional el ver dónde tocar; que suene mejor y poder vivir de lo que hacemos. Valorar nuestro trabajo, nuestro tiempo y lo que construyo cada una.
E.T: crecer junto con la banda en estos ocho años, se vio reflejado en tu persona y en lo personal de cada una?
E.R: por un lado ocho años no son mucho y por el otro, los tiempos en los que vivimos, donde todo es tan efímero, que te aburrís tan rápido de lo descartable y querés pasar a otra cosa, como que siento que no es despreciable haber construido algo en estos años. Fue un re trabajo. Sobre todo porque son relaciones humanas y tiene su conflicto, como todo.
A mí me pasa que en el momento que estoy atravesando, es a la inversa. Estuve acostumbrada a tomar decisiones en grupo, decidir todo de manera colectiva y hace poco comenzaron las ganas de producir un disco solista y la intriga de saber si puedo hacerlo sola. Parece una pavada pero me da vértigo, porque estaba acostumbrada a estar en una banda y ahora depende de mí. Eso pensaba hace poco. Ahora siento la necesidad de explorar esto otro de cómo soy sin tener que consensuar sin un grupo de personas.
Isla Mujeres durante un show en México. Fotografía por: Qornelio Reyna
E.T: conversando con Lula Bertoldi, ella me comentaba qué, llegado a un punto, se hace cada vez más difícil componer algo que guste, que sea innovador y fresco, cuando la banda se vuelve medio una institución y un concepto para el público. El dilema de seguir creando y no repetirse, ¿cómo te llevás con eso?
E.R: con Isla nos pasa un poco. Inevitablemente te conocés tanto con los demás que en esa búsqueda está el “suena re a nosotras”, pero siento que disco a disco tratamos de romper con eso. Yo soy la primera en aburrirme, incluso cuando tocamos los temas de hace mucho, es por favor no toquemos este tema. Es un desafío re lindo igual. Me gusta seguir buscando cosas nuevas. Uno puede encontrar un estilo y darse el lugar para profundizarlo. Si ya solamente te estás repitiendo porque te sale fácil y no te interpela lo que estas haciendo, te deprime un poco. No quisiera que me pase.
E.T: ustedes como banda tienen una estética reconocible por la versatilidad que manejan, ¿cómo es estar entre las exigencias de la pose que pareciera demandar la industria y lo lúdico del proceso creativo?
E.R: la verdad que no siento que este presente la expectativa externa. Obviamente, si voy a llevar una propuesta a la banda, no va a ser un tango. Si bien hay libertad, hay un montón de criterios pero siendo sincera, nunca sentí que esté esa presión externa de “está de moda esto hay que ir por acá”.
Nosotras tenemos un espíritu medio pop y pegadizo. Eso sucede porque nos gusta, no porque va a tener una función para los demás.
E.T: ¿Impacta la realidad sobre el proceso creativo? Algunos dicen que lo barato sale caro, ustedes de manera irónica retrucan con “Barato Ideal”.
E.R: sí, cien por ciento impacta. Hubo un momento en que Ampi -guitarrista y cantante- terminaba los temas con que no había plata o alusiones al bolsillovacío. Está presente.
Hay algo que me gusta, de que la música que hacemos no pinta un mundo de fantasías que no tiene nada que ver con nuestras vidas. Siento que hay una necesidad y hasta un deber, no sé si ponerlo en esos términos, de representar la realidad.
No es que el arte deba representar la realidad, hay una cuota de fantasía que es super importante, pero bueno todo lo que nos pasa está reflejado ahí y claramente nos afecta el contexto. Todos estamos tratando de vivir del arte, somos personas de clase media y hacemos lo que podemos para seguir dedicándonos de lo que amamos.
Isla Mujeres durante un show en México. Fotografía por: Qornelio Reyna
E.T: por último, durante una entrevista decís “siento que a medida que te vas haciendo más grande te vas haciendo más cargo de tu obra”, ¿sentís que la obra te enseña cosas que no te esperabas?
E.R: no recuerdo quién dijo esa frase, la podría haber dicho yo. Sí, la siento y lo veo en algunas cosas. A medida que voy creciendo no me da lo mismo decir una cosa u otra en una canción.
Cuando arranque pensaba más en “meto está frase porque queda linda” y ahora es más “esta canción va a existir y va a ser algo” y tal vez va a tener una potencia que una no se imagina con anticipación. Es elegir las palabras y pensar de verdad que es lo que quiere decir una. Tenés la oportunidad de componer una canción que va a escuchar un montón de personas y aprovechar ese espacio.
Siento que a mis veinticinco como que hubo un momento de mi vida de “yo hago música, esto es lo que soy”. Parece una pavada porque lo hacía hace mucho, pero a veces te termina de caer esa ficha cuando no lo esperas. Ya no estoy pidiendo disculpas por lo que soy, empecé a hacer esto y quiero seguir haciéndolo. Hacerse cargo de la obra, es hacerse cargo de una misma.
Fotografía de portada: Catalina Elementos - Isla Mujeres
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