Familiares de Gabriela Pérez exigen justicia y pronto esclarecimiento de su muerte

Gabriela Stefi Pérez de 24 años falleció el pasado sábado luego de recibir un disparo en el cuello mientras participaba de un acto electoral del Sindicato de Obreros y Empleados de Empresas de Limpieza, Servicios y Afines de Córdoba (SOELSAC), en el popular Club Yapeyú. Las circunstancias que rodean a la muerte de la trabajadora y afiliada son poco claras; tanto su familia, como colegas y vecinos apuntan a una interna entre barras bravas y otro sindicato de recogida de residuos; el SURRBAC conducido por la familia Saillén

Fotos: Juan Cristian Castro/Enfant Terrible

El sábado 9/9, pasadas las 14:30 horas, una joven de 24 años recibió impacto de bala a la altura de la clavícula cuando estaba en el Club Yapeyú (calle Juan Roque 150), mientras participaba de una reunión del Sindicato de Obreros y Empleados de Empresas de Limpieza, Servicios y Afines de Córdoba (SOELSAC). La mujer debió ser trasladada en un auto particular al Hospital Córdoba donde fue atendida, pero finalmente falleció en una cama de terapia intensiva.

La víctima del disparo fue Gabriela Stefi Pérez de 24 años, madre de una niña de 5 años e integrante de una familia numerosa del barrio. La joven era trabajadora de limpieza tercerizada en el Palacio 6 de Julio, sede de la Municipalidad de Córdoba y afiliada al SOELSAC.

La investigación de lo sucedido lo está realizando fiscal Silvana Fernández, del Departamento III, Turno 3°. Por el momento el tirador no han sido identificado y continúa prófugo.

Según pudo averiguar este medio, las circunstancias que rodean la muerte de Pérez están atravesadas por la disputa electoral entre dos gremios que mantienen una interna sindical. Por un lado, el gremio SOELSAC encuadrado en la estructura del peronismo ortodoxo de las 62 organizaciones y dirigido por Sergio Fittipaldi y por el otro, el SURRBAC conducido por Franco Saillén, de reconocidas simpatías con el kirchnerismo.

Fuentes consultadas por Enfant Terrible aseguran que existen posibilidades de que Fittipaldi pierda la conducción histórica del SOELSAC a manos de una lista apoyada por la familia Saillén.

Cabe mencionar que Saillén además fue electo legislador en las últimas elecciones provinciales por la lista de Hacemos Unidos (encabezado por el PJ Cordobés). El legislador es hijo de Mauricio Saillén, el verdadero pez gordo del poderoso sindicato de recolección de residuos.

“Basta de mafia”

Este lunes por la tarde, vecinas y vecinos de Gabriela, compañeros de trabajo y familiares encabezaron una movilización exigiendo “Justicia por Gaby”. Durante la movilización se pudieron ver carteles que exigían “Basta de mafia”. Denunciaron que dentro del sindicato de limpieza nadie se hizo cargo de la víctima, ya que los dirigientes prefirieron cuidarse a sí mismos en medio de una riña electoral que tendrá lugar el próximo jueves. Por su parte, la familia pide que se suspendan los comicios, hasta que los hechos que rodean a la muerte de Gabriela sean esclarecidos.

Momentos posteriores a lo sucedido el sábado, sin todavía mucha información, varios medios de comunicación informaron sobre el hecho señalando que se trataba de un “grupo” de tiradores que gatillaron desde un auto. Por otro lado, en una cámara de seguridad de la Policía de Córdoba que registró los hechos desde afuera, se ve que los disparos son efectuados por un sólo hombre quien, vestido con de azul y encapuchado, llegó caminando y se posiciona detrás de lo que parece un auto Reanult R19 de color oscuro, ubicándose para, desde allí, realizar varios disparos. Luego se dio a la fuga por la calle Germania.

Lo que no se ve en el registro fílmico es lo que sucede adentro, y aquí se vuelve clave el testimonio de algunas de las hermanas de Gabriela que estaban presentes esa tarde en el acto, ya que también pertencen al SOELSAC.

¿Fuego cruzado?

Dalma escuchó cinco disparos y pensó que "eran fuego artificales" ya que junto al club se celebrarba un cumpleaños. Según contó a este medio, "con el sonido de los disparos la gente empezó a correr y por la multitud se armó una avalancha" por lo que la joven se dirigió hacia el fondo del salón. Entonces encontró a su hermana "agarrándose el cuello en el suelo".

Sin embargo, Dalma sostiene que los disparos no se efectuaron sólo desde afuera, sino que hubo fuego cruzado: “Cuando yo la quiero socorrer, seguían disparando desde adentro, desde donde estaba el asador, hacia afuera. Yo pedía que pararan, porque se me moría mi hermana en los brazos”. Según el relato de la hermana de la víctima, nadie quería levantar a Gabriela cuando estaba herida, mientras tanto ella hacía presión sobre la zona del disparo, mientras la acompañaban dos colegas, Mechi y Lautaro. “Yo lo obligué a un dirigente, Coco (Cristián Fuentes) a que la suba a un auto y la llevemos a un hospital, pero allá nos dejaron solas, nadie se hizo cargo”.

Para las hermanas de Gabriela, el disparo registrado por la cámara de afuera del club nunca pudo haber llegado hasta ella, ya que antes había muchos otros objetivos: “me tendría que haber pegado a mí antes, porque yo estaba al frente de mi hermana, de espaldas al portón de entrada. Le tendría que haber pegado a la gente que estaba en la puerta”, reconoce Dalma.

Otra hipótesis del conflicto

Según contaron otras fuentes presenciales, la bala del sicario apuntaba a un dirigente del sindicato conocido como Gonzalo, hermano de Coco, pero descartaron que se trate de una interna sindical en el marco de las elecciones. Más bien es una interna del propio SOELSAC con “La Fiel”, la barra brava del Club Atlético Talleres:

“Ellos tuvieron un problema antes con esa gente (de la barra), porque salieron a corretearlos y pensaron que no iba a pasar nada. Había una parte de la barra que estaba dentro del club Yapeyú y hay otra parte de la barra que es del barrio Yapeyú, que no están de acuerdo, se están peleando por el lugar, por el espacio”.

Una hipótesis de la familia y vecinos del barrio para denunciar que se trata de un conflicto de estas características (y no una cuestión sindical), está en la ausencia de ciertos personajes en el momento del tiroteo, muy vinculados a la actividad entre barras: “¿Por qué no estaba ahí el Nacho, el Rambo, su hijo, el Mono?, ¿Por qué no estaban ahí comiendo el asado como todas las reuniones que comen asado? Porque ellos ya sabían lo que iba a pasar, porque son todos de la barra brava de Talleres, porque se fueron antes”, atinó otra de las hermanas.

Limpieza de la escena

Lo que sucedió después de la balacera es tal vez el hecho más grave después de la muerte de Gabriela. El Club Yapeyú es un espacio muy popular y concurrido, allí no sólo hacen actos dirigentes sindicales, también el propio Martín Llaryora ha organizado multitudinarios actos, se realizan bailes y otros eventos importantes del barrio. ¿Será por eso que después de que el piso del lugar fuera manchado de sangre, el mismo día, “el señor Chipaca”, presidente del Club Yapeyú abrió el espacio como si nada hubiera pasado?

“Chipaca desarmó toda la escena, a las dos empezó a armar todo para hacer una fiesta y al otro día hicieron otra fiesta, y armaron todo de vuelta para hacer el bingo, porque hacen un bingo clandestino en ese lugar. Yo quiero que lo clausuren, porque ellos no respestaron la memoria de mi hermana”, denunció una de las hermanas. Esto posiblemente implicaría que la escena del crimen no sólo fue completamente adulterada, sino que hay pruebas descartadas y que tal vez nunca más se puedan recuperar.

Interna sindical

Trasladando el tono hacia la interna sindical, tanto Fittipaldi como Saillén se tiraron culpas por los hechos, empezando por el primero, quien denunció en un comunicado que: “Desde que a Franco Saillén se le ocurrió competir inéditamente en las elecciones de otro sindicato, los actos de violencia sucedieron. Estos dirigentes que exponen una pretendida conducta gremial democrática están seriamente cuestionados en el manejo de sus organización, con denuncias penales y detenciones de sus principales referentes (un palo para Saillén padre)”.

“No hay dudas de que la investigación judicial debe buscar en la participación de Saillén y entre sus supuestos representantes en la interna gremial de SOELSAC, a los verdaderos responsables del ataque a Fittipaldi y la muerte de Gabriela Mónica Pérez”, expresa el comunicado firmado por el mismo Fittipaldi.

Por su parte, la respuesta de Saillén no tardó en llegar y vía Twitter (X) acotó: “No tenemos ninguna duda que es una maniobra de Fittipaldi, quien en claro conocimiento de la inminente derrota en las elecciones del gremio recurre a lo que sea. No solo condenamos este terrible hecho, sino que exigimos el inmediato esclarecimiento por parte de la Justicia de esta muerte que enluta a toda nuestra comunidad”.

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