En la madrugada del sábado pasado, arribando a su barrio en la localidad de San Francisco, Nicolás Barón Miño, de 23 años, sufrió abuso policial por parte de dos suboficiales. El joven recibió un impacto de bala de goma en la cabeza y hoy la puede contar. Evidentemente las políticas institucionales de la policía que rigen en la docta, siguen siendo parte de la doctrina chocobar, la del antiguo código de faltas, y la de la dictadura cívico militar.

"Me llamo Nicolas Baron Miño, tengo 23 años, soy padre de un nene recién nacido, trabajó como empleado de la construcción durante la semana y los fines de semana realizo mantenimiento en loteos de la Ciudad. El viernes a la noche fui una víctima involuntaria de la violencia policial", así comienza el descargo de Nicolas en sus redes sociales haciendo énfasis en su padecer por los sucesos del sábado pasado a la madrugada.

Alrededor de la 1:30 a.m, en el barrio Jardín de la ciudad de San Francisco, Nicolas Baron Miño de 23 fue sorprendido de regreso a su casa por dos policías. Entre maltratos y faltas de respeto, le dispararon en la cabeza al joven sin previo aviso. Hoy Nicolas pudo sobrevivir a la bala de goma y puede contarlo.

El joven públicamente denunció los hechos y en todo momento reafirmo no saber los motivos por los cuales la policía lo paró, “no me explicaron nada, ya vinieron con malos tratos. Ni les interesó lo que yo les iba a decir. Yo les dije que no me trataran mal, les dije 'no estoy haciendo nada, estoy hablando con el tío de un amigo' y no les importó”, expresó al diario el Periodico.

En primera persona Nicolas comentó: “Yo salía para la casa de un amigo, le iba a preguntar sobre un videojuego. Yo veo que estaba el comando policial. Me apoyo en el camión del vecino de la casa de al lado, que es tío de mi amigo, y me pongo a hablar. Uno de los policías se baja con malos tratos y me dice 'salí de ahí', me agarra del brazo, me lleva para la calle y me empuja contra el móvil. Yo estaba asustado, no sé por qué, y en eso que se descuidan me voy porque ya me habían agarrado con malos tratos y pensé que me iban a llevar sin saber por qué. En eso hago 15 metros y me disparan. Y seguí corriendo por el miedo, la adrenalina, no sé”.

Luego de los sucesos fue atendido por una ambulancia en el domicilio, luego fue trasladado y asistido al hospital Iturraspe de San Francisco. Con tres puntos en la cabeza, hoy el joven debe permanecer en reposo y no podrá trabajar por 20 días.

Los policías implicados en la situación son Elías Zarate y Myriam Toranzo, de la Departamental San Justo, quienes en declaraciones públicas anunciaron que confundieron a Nicolas con otro joven que había huido de un control policial. Los policías pasaron a situación pasiva y la fiscal Leonor Faillá, quien investiga el hecho, imputó por el delito de lesiones dolosas a Zárate, aunque le permitió seguir en libertad.

Parece ser que en la provincia del código de faltas, el cual proviene de las épocas más oscuras del país, no cesa el accionar nefasto de las supuestas fuerzas de seguridad, que con total impunidad, siguen ejerciendo su oficio arbitrariamente desde la inhumanidad, el sadismo y el fascismo más rancio. Este Jueves, otro año más, en la ciudad de Cordoba se realiza la marcha en contra del gatillo fácil poniendo voz a las familias de cientos de pibes asesinados por la policía en los últimos años.

Seguimos y seguiremos pidiendo justicia a los gritos, por que parece que Juan Schiaretti, aun no nos escucha.