Se acentúa la violencia del Gobierno a las trabajadoras de las líneas 144 y 137

Enfant Terrible entrevistó a Laura Boggon y Fernanda Fuentealba, delegadas de ATE de las líneas 137 para víctimas de violencia familiar y sexual, y 144 para atención a víctimas de violencia de género.

Por Victoria Marconetto para Enfant Terrible

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A raíz de la denuncia de Fabiola Yáñez, la violencia de género ocupó el centro de la agenda en los principales medios de comunicación. Pero no sucedió lo mismo con la realidad que atraviesan los programas, recursos y condiciones de trabajo de quienes ponen el cuerpo en dispositivos focalizados, cuyo objetivo es dar respuesta ante un entramado de violencias que termina en la muerte de al menos una mujer cada 28 horas en Argentina.

En los hechos, la realidad nacional estuvo atravesada por este debate durante las últimas semanas. Miles de mujeres vieron por "cadena nacional", sin importar cuán cerca de los feminismos se perciban, cómo una ex primera dama relató el horror y denunció a su agresor, con el poder evidente que guarda la figura presidencial. En ese marco, el vocero presidencial y su ejército de trolls remarcaron la importancia de la Línea 144, la misma que hoy sufre una grave vulneración. ¿Qué dicen sus trabajadoras?

Foto: Julio Pereryra / Enfant Terrible.

La tarea

Fernanda, desde la Línea 144 para víctimas de violencia por motivos de género explica: “Lo que hacemos es el acompañamiento, contención y asesoramiento para realizar las denuncias, si por ejemplo en una comisaría no se la quiere recibir, articulamos con la institución o juzgado para ver las dificultades.”.

Por su parte, Laura detalla: “La Línea 137 del programa para las víctimas de violencia y delitos sexuales funciona en la órbita del Ministerio de Justicia. Son consultas que no constituyen denuncias, se comunican habitualmente desde la persona victimizada, hasta una escuela en donde una niña, niño o adolescente devela determinada situación de violencia o abuso en el ámbito familiar, o cualquier otro”.

Y agrega: “También en comisarias cuando los juzgados intervinientes solicitan la presencia de un equipo profesional, ya que en entrevistas podemos obtener datos que en las declaraciones policiales tal vez la persona no los supo o pudo dar. Es otra la dinámica de una declaración ante la policía o ante profesionales especializados en la temática”.

“Hay provincias que quedaron con una sola trabajadora o ninguna”

La Línea 144 dependía del Ministerio de Mujeres, Genero y Diversidad. Una vez eliminado, sus trabajadoras aún no tienen claro si pasarán a depender de la cartera de Capital Humano o Justicia, en el marco de que los recursos destinados al acompañamiento se encuentran totalmente paralizados.

Fernanda señala: "Nos encontramos en un proceso de transición, la línea nunca paró ni dejó de funcionar, pero con los despidos hay áreas que quedaron diezmadas. Ahora lo que nos están diciendo es que sacan la palabra 'género'. Dicen que están evaluando cómo vamos a continuar".

Actualmente se encuentran trabajando 79 operadoras con contrataciones cuyo vencimientoes a 3 meses. El recorte fue del 50%, ya que hasta hace unos meses atrás eran 146 las personas trabajando en la línea 144, incluyendo a quienes hacen el soporte y sostén de los equipos.

"Quedó vacía directamente el área de videollamadas para personas sordomudas por el despido de la última trabajadora que quedaba. Después por otro lado están los PAD, que eran las articulaciones territoriales en todo el país, despidieron a más de 100 trabajadoras, quedaron solamente 42 y no están en todas las provincias. Hay provincias que quedaron con una sola persona o directamente ninguna", advierte Fernanda.

Foto: Archivo Enfant Terrible.

En el caso de la 137, Laura describe una dinámica similar: “Hoy somos aproximadamente 50 trabajadoras y trabajadores, psicólogas y trabajadoras sociales. En diciembre tuvimos 8 despidos, compañeras que ingresaron en 2023, por uno de los primeros decretos que sacó el actual presidente. Sufrimos otro recorte en el mes de marzo en donde 10 compañeros más, de 10 o 14 años de antigüedad fueron despedidos, sin ningún criterio lógico u objetivo más que reducir la planta del Estado”.

A su vez, agrega que las modalidades de contratación fueron siempre muy precarias: “la mayoría teníamos contratos anuales y desde el inicio de esta gestión pasamos a contratos trimestrales. Nos adelantaron que esto se sostendría durante todo su mandato, es decir cada tres meses estamos sin saber si vamos a continuar o no prestando servicios, lo cual torna la situación muy difícil de sostener con la ansiedad, incertidumbre y todo lo que conlleva”.

El salto y la ceguera

Las denuncias de las trabajadoras estatatles se enmarcan en una política general de desmantelamiento y ataque sistemático contra toda política vinculada a la violencia de género y a los derechos sexuales.

Retomando el inicio, en las últimas semanas, voceros de ese programa y miles de cuentas en las redes sociales instalaron que la violencia de género existe y tiene consecuencias. Pero lo más importante: millones de mujeres desde sus casas lo vieron. Muchas, atravesadas por esa situación con todo lo que implica el miedo a la hora de pedir ayuda o realizar una denuncia.

"Ante situaciones que se tornan mediáticas o de público conocimiento sobre las temáticas de violencia familiar o sexual, las llamadas a la línea aumentan exponencialmente, quizás aquellas personas que no se han animado podido o sabido contar que es lo que está pasando en ese momento deciden hacerlo”, advierte Laura Boggon.

En este sentido, es importante remarcar que la línea 137 cuenta con equipos de seguimiento para darle continuidad al proceso de denuncia, otro equipo especializado en "grooming", el cual se dedica a violencias digitales. Las trabajadoras de la línea tienen un promedio diario de 30 0 40 llamadas, situación que aumenta ante contextos determinados.

Por su parte, Fernanda marca sobre la 144: “en las últimas semanas a raíz de la denuncia de Fabiola Yáñez tuvimos picos de llamados. Sabemos que aumentaron al menos un 50% por una de las estadísticas con las que trabajamos, pero no podemos tener la información afinada porque despidieron a casi el 90% del área de bases de datos que nos brindaban información técnica del sistema. Lo último que se pudo tabular que corresponde a mayo y como el 28 de junio fueron desvinculadas, luego no se pudo recabar”.

La trabajadora se refiere al conjunto de la información cuantitativa y cualitativa que arrojan los sistemas con los que trabajan a la hora de registrar la procedencia y el contenido de las comunicaciones. Esta información resulta clave a la hora de planificar políticas públicas.

¿Cómo seguirán las líneas y sus trabajadoras?

Sobre la continuidad de estos programas, las trabjadoras expresan que no saben si continuarán o no en sus puestos de trabajo luego de septiembre:

"Hemos tenido que reestructurar guardias para poder continuar las 24 horas, los 365 días del año. Lejos de aumentar la cantidad de profesionales como planteamos desde hace años estamos en el proceso inverso", advierte Laura.

Desde la línea de atención para violencias de género, ahora renombrada “para personas en situación de violencia y riesgo”, Fernanda concluye: “como trabajadoras especializadas en la temática consideramos que es indispensable continuar con políticas públicas de acompañamiento para salir y prevenir situaciones de violencia. La violencia por motivos de género en Argentina existe: mueren mujeres y hay crímenes de odio permanentemente. Mientras haya menos presencia del Estado para el acompañamiento, habrá mayor cantidad de situaciones con riesgo de muerte”.   

En el año 2015 tuvo lugar el primer "Ni una Menos" en Argentina. Las calles de todo el país se llenaron de mujeres que por primera vez salieron a decir “paren de matarnos”. Hasta el 30 de mayo de este año el Observatorio "Ahora que si nos ven" registró 2544 femicidios que tomaron estado público. 

Con el conocimiento de que muchos no llegan a las pantallas y un reloj corriendo que contabiliza en lo que va del año un femicidio, transfemicidio o crimen de odio cada 28 horas, ante una política de desmantelamiento es importante insistir: El Estado es responsable. 

*Foto de portaada: a quién le corresponda.

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