Anahí Bulnes: una condena histórica lograda por la lucha de las trabajadoras sexuales

Por segunda vez en los últimos 24 años, la Justicia de Córdoba condenó a un hombre por el femicidio hacia una trabajadora sexual. Enfant Terrible dialogó con Blanca Mendoza, dirigente de AMMAR, sobre el trasfondo del juicio, la importancia de la organización gremial y el sentido de la sentencia.

Por Bahía De Palma para Enfant Terrible

El pasado miércoles, la Cámara Sexta del Crimen de Córdoba condenó a Santiago Campos Matos a prisión perpetua por "homicidio calificado por mediar violencia de género" contra Anahí Bulnes, docente y trabajadora sexual de 36 años, desaparecida y asesinada en diciembre de 2022. 

En medio del frenesí que provocó el mundial de fútbol en diciembre del aquél año, los carteles con la foto de una mujer junto a la solicitud de información útil para dar con su paradero, empapelaron la ciudad. El rostro expuesto era de Anahí Bulnes, quien había salido de su casa sin regresar jamás. Al pasar las horas sin saber de su paradero, su familia empezó a buscarla sin descanso.

La investigación, a cargo de la fiscal Eugenia Pérez Moreno del DIST.II, T 6°, estableció que Anahí ejercía el trabajo sexual de forma esporádica, motivo por el que sostuvo un encuentro con Campos Matos. Además, se constató -gracias al registro fílmico de una cámara de seguridad- que Bulnes ingresó al departamento de Matos, pero nunca salió. Sin embargo, el cuerpo de la mujer no fue encontrado.  

Foto: Pedro Castillo/La Voz.

Blanca Mendoza, secretaria gremial de la Asociación de Mujeres Meretrices Argentina (AMMAR), relató a Enfant, que la abogada de la familia Bulnes, Daniela Morales Leanza, se contactó con ellas apenas supo del segundo trabajo de Anahí, quien también ejercía la docencia. Días después, las trabajadoras sexuales organizadas salieron por diversos lugares de Córdoba a preguntarle a sus compañeras si habían visto a Bulnes, logrando generar y aportar pruebas a la causa.

No es la primera vez que desde AMMAR intervienen en un proceso judicial, antes lo hicieron en el caso de Andrea Machado, asesinada en 2013 por Carlos García, quien en el primer juicio fue absuelto por el "beneficio de la duda", aunque el cuerpo de la víctima estaba en su patio. En una segunda instancia, el femicida fue sentenciado a 17 años de prisión, convirtiéndose en la primera persona en ser condenada por el asesinato de una trabajadora sexual. “En ese momento hicimos de investigadoras, recorrimos la zona (...) con Anahí nos pasó lo mismo”, dijo Blanca.

Antes de conocerse la sentencia en el caso Bulnes, la familia junto a compañeras del gremio escucharon con lujo de detalle la hipótesis de la fiscalía sobre lo que Campos Matos hizo con el cuerpo de Anahí. La crueldad impregnó la sala.

"Las mujeres padecemos múltiples discriminaciones de género, las cuáles en el trabajo sexual se multiplican. No hay reconocimiento. Las trabajadoras sexuales sufren estigmatización y eso las pone en una situación de vulnerabilidad", denunció la defensa de la familia durante los alegatos.

La sentencia dictada por el jurado popular estableció la pena de prisión perpetua contra Santiago Campos Matos por ser responsable del homicidio, con agravante por razón de género. Es la segunda emisión de la justicia cordobesa donde se reconoce este tipo de crimen hacia una persona que ejercía el trabajo sexual. 

Según el Registro Nacional de Femicidios hacia Trabajadoras Sexuales realizado por AMMAR, hubo por lo menos 44 asesinatos de trabajadoras sexuales en el país entre 1996 y 2016. 

En 24 años de lucha, este es el segundo juicio donde se condena a alguien por asesinar a una trabajadora sexual”, expresó Blanca.

Blanca Mendoza en la sede de AMMAR. Foto: Lourdes Catalfamo/Enfant Terrible,

AMMAR: una historia de trabajo, resiliencia y solidaridad

La sede de AMMAR Córdoba surge en el año 2001 como respuesta a la constante represión policial. “Estábamos cansadas de ir presas hasta 180 días por algo que no es un delito", explica Blanca.

Con el impulso de compañeras de Buenos Aires y la visita de Elena Reynaga, fundadora de AMMAR y de la Red Latinoamericana y del Caribeña de Trabajadoras Sexuales, comenzó la organización en la capital citadina.

Las demandas que tomaron forma en 2001 siguen intactas: “Nuestro patrón siempre fue la policía, queremos una ley que nos proteja, que nos reconozca como trabajadoras”. 

La dirigente aseguró que se conformaron como una organización sindical porque es “la única forma de proteger los derechos laborales”, entre los que se encuentran el acceso a la vivienda, a la jubilación, a las vacaciones. 

Consultada por la colaboración del sindicato en el juicio por Anahí Bulnes, Blanca destacó que están satisfechas de que la familia haya aceptado su “aporte”:

“Sabíamos que si no salíamos nosotras no iba a ser fácil. Cuando decidimos ponerle el cuerpo a las investigaciones nadie nos cuida las espaldas. Pero estamos convencidas, tenemos que hacer justicia por una compañera que está desaparecida”.  

Polo productivo, sanitario y educativo de AMMAR, “Sandra Figueroa”. Foto: Lourdes Catalfamo/Enfant Terrible.

Es trabajo 

En el recién inaugurado polo productivo, sanitario y educativo de AMMAR, “Sandra Figueroa”, funciona una escuela primaria, cursos de oficios, un consultorio con médica generalista, ginecóloga, psicóloga y también se hacen testeos para VIH. Además, está instalado el "Museo Global de las Trabajadoras Sexuales", el cual cuenta con una muestra de fotos de trabajadores y trabajadoras de Latinoamérica y el Caribe. En otra sede funciona una "casa cuna".

El polo lleva el nombre de una mujer que también tiene un legajo en Tribunales: Sandra Figueroa. Fue asesinada el 27 de enero de 2004 en Rosario, después de denunciar a la división de moralidad pública de la policía de Santa Fe, que perseguía a trabajadoras sexuales y estaba implicada en trata de infancias.  El policía Diego Víctor Parvulczyk es el único imputado y fue sobreseído por “falta de pruebas”. 

En este sentido, el juicio por Anahí Bulnes es emblemático. “Que hayan condenado a Campos Matos no nos devuelve a Anahí, pero si marca un antes y un después”, subrayó Blanca. 

Madre y padre de Anahí, quienes no descansaron hasta obtener justicia Foto: @leoguevara80.

Haciendo referencia al reclamo histórico, Blanca destacó que en este proceso la Justicia reconoció que “el trabajo sexual es trabajo”. 

El juicio por Anahí Bulnes dejó aires de justicia para un sector que no suele recibir buenas noticias del Poder Judicial. En este contexto, Blanca Mendoza reconoce que es un buen momento para entablar diálogos con los feminismos y los grupos abolicionistas y discutir la problemática: “Si no lo hacemos van a seguir muriendo compañeras”. 

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