El Senado de la Nación aprobó el nuevo régimen para combustibles orgánicos. La medida fue resistida por el ala dura de la oposición y senadores cordobeses, pero terminaron perdiendo por 42 votos a 19. Nuevamente se esgrimieron argumentos ya obsoletos para defender la práctica agraria que es desalentada por las propias potencias que la promovían en un principio.

Continúa el debate entre un oficialismo que busca reducir los cortes de nafta a través de una nueva Ley de Biocombustibles, impulsada por Máximo Kirchner, y una oposición que responde a los intereses lobbystas del sector agroindustrial. En el medio lo que se juegan son políticas energéticas que vienen costando millones al Estado Nacional por financiar un modelo que afecta al ambiente y la salud.