Luego de varios meses de discusión, que escaló en mayo cuando venció la prórroga original para los subsidios a los agrocombustibles, finalmente el Senado de la Nación aprobó un nuevo régimen, presentado por el oficialismo a través del diputado nacional Máximo Kirchner.

El nuevo marco regulatorio para combustibles orgánicos regulará un corte del 5% para el gasoil y el biodiesel y del 12% entre las naftas y etanol (6% distribuido entre maíz y azúcar). Tendrá vigencia hasta 2030, con posibilidad de prorrogarlo por 5 años más si el Ejecutivo Nacional así lo decide.

Los votos fueron 43 a favor y 19 negativos. Estos últimos se concentraron en el bloque duro de la oposición (Juntos por el Cambio), que cuestionó al oficialismo por hacerle el guiño a la industria hidrocarbúrica.

Además, senadores cordobeses cuestionaron que la nueva normativa afecta a la industria etanolera que tiene mayor fuerza en Córdoba en relación al maíz, con respecto al resto del país. Sin embargo, el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda y legislador por el Partido Justicialista (PJ), Carlos Caserio, afirmó que: "los senadores de Córdoba y los míos tienen que quedarse tranquilos, porque no va a haber ninguna baja en el corte, porque así quedamos de acuerdo con el Gobierno nacional y con el secretario de Energía".

Pero nuevamente los argumentos se centran en puntos que ya han quedado obsoletos contra la evidencia científica y el paso del tiempo.

La senadora mendozina por la Unión Cívica Radical (UCR) Pamela Verasay, criticó que mientras se aprueba esta normativa, "el mundo va hacia la descarbonización", lo cual en realidad omite que la política ambiental internacional apunta principalmente a la reducción de CO2. Esto es algo que los combustibles como el etanol (ya sea de maíz, caña de azúcar o soja) no ha contribuido a disminuir en los más mínimo según estudios de instituciones como el Instituto de Energía la Universidad de Michigan (Estados Unidos).

La misma Unión Europea, una de las impulsoras del modelo agro energético, ya ha desalentado la importación de estos recursos en los últimos años por considerarlos contaminantes.

Otro que redundó fue el senador del PRO, Humberto Schiavoni, quien apeló también a la cuestión ambiental, y caracterizó como "exitoso" al régimen que cumplía ya 15 años. Schiavoni omitió que los subsidios han generado más pérdidas que ganancias, financiando desde los bolsillos de la gente a un sector que se ha dedicado a hacer lobby. Desde Casa Rosada ya han señalado que el monto de pérdida asumido por el Estado nacional ha sido de 7.400 millones de dólares.

Además de ser más caros, los combustibles elaborados a partir de soja y maíz son menos eficientes que los obtenidos con petróleo. Un litro de etanol rinde energéticamente el 75% de un litro de nafta; y el biodiesel, un 87% del litro de gasoil.

La cuestión de la producción energética toma cada vez más fuerza en la agenda nacional e internacional. Los hidrocarburos son cada vez más cuestionados, junto a los agrocombustibles, y se plantean otras prácticas "limpias" como la solar, eólica o hídrica. Aunque a escala mayor, dichas discusiones sobre la "transición energética" apuntan a sostener el modelo capitalista sobre su base extractivista.

Imagen de portada: LVDI