Neuquén y Río Negro eligieron ayer a sus respectivos gobernadores en unos comicios cuyos resultados dejan varias lecturas interesantes. Por un lado la elección de Río Negro devolvió el poder a Alberto Weretilneck, quien se hallaba lejos de la gobernación y ocupando una banca en senadores con bloque propio. La alianza Juntos Somos Río Negro salió victoriosa con el 52% de los votos provinciales y está integrada por varias fracciones estratégicamente antagónicas, a saber:
Por un lado esta el desaparecido pero provincializado Frente Grande (del que Weretilneck fue presidente hasta 2014), una fracción del kirchnerismo camporista dirigida por Martín Doñate, otra del Movimiento Evita, otra del PJ pichettista, con el que el gobernador electo rompió relaciones en 2014. Además, el espacio contiene una fracción del PRO, y tiene también una importante presencia radical. ¿Los une el amor o el espanto?
A poco de conocerse la victoria, referentes de todos los espacios se subieron la foto de Weretilneck. Las felicitaciones llegaron desde Patricia Bullrich al presidente Alberto Fernández. De momento nadie explicó cómo se llevará a cabo una gestión con semejante disparidad política durante los próximos 4 años, aunque el recién electo gobernador se despegó rápidamente del oficialismo y de las próximas elecciones nacionales. "A nivel nacional cada uno tiene sus propias ideas. Nuestro proyecto provincial no está supeditado a lo nacional”, señaló en rueda de prensa.
Las elecciones en Neuquén arrojaron una primera derrota para el MPN en casi seis décadas. El candidato vencedor fue el ex vicegobernador de Omar Gutiérrez, Rolando "Rolo" Figueroa que cosechó el 35,6% de los votos y venció al delfín del MPN Carlos Koopman que se llevó el 33,1% de los sufragios. En tercer lugar quedó Ramón Rioseco del FdT con 12% y con casi 8% el candidato de Milei, Mario Cervi.
Presentado como un candidato antigrieta, Figueroa anunció hace escasos seis meses que competiría en la elección por fuera de la estructura del MPN y recogió respaldos de todos los sectores. "Me siento orgulloso de ser parte del MPN, pero me incomoda no sentir orgullo en el presente cuando tenemos una provincia rica con mucha pobreza; es intolerable la desigualdad cuando lastima y daña", dijo entonces.
Ampliamente festejado por las principales referencias del PRO, la constelación de respaldos políticos de Figueroa deja expuesta una fractura provincial del partido amarillo. Al ser felicitado por Patricia Bullrich, la referenta local del PRO, Leticia Esteves le recordó que sus alfiles provinciales siempre apoyaron al MPN oficialista. "No apoyaste al pro, tus referentes son funcionales a los que gobiernan Neuquén hace 60 años", le reprochó la dirigente vía Twitter.
A pesar de que su larga trayectoria vinculado al MPN y los acercamientos de los caudillos sureños con las distintas versiones del peronismo, la de Figueroa promete ser una gobernación provincializada y de negociación y pelea con la Nación, independientemente de quién se siente en el sillón de Rivadavia a partir de Octubre del 2023.
Otras elecciones quedaron empañadas por los comicios de Neuquén y Río Negro, pero cuyos resultados también marcan una tendencia precoz de cara al año que nos espera fue la de localidad de General Cabrera, en Juarez Célman, en el interior cordobés. Se trata de las terceras elecciones (después de las de La Falda y Hernando) en territorio mediterráneo que otorgó la victoria a Juntos x el Cambio. El intendente Cavigliasso renovó mandato y fue aupado por Luis Juez y los halcones de Bullrich.
Aunque el órdago de Cavigliasso fue notorio -ganó con el 77% de los votos-, no fue solamente el ala dura del macrismo la beneficiaria. Por el búnker electoral se dejaron ver figuras del radicalismo como De Loredo, Mario Negri y Dante Rossi, además de un llamado de Morales. Por su parte, el oficialismo provincial reconoció la victoria del radical y le dedicaron sendos tweets el gobernador Schiaretti y el intendente Llaryora.
Es pronto para sacar conclusiones generales sobre las elecciones que hasta ahora han tenido lugar en localidades y provincias del país. El año electoral todavía tiene muchas sorpresas pero una cosa puede señalarse, a propósito de la victoria de Weretilneck y Figueroa: los candidatos catch'em all garpan.
Las campañas de ambos candidatos apostaron por la provincialización de la campaña electoral. Lejos de pegar sus sellos a las grandes figuras nacionales, y más allá de las componendas posibles, reales y necesarias, ambos dirigentes se limitaron a construir un discurso a propósito de los problemas locales. De la política "neuquinizante" de Figueroa al unibloque bisagra tironeado por Todxs de Weretilneck, lo que queda claro es que los grandes armadores nacionales ya no son garantía de victoria. Resta saber si lo serán de gobierno.
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