La corrida bancaria que sobrevino a la renuncia de Martín Guzmán todavía mantiene al dólar flotando arriba de los 280 pesos. Por su parte, la nueva ministra Salvina Batakis anunció que "no es momento" de dar curso a la implementación de una Renta Básica Universal y priorizará la agenda del FMI.

La economía bimonetaria como eje de todos los males en el último discurso de la vicepresidenta Cristina Kirchner e esbozaron la línea de trabajo que la accionista mayoritaria del FdT busca encarar para paliar la alta inflación y la escasez de dólares. Sin embargo, ¿dónde quedan las demandas de los movimientos sociales en este contexto?

Sobre la Renta Básica y la agenda de los y las excluidos, hablamos con Coti Sanpedro del Frente Patria Grande de Córdoba, una de las organizaciones que integra la coalición de gobierno y que promueve la RBU en la Cámara de Diputados.

Entre la "tercerización de los planes" que denunció la vicepresidenta semanas atrás y el relato sobre "mantener vagos" que sostiene la derecha, ¿cuál crees que sería realmente la función social y económica de la RBU?

El debate en torno a los planes sociales es un tema de agenda que suele ser abordado sin leer la complejidad de la realidad, basándose en chicanas y desconociendo a las organizaciones populares y el laburo que vienen haciendo -históricamente-, pero en particular en este contexto, para paliar la crisis.

En ese marco parece importante aclarar que el Potenciar Trabajo al que refirió Cristina en su discurso del plenario de la CTA es un salario complementario que otorga el Estado para permitir que trabajadores y trabajadoras del economía popular organizada, que están trabajando diferente unidad productiva operativa espacios de base, en la gricultura familiar etc.. puedan llegar un salario mínimo. Nosotros creemos que es una política que se tiene que sostener e incluso fortalecer para mejorar las condiciones de trabajo de esas 1.300.000 personas que hoy lo están cobrando.

Con todo, el Potenciar Trabajo no es suficiente porque contiene solo una porción de quienes realizan tareas economía popular. Por otra parte en Argentina hay diferentes formas de cobertura social universal que garantiza un piso mínimo derechos, para la infancia por ejemplo, con la asignación universal por hijo y para la tercera edad a través de la moratoria.

Hay una porción de la población económicamente activa que no se encuentra en el sector del empleo formal, privado o público, que tampoco está dentro de las organizaciones de la economía popular pero que sí trabaja; haciendo changas, realizando tareas de cuidados o como cuentapropiestas. Todas las personas no tienen garantizado un ingreso mínimo que le permita tener cubierto al menos la canasta básica alimentaria, esto abarca 7 millones y medio de personas que no recibe ningún tipo de asistencia del Estado y el primer indicador de la situación de precariedad en que desarrollan su trabajo fue la masiva inscripción al IFE durante la pandemia.

A este sector en particular, el salario básico universal les permitiría, por una parte un piso de ingreso mínimo individual para salir de la indigencia y en segundo lugar que el Estado reconozca su trabajo y empiece a mejorar las condiciones en las cuales se desarrollan. Para nosotros es fundamental porque se trata de una medida que busca alcanzar la cobertura de este sector pero que también propone una distribución de la concentración de la riqueza de nuestro país, que hoy se piensa como una salida de emergencia para responder a la enorme crisis que están viviendo y pagando los sectores populares pero que también implica una discusión más amplia en torno a a la garantía de derechos

En el marco del actual cuadro inflacionario, la emisión monetaria para garantizar ¿la RBU afectaría negativamente a la economía? ¿De qué otras formas consideran que podría garantizarse este ingreso universal?

No, el Salario Básico no afectaría negativamente a la economía porque, de base implica garantizar la salida de la indigencia de más de 7 millones de personas. El básico universal representa el 1 % del producto bruto interno y hay que tomar ciertas decisiones porque esa plata no se consigue a través del emisión monetaria.

En el marco del acuerdo con el FMI lo que se exige es la disminución del déficit fiscal. Eso se hace o recortado más o recaudando más. Tranquilamente la plata para el Salario Básico se puede conseguir mejorando la recaudación y enfrentando evasión, no con emisión monetaria ni creando nuevos impuestos. De todas formas tampoco estaría mal que se discuta otra vez el aporte a las grandes fortunas.

La clave es que la decisión política sea que la crisis y el ajuste no lo sigan sufriendo los últimos de la fila porque para ellos y ellas se comprometió gobernar el Frente de Todos.

¿Que expectativas hay con respecto a avanzar en la creación del SBU con la nueva ministra de Economía?

La aprobación del salario básico universal va a depender no solo de la Ministra Batakis sino, y fundamentalmente, de los acuerdos y consenso en el Frente de Todos. Nosotros creemos que los políticos tendrían que estar más preocupados en dar respuesta urgente al hambre y la incertidumbre que sienten hoy los argentinos y argentinas que en las disputas internas.

Hacia dentro diferentes sectores manifestaron acuerdo con el salario básico, sin embargo, eso es una condición necesaria pero no suficiente para que salga. Para eso vamos a tener que seguir trabajando y presionando y movilizándonos hasta que universal sea una realidad.