En un escenario de fuerte recesión económica y perdida masiva de puestos de trabajo (más de 200 mil empleos privados y más de 33 mil empleados estatales menos que en el 2023), el Gobierno Nacional planea desregular la Ley de Contrato de Trabajo N°20.744, sancionada en 1974, a través del proyecto de Ley de "Promoción de Inversiones y Empleo", la cual complementa las desregulaciones implementadas con la "Ley Bases".
Con la firma de los diputados nacionales Gabriel Bornoroni, José Luis Espert y Romina Diez la administración anarcocapitalista busca atentar contra derechos laborales básicos en las sesiones extraordinarias del Congreso a fines de enero y comienzos de febrero.
Ni "promoción", ni "flexibilidad", ataque al corazón de los derechos laborales
El proyecto plantea el regreso de los "tickets canasta", aquellos vales o cupones que se implementaron en los 90' y que luego fueron prohibidos por ley en el 2007. Estos tickets eran entregados por las empresas a sus empleados para que pudieran adquirir productos de la canasta básica en supermercados adheridos.
En su momento, esta política trajo consecuencias para la clase trabajadora, ya que es una modalidad de pago no renumerativa, por lo que no computa para aumentos salariales, bonos, pagos de aguinaldo y liquidaciones finales por despido. Al no ser considerado parte del salario, estos no generaban aportes jubilatorios ni otros beneficios sociales. Las empresas adherían a esta metodología para reducir los "costos laborales", disminuyendo la parte del salario que debía ser declarada y tributada.
Este modelo no tiene nada de novedoso, en el siglo pasado también fue aplicado por La Forestal y los estancieros de distintas provincias argentinas, es decir que existe desde tiempos donde la legislación a favor de los trabajadores era casi inexistente.
Con respecto al pago de indemnizaciones -ahora llamada "cese laboral"- por renuncia o despido, el proyecto prevé que las PyMES puedan pagarlas en 12 cuotas y en cuentas no bancarias, favoreciendo a las billeteras virtuales como Mercado Pago del empresario y socio de Milei, Marcos Galperín.
A su vez, los trabajadores podrán renunciar a lo establecido por los convenios y así negociar con las patronales de manera individual, vulnerando el principio de no renuncia y debilitando a la herramienta sindical.
Por otro lado, las vacaciones se podrán otorgar de a semanas individuales y en cualquier periodo del año. Queda a merced del empleador y el trabajador en particular si se respetan -o no- los días correspondidos y establecidos en el convenio colectivo de trabajo.
Respecto a la jornada laboral, esta podría extenderse hasta 12 horas, lo que elimina la posiblidad de hacer horas extras y recibir por ellas un pago mayor al de las horas diarias.
Confederación General de ¿Trabajadores?
A través de la Secretaría de Trabajo de la Nación, Julio Cordero deberá consensuar con los gremios el proyecto de ley para evitar posibles resistencias y lograr su aprobación social.
Ante una CGT cooptada por la burocracia denominada "dialoguista" por parte de los medios masivos de comunicación, y "entreguista" por sectores de trabajadores no encuadrados en su estructura, las y los trabajadores argentinos tienen el desafío de intentar voltear el proyecto de ley ante una herramienta sindical endeble. Asimismo, las organizaciones de trabajadores como sujetos politicos no produjeron ningún tipo de mella en las decisiones del gobierno en su primer año de gestión.
Los dos paros generales tampoco dieron resultados inmediatos, ni a largo plazo. Lo que exhibió la debilidad de metodologías de lucha sin un plan de unidad en acción sostenido a lo largo del tiempo. En este contexto la unidad de las CTA viene a contrarrestar la complicidad de la CGT en la mencionada institucionalización de la explotación laboral.