Por Victoria Marconetto para Enfant Terrible
"Nadie va a violentar los logros de Toto. Nadie le va a tocar el culo a Caputo. No me importa quién, le corto la mano".
Javier Milei. Presidente de la Nación
Una playa en Ipanema. El hombre recostado sobre la arena caliente está seguro de que allí, muchos problemas no pueden alcanzarlo, así que deja el teléfono en el hotel. Entre el sol y el aroma del agua salada, piensa si más tarde preferiría una cena en ese otro hotel que le mostraron o en algún tipo de brindis. No se decide y tampoco le preocupa. Por ahora la suerte está de su lado. Es septiembre de 2018. Él es Luis "Toto" Caputo, Presidente del Banco Central. Mientras tanto en Argentina una corrida cambiaria histórica es parte del ocaso del gobierno de Mauricio Macri. Esto ya sucedió, hace seis años; hoy Toto es Ministro de Economía, autor y parte central del riñón de gobierno de Javier Milei.
El éxito, fracaso y futuro del nuevo gobierno libertario es incierto. Por lo pronto hay un conjunto de factores interesantes para analizar las posibilidades de sostener su política económica. Podríamos intentar ordenarlos en dos grandes universos. Por un lado, la capacidad que tenga el gobierno de continuar con el ajuste y política de licuación de los haberes salariales y jubilatorios como vía para frenar la inflación. Y por otro, la crisis de reservas para cumplir con distintos compromisos de pago del estado. Sobre este último punto intentamos detenernos, entre el humo, preguntas y algunas contradicciones que se profundizan desde su eje ordenador, o osea, digamos, el mercado.
Toto por un dólar
Hace dos semanas, los titulares de los principales portales de economía y noticias señalaban que Toto Caputo volvió del G20 con las manos vacías. Esto significó que, a pesar del ajuste que lleva adelante, ni el FMI, ni el Tesoro de Estados Unidos, ni el BID pusieron un dólar. Esto es vital para el gobierno, ya que parte de su estrategia pende de un hilo, para poder seguir cumpliendo con compromisos deuda y, en simultáneo, tener la espalda para postergar otros en el futuro.
Según los datos de la Oficina del Presupuesto del Congreso, se patearon pagos por $1,4 billones en el mes de junio. En el mismo sentido, el “Crack de las finanzas” había señalado como clave prestar atención al cambio de Puts; estos, son un “seguro” por el cual los bancos que tienen títulos de deuda del Tesoro, en caso de no venderlos en el mercado, demandan su cobro al Banco Central, que está obligado a comprarlos. Pero en su último intento, hace algunas semanas, Toto Caputo sólo logró canjear el 26% de lo que se proponía. Le hicimos caso, prestamos atención. ¿Qué pasa con la confianza?
El oro
Son las 8 de la mañana del 7 de junio. Durmió bien. Un mensaje en su celular le dibuja una sonrisa. “Despegó la primera, ¿cómo seguimos?”. Escribe otro, ahora en inglés, preguntando también como seguir.
El pasado 7 de junio despegó el primer avión de reservas de oro desde Argentina hacia Inglaterra. Se supone que fue al Banco de Londres pero la realidad es que aún no se emitió ningún comunicado oficial sobre el destino y objetivo de la relocalización. La carga supera valor de 1.000 millones de dólares, según informa La Bancaria. El ministro se pronunció sobre el envío, solo para confirmar los traslados y trasmitir que busca que “generen rentabilidad en el exterior”. Múltiples economistas señalan que esto no es así, necesariamente, alertando que la entrega de reservas como garantía, las deja expuestas a múltiples formas de embargo. Esto se enmarcaría en la búsqueda por tomar deuda para afrontar los compromisos inmediatos del gobierno, ante cualquier desconfianza la política económica.
La entrega del oro es solo un eslabón poco claro de la política de endeudamiento de este gobierno. Para detenernos en este punto podemos remontarnos a mayo, cuando Milei y Caputo firmaron un decreto para emitir deuda sin pasar por el Congreso, seguido por el salvataje que significó el BOPREAL, por el cual el Estado Nacional absorbió la deuda en dólares de empresas privadas, y el reciente traspaso de pasivos del Banco Central al Tesoro que comenzó este mes. Según el propio balance de la Secretaría de Finanzas, desde el inicio de su gestión, la deuda pública aumento un 19%, pasando de 371 mil millones de dólares en diciembre 443 mil millones de dólares en junio.
Este jueves Caputo filtró a los medios de comunicación que estaría por recibir un préstamo del Banco Santander por 1000 millones de dólares. Queda esperar a ver si se efectiviza la medida, o es parte de múltiples anuncios de préstamo y deuda que, como otros, no le salieron.
Timba
Si los dólares no vienen de afuera, ¿dónde más pueden estar? Bueno, en los sectores claves para la exportación y centralmente el campo. Este es uno de los puntos en donde no solo las contradicciones, sino la orientación del gobierno, se aclaran. En lo concreto, según los datos del Centro Exportador de Cereales, la liquidación del campo es la más lenta en los últimos cuatro años, en tanto presiona para una nueva devaluación. Como gesto hacia exportadores agroganaderos, el gobierno eliminó el pasado martes las retenciones a los lácteos y el 25% al ganado. Apuesta a una mayor liquidación, aunque baje la recaudación del Estado, en el mismo movimiento. En principio, la medida fue más que festejada por el Consejo Agroindustrial Argentino, pero no está claro si alcanzará para la voracidad con la que los dueños protegen sus ganancias.
En su vida privada, Toto es un profesional en cuidar sus ahorros, radicados sobre todo en empresas en el exterior. En lo público… lo conocemos. En 2017 endeudó a la Argentina de forma “perpetua” con un bono a 100 años, solo un antecedente en la trayectoria del gobierno que, con Macri a la cabeza, llevó al mayor endeudamiento en la historia con el FMI.
Profesionales en serio ponen sus alarmas sobre la recesión con la que el gobierno baja la inflación, licuando salarios, jubilaciones y destruyendo el poder de compra. En el último acto de la Sociedad Rural, distintos voceros señalaron las complicaciones que puede significar el sostenimiento de la recesión. En la misma sintonía, Paolo Rocca planteó públicamente que fueron “demasiado optimistas” con el gobierno. Profesionales en hacer y cuidar sus ganancias ven que es muy difícil que pueda continuar el ritmo del ajuste sin quebrar el humor social y a su vez poco clara su receta en general, si hubiera alguna.
De todos sus mantras, el gobierno respeta solamente uno. “Sanear las cuentas” tomando más deuda. “Genera Confianza” pateando pagos para más adelante. “No interviene en el mercado” estatizando deuda privada, otorgando beneficios extraordinarios a exportadoras e interviniendo en el mercado de cambios, para intentar frenar la corrida del dólar. La única ley que hasta ahora no rompe, es que “va a implicar sufrimiento” de millones de nuevos pobres, y en todo lo que tiene que ver con esto último, no falla.
Foto de portada: LPO