Bolivia al borde del abismo

El ministro de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo declaró que "lo correcto sería meter bala" para frenar movilizaciones masivas y cortes de ruta que actualmente se llevan a cabo en el país vecino. La huelga general indefinida impulsada por centrales sindicales y pueblos originarios exigen elecciones libres inmediatas tras la segunda postergación de los comicios. Denuncian que el gobierno de facto de Jeanine Añez busca perpetuarse en el poder

Foto: AFP

"No es novedad, ni de sorprender, que cuando la burguesía ve que el poder se le escapa de las manos, recurre al fascismo para mantener el poder de sus privilegios"

Buenaventura Durruti.

Bolivia, país hermano, se encuentra en un contexto de profundo conlficto social desencadenado por la suspensión de dos elecciones generales que el gobierno golpista de Jeanine Áñez.

Luego de nueve días de bloqueos impulsados por trabajadorxs, comunidades indígenas y organizaciones de base en más de 200 puntos del país, el ministro de Gobierno Arturo Murillo amenazó con "meter bala". Estas declaraciones se publicaron tras mesa de diálogo entre manifestantes y gobierno que quedó en punto muerto. Los integrantes de las coordinadoras obreras e indígenas opositoras denuncian que no se puede dialogar mientras el gobierno recrudece la represión, y exigen elecciones inmediatas.

Uno de los puntos de conflicto principales se dio el área de La Ceja, localidad que une La Paz con El Alto, y por otra parte el bloqueo de la ruta que va de La Paz a Santa Cruz. Además de la represión policial y militar que incluyó despliegue de cazas K9 en vuelo rasante sobre los manifestantes en los últimos días se suman también grupos de extrema derecha como la "Unión Juvenil Cruceñista", o la "Resistencia Juvenil Kochala" encabezados por el golpista Luis Camacho.

Foto: ANRED

Tras los dichos de Murillo, el ex presidente Evo Morales pidió no caer en las provocaciones y convocó a que los comicios tengan una fecha definitiva e inamovible. "No debemos caer en las provocaciones que nos quieren llevar a la violencia. Solo con el pueblo en el poder democrática y pacíficamente podremos resolver la crisis y eso significa elecciones ya, con fecha definitiva e inamovible", fueron las palabras del ex-mandatario.

A pesar de tener un país en llamas, una población internacional viendo lo que sucede en Bolivia, y una crisis político-social histórica, gozando de impunidad, Murillo declaró en una entrevista en CNN que: “Nosotros estamos tratando de evitar una guerra civil en este país, tenemos las horas contadas para ello”, dijo y advirtió que si no hay acuerdo “no va a quedar otra forma que actuar con la mano más dura, con la ley en la mano”.

En el marco del gobierno de facto de Jeanine Añez, la crisis del Covid-19 ha llevado al colapso el sistema sanitario boliviano. Los hospitales hace semanas que no dan abasto y la falta de suministros e insumos es alarmante. “El colapso de los hospitales es total, están carentes de equipos de bioseguridad, insumos, medicamentos”, denunció el representante del Sindicato de Ramas Médicas de Salud Pública, Carlos Nava, en referencia a los centros en Cochabamba.

El clima está caldeado, el brazo no parece querer torcerse, y las movilizaciones se acrecientan tras las constantes amenazas públicas de los funcionarios del gobierno de facto. La historia se repite cuando el pueblo pierde la memoria, y también se repite cuando esa memoria se niega a olvidar. Los levantamientos de las protestas no se dan por que Bolivia pelea a punta de lanza con convicciones firmes que plantean un Buen Vivir, un "Suma Qamaña" de la cosmología aymara, que tiene como norte un vivir en comunidad, en complementariedad.

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Tesista en la Licenciatura de Psicología y estudiante del Profesorado en Psicología en la Universidad Nacional de Córdoba.

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