El gobierno de Gabriel Boric impulsó un documento unitario llamado Compromiso De Santiago, invitando a todas las fueras políticas democráticas a participar de los actos conmemorativos por el 50 aniversario del golpe de Estado. Dicho documento fue rechazado por la coalición opositora Chile Vamos, que no sólo repudió el documento unitario sino rechazó participar de los actos públicos convocados por la presidencia.

"La principal responsabilidad (del golpe) es del gobierno de la Unidad Popular, que con una minoría quiso imponer un modelo de sociedad marxista" declararon dirigentes del frente e incluso, según consigna Página/12 la semana pasada varios legisladores de ese espacio abandonaron la Cámara de Diputados en medio del homenaje que desde la institución, se rindió a tres diputados que fueron detenidos y desaparecidos de la dictadura. En esa tónica el político de la UDI Jorge Alessandri declaró: "Yo justifico el golpe militar. Íbamos por un camino peligroso para el país".

Nuevamente un Chile dividido y polarizado se enfrenta al fantasma de su propia historia. Frente a las Grandes Alamedas no pasa todavía el hombre libre preconizado por Allende, sino un contingente furioso que todavía espera -y reclama- el cumplimiento del mandato que el Estallido Social de 2019 dejó.

Por otro lado, la efemérides de medio siglo del golpe marcó la agenda del gobierno, que a lo largo de la semana pasada anunció una serie de medidas destinadas a satisfacer demandas históricas en materia de Memoria, Verdad, Justicia y Reparación. El Plan de Búsqueda anunciado la semana pasada en presencia de organismos de derechos humanos y de más de 500 familiares de detenidos-desaparecidos fue firmado por el presidente Gabriel Boric y por el ministro de Justicia Luis Cordero.

Según denuncian los organismos todavía hay al menos 377 personas ejecutadas cuyos cuerpos no han sido entregados a sus familias. De las más de 3000 personas detenidas-desaparecidas, apenas 307 han sido identificadas. “Esa cifra nos debe doler, nos debe hacer arder la sangre porque da cuenta de la magnitud de la deuda que tenemos como Estado y como sociedad" declaró el presidente.

“Con esta política pública, que es permanente, nos hacemos cargo como Estado, no solo como Gobierno, de hacer todo lo que esté a nuestro alcance e ir corriendo las barreras de lo que nos han dicho que es posible para esclarecer las circunstancias de desaparición y / o muerte, y el destino final de los y las compatriotas víctimas de desaparición forzada, de conformidad con las obligaciones del Estado de Chile y los estándares internacionales”, enfatizó.

El Golpe

En una vitrina de vidrio frente al Palacio de La Moneda se exhiben en estos días los zapatos que llevaba el presidente Allende aquella mañana de 1973, en que los Hawker Hunter de la Fuerza Aérea de Chile bombardearon el lugar.

Fue el inicio de una larga dictadura de 17 años que dejó un saldo de más de 3000 desaparecidos y más de 40.000 denuncias de secuestros y torturas registrados en las dos comisiones de la verdad (el Informe Rettig y la comisión Valech).

Además de un tendal de muertos y desaparecidos, la dictadura militar encabezada por Pinochet sembró la semilla del modelo neoliberal con mayor profundidad que ningún otro proceso golpista en la región. El grupo de economistas impulsado por el pinochetismo para hacerse cargo de la política económica del país llamado "Chicago Boys" -por ser discípulos del ultraliberal Milton Friedman-, desarrolló un plan de liberalización de mercado, reducción del estado, privatizaciones masivas de empresas y sectores estratégicos que convirtió a Chile en un lo de los países más desiguales del continente.