Marzo. Argentina.

En Córdoba, 150.000 personas hicieron converger la lucha por la educación pública, el Cordobazo Cultural, la defensa de los SRT y por los recortes en Conicet, por los comedores populares sin comida. También hinchas de Talleres, Instituto y Belgrano, que movilizaron remarcando un mensaje: “Los clubes de los socios. No a las Sociedades Anónimas Deportivas”. Todo por memoria, verdad y justicia.

María Ana González Villar, fundadora de H.I.J.O.S La Plata, decía a Enfant en una entrevista reciente: “El 24 de marzo se ha convertido en un espacio de convergencia de las diferentes luchas”. Y así fue.

Con el replique del ajuste a nivel provincial, Martín Llaryora también fue señalado, para que atienda a los Espacios de Memoria que están en crisis, para que no avale la muerte de ayer con los caídos por gatillo fácil de hoy, en su estrecha alianza con la represora Patricia Bullrich y la excusa del narcotráfico para militarizar aún más.

En menos de un mes el país vivió dos movilizaciones históricas y masivas, la del #8M y el 24 de Marzo. Esta última, atravesada el ataque político con violencia sexual hacia una integrante de H.I.J.O.S. en Rosario, con pintadas de “VLLC”, que desató el repudio y la bronca de los más diversos sectores.

Las conquistas de los feminismos y los derechos humanos son dos frentes principales de ataques para Javier Milei y Victoria Villarruel. No es casual. Dos ejes que han puesto a la Argentina en el centro del mundo, con la cárcel efectiva a los genocidas y el aborto legal como conquistas populares.

Las dos movilizaciones, han sido una respuesta concreta a estos intentos de avance del negacionismo y el antifeminismo en el Gobierno. El mensaje es concreto: por acá no pasarán.

Casi como una plegaria, "Coca" Luján de Molina decía cuando tomó el micrófono en el acto de cierre: “Unamonos y luchemos, no nos queda otra, o no tendremos patria”. Luego de viajar desde Catamarca para estar presente en Córdoba, pidió esto a sus 98 años, a las generaciones defensoras del futuro y la memoria. Sonia Torres mira desde atrás, con su rostro dibujado en la pantalla.

Es que la amenaza del terrorismo de los 70 continúa. En Rosario, el Gobierno Nacional ensaya su nueva política de seguridad interior con una ciudad entera sitiada y los militares adentro, con el miedo como instrumento. “Sembraron nuestro peor enemigo... el miedo”, decía Alejandrina Xiriza en la Imprenta del Pueblo Roberto Matthews, en la previa del 24.

Hasta ahora, nada nuevo. El modelo es del sometimiento económico cuyo proyecto es la entrega de Argentina, con estadounidenses posados sobre el Río Paraná, e ingleses aprovechando el avance sobre Malvinas, sólo puede lograrse con represión, extorsión, violencia y mentiras. Quienes se sometan al “Pacto de Mayo”, firmarán la entrega. No hay consenso, hay imposición. No hay diálogo, hay fraude.

También la provocación ha sido una herramientas predilecta de los sectores reaccionarios que hoy son gobierno. Correr el eje de la discusión, poner en duda si fueron 30.000 o no, y hablar de indulto a los genocidas. De nuevo, la respuesta se vio en las calles: “Tienen perdida esta batalla”, sentenciaba una joven en medio de la multitud.

Ahora, a mirar hacia adelante. La semana que viene continuará en Córdoba la audiencia por la causa "Adela María González y otros", en Tribunales Federales, donde se juzga la participación de la Maternidad Provincial y la ex Casa Cuna en la apropiación de identidades. Los juicios también son logros populares, pero las sentencias favorables aún más.

Foto de portada: Emilia Rivero para Enfant Terrible