La foto es de Aníbal Aguaisol, en Rawson. Lo que arde detrás es el edificio de la Casa de Gobierno de la Provincia de Chubut que, fiel a la costumbre, trae etro diciembre caliente a Argentina. Esta vez -otra vez- en una provincia fría, donde el fuego se siente en las calles, entre cartuchos de escopeta y los gases de la Infantería. En medio de una cacería y el estado de sitio decretado por Arcioni.

A días del 'Argentinazo', un hecho que se encadena al mismo proceso histórico cuando el menemismo gobernó el país y abrió las puertas a la megaminería, la re-primarización y el sometimiento transnacional. Al sur, en La Patagonia Rebelde, se da el 'Chubutazo', o "ChubutAguazo" como también lo nombran. Porque claro, no solo se trata de los salarios atrasados, de los hospitales vaciados, del gatillo fácil, de los incendios, de los negocios inmobiliarios, la deuda pública, o el enriquecimiento del gobernador Arcioni a costa del hambre de la gente. Se trata del agua, de la vida, de las posibilidades de pensar "nuevos" modos de producción, soberanos, colectivos, sanos, respetuosos, atendiendo los saberes ancestrales de los pueblos indígenas, de las familias rurales olvidadas.

¿Habrán siquiera leído la Segunda Iniciativa Popular lxs 14 legisladorxs que votaron la modificación de la 5.001?¿Les importará argumentar su posición más allá de los frágiles argumentos de que "la minería trae trabajo"? De igual forma no importa, si la decisión implica la bronca, la indignación, la desilusión y la traición, lanzar los perros a morder, a pegar, a detener al pueblo.

Como sucede en Andalgalá y en cada rincón de Argentina donde hay un pueblo a defender lo que no es de nadie, el Estado aprovecha su aparato, los medios de comunicación y los millones de las multinacionales. Es doloroso, porque sabemos las consecuencias que esto trae. Más extractivismo, más destrucción, más sufrimiento. Mientras el presidente se llena la boca hablando del canje de la deuda por acción climática, de defender los intereses del pueblo, junto a Kulfas incentiva la voladura de montaña, para generar divisas destinadas en principio al pago de una deuda que aún se está investigando porqué fue contraída. Una deuda que no construyó ningún hospital, ninguna escuela, ninguna universidad.

Haber aprobado la zonificación es condena, pero no solo para el pueblo chubutense, sino también para esxs 14 avivadxs. Porque si algo se sabe de los levantamientos populares, es que "a donde vayan los iremos a buscar", para "que se vayan todos". Porque cuando se trata de subsistir colectivamente y con organización, el pueblo manda y el gobierno obedece. Porque son casi 20 años de resistencia, de decir "No Es No". De identidades que crecieron y se formaron con la conciencia de decir "No Es No". Vidas que son esa consigna.

A días de conmemorarse 20 años del "Argentinazo", cuando el expresidente De La Rúa salía huyendo en helicóptero por no escuchar las demandas populares. Hasta que deroguen la reglamentación impuesta por traición, no habrá descanso y Arcioni deberá aprender a volar.