¿Emilia Mernes es libertaria?

El video donde Emilia Mernes omite hablar del ajuste a la cultura que está realizando el gobierno de Milei nos invita a reflexionar sobre la política y lo político en tiempos de crisis multidimensionales.

Un video de una entrevista en España de la artista argentina Emilia Mernes está recorriendo la web por su su omisión a una pregunta sobre el ajuste a la cultura que está llevando a cabo el Presidente Javier Milei.

En la conferencia de prensa una fan le pregunta sobre su posicionamiento sobre el tema en su calidad de "artista y mujer argentina" y Emilia se queda sonriendo en silencio mientras su asesora toma la palabra por ella y responde tajantemente: "no vamos a hablar de política"; y allí se termina la conferencia.

En las redes, miles de usuarios partidarizan la cuestión y le atribuyen una supuesta identidad libertaria a la cantante mientras otros se mofan de su posicionamiento, al que tildan de "cobarde" o "tibio". Luego, las comparaciones con artistas posiconados políticamente y la grieta que todo se lo traga.

Sin embargo, cabe preguntarse: ¿Qué es más grave? ¿Que la artista no opine sobre la cultura argentina y su momento actual? ¿Que ni siquiera sea ella quien responda con su propia voz sobre el tema? ¿Que existan artistas tan coptados por la industria musical que cedan hasta sus posicionamientos por temor a ganar más o menos plata, más o menos seguidores? o ¿Que para la gran mayoría de artistas la "política" sea algo reacio u omitible? ¿O todo esto junto?

Emilia es tendencia en estos momentos en X por ser famosa y un ícono de la música urbana, pero su decidida omisión bien podría ser la del verdulero de tu barrio que dice "todos los políticos son iguales", o tu tía recomendándote "no te metás en la política", o algún amigo que no crea en ningún político o politica.

La política partidaria democrática y no tan democrática (léase partidos políticos) coptó en la última década -querramos o no- a una dimensión que puede presindir de lo partidario y lo sistémico pero no de lo social: lo político.

En nuestra calidad de seres convivientes en una sociedad determinada, lo político sucumbe en lo personal y en la omnipresencia de nuestro ser social. En otras palabras: somos seres políticos, seamos conscientes o no de ello, tomemos más o menos posicionamientos, pues lo político vive en nuestros comportamientos sociales y hasta en nuestros deseos. "Hacemos política al caminar" canta Raly Barrionuevo.

Entonces, nos pregunto ¿Quién gana cuando lo político es reemplazado entera y farsamente por una política institucionalizada coptada por una mayoría de representantes ajenos a las necesidades, insastisfacciones y demandas del conjunto de la población? ¿Qué intereses salen favorecidos cuándo un ícono musical, el verdulero, tu tía y tu amigo no se reconocen como seres políticos ni aún diciéndote que la política "es una mierda" u omitiendo su propia opinión?

Al entender de este redactor, la respuesta está en la presidencia de la Nación: el fascismo. ¿Usted que cree?

Las crisis que somos

Es tan válido exigirle a tu artista favoritos posicionamientos políticos sobre determinados temas como también no esperar algo "brillante" o simplemente una opinión determinada de quienes deciden aportar a la cultura -a través de sus canciones- lo "cool" que es tener un estilo de vida que se corresponde solo con el 1% de la población: viajes a Miami y Europa, sushi, ropa gucci, etc.

Volviendo a lo anterior, entre la política que nos expulsa y lo político que no se ve, urge entonces reconstruir y revalorar la dimensión política inseparable de nuestro ser aquí y ahora, al tiempo que ella pueda traducirse en una modificación transversal de una democracia neoliberal que nos está perdiendo por no poder garantizar ni cumplir siquiera con lo más básico: que el pueblo pueda comer, educarse, tener salud y movilidad social.

Que Emilia no responda una pregunta por decisión, temor o contrato, no es lo más grave, pues nuestros consumos culturales no deben revalidar o coincidir con nuestras posturas políticas en un 100%, al menos no necesariamente, pues uno puede elegir separar al artista de su obra, o no, o uno puede solo bailar su música sin obligarnos a sentir lo que escuchamos en las famosas "bandas de comabate" del Indio Solari o en las melodías y letras de la Negra Sosa o Charly. Si algo no falta en el mejor país del mundo son referencias culturales que han entregado mucho más que el alma por la patria. Que hoy en día exista una mayoría artista que no se la juega pues habla de un momento específico que vivimos como sociedad y generación.

Lo grave reside en que una artista ceda hasta su propia voz ante una pregunta ni siquiera incómoda como la tildan los grandes medios y también reside en que parte de un pueblo crea que puede prescindir de lo político hasta el punto de elegir a un candidato que asume con su promesa de más ajuste mientras reproduce el discurso de un genocida en medio de un debate presidencial.

Hay que saber diferenciar las diferencias, pues no es lo mismo alguien que se posiciona a favor de la dictadura a quién elija no creer en un político, una ideología, o un partido. Aunque hay algo innegociable: al fascismo se lo combate, no se lo toma como "legítimo", tal como hicieron en este último tiempo la mayoría de nuestros representantes y "dirigentes".

Por ende, el camino a seguir ¿se debe limitar a indicarle a las y los Emilia Mernes que su posicionamiento es "cobarde" "tibio" y hasta deba ser "cancelado"? o ¿el camino a andar debe con paciencia apuntar a un diálogo sincero, directo y crítico de nuestro presente justamente con los "propios" y con aquellos que no piensan como uno pero que viven y padecen igual o peor las medidas económicas y sociales atroces de un gobierno ultraderechista y un pasado gobierno peronista neoliberal como el de Fernández?

¿Hasta qué punto no somos aquello que denunciamos? ¿Cuánto tenemos de lo que odiamos? ¿Cuánto hemos prescindido de lo político aún quienes nos entendemos como seres políticos y partidarios?

Técnico y profesor en Comunicación Social (UNC). Periodista. Guevarista y peronista.

Te puede interesar

El aguante

Bancá el periodismo de base, cooperativo y autogestivo

Para hacer lo que hacemos, necesitamos gente como vos.
Asociate
Cooperativa de Trabajo Enfant Terrible Limitada.
Urquiza 1740 7A, Córdoba.