Bolsonaro: el jinete del apocalipsis

A menos de una semana de iniciar su mandato presidencial Jair Bolsonaro ha eliminado al colectivo LGBTI de la pauta de DDHH, entregado las Reservas Amazónicas a la industria terrateniente y recortado el salario mínimo. También anunció la "limpieza" de las reparticiones públicas expulsando a los "izquierdistas".

Cumplir, cumple: Bolsonaro prometió socavar los fundamentos mismos de la democracia que le llevó el pasado 1º de enero a ocupar el Palacio de Planalto, y a menos de una semana de asumir ya se ha lanzado a una encarnizada caza de brujas contra opositores, negros, indígenas, ONG's, homosexuales, trans-travestis, trabajadorxs... y por supuesto petistas.

Homolesbotransfobia: política de estado

Una de las medidas que mayor polémica ha suscitado es la de nombrar a la pastora evangélica Damares Alvares al frente del Ministerio de la Mujer, Familia y Derechos Humanos. La nueva ministra aseguró en su primera aparición pública que: "los nenes visten de azul, las nenas visten de rosa", en un claro ataque al colectivo trans travesti, y a lxs personxs no binaries.
Además aseguró, en consonancia con el discurso de Bolsonaro que viene a "poner fin al adoctrinamiento ideológico de lxs niñxs"

En esa tónica Álvares tomó la primera medida de su ministerio: excluir al colectivo LGBTI de la pauta de colectivos amparados por los Derechos Humanos. Desde la asunción de Bolsonaro se han multiplicado las agresiones, travesticidios y crímenes de odio contra esta comunidad. 

El pulmón del mundo en peligro

Si bien ningún gobierno ha sostenido una política seria en materia de energía sostenible y reforestación amazónica, el gobierno del Bolsonaro se ha propuesto retroceder décadas en este terreno.

Cumpliendo con su ideario, el nuevo gobierno brasilero le ha quitado a la FUNAI (Fundación Nacional Indígena) la potestad de "delimitar y preservar zonas no explotables y/o habitadas por indígenas" y se la ha entregado al Ministerio de Agricultura, hoy a cargo de los grandes propietarios y hacendados de la oligarquía local. Greenpeace ha calificado la situación de "extremadamente preocupante".

La Inquisición Anticomunista

La intolerancia y el más común de los sentidos parece haberse impuesto en nuestra región como el arma arrojadiza más eficaz de las derechas locales, (y las no tan locales). El resurgir del reaccionarismo político en Latinoamérica y Europa, demuestra que los Bolsonaros, los Salvini, los Olmedo, los Abascal, los Orbán, etc..cojean de un mismo pie: el mas ferviente y -aún solapado-, patente fascismo. 

Prueba de ello es la cruzada ideológica de "despetización" que impulsa por estos días el gabinete de Bolsonaro, en todas las reparticiones de la administración pública del Brasil, donde será motivo de expulsión y escarnio público el ser o haber sido simpatizante "izquierdista". 

En este sentido, el Jefe de Gabinete Onix Lorenzoni respondió que hay que "pasar el peine fino" en la administración pública para "despetizar" y "poner en orden la casa".  

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Periodista y fotógrafo. Edito, escribo y leo. No siempre en ese orden.

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