El pasado martes, el presidente yanqui recibió en la Casa Blanca, a su par israelí, el criminal de guerra -con orden de captura de la Corte Penal Internacional-, Benjamín Netanyahu.
Frente a las cámaras, el magnate aseguró que su gobierno se hará cargo de Gaza. Días antes, Trump sugirió “limpiar” dicho territorio. A lo que funcionarios israelíes respondieron haciendo públicas sus intenciones de evacuar a los palestinos de sus históricas tierras.
Hoy, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ordenó al Ejército preparar la “evacuación voluntaria de los gazatíes”.
Junto a la sonrisa de Netanyahu, el dos veces presidente de EE. UU. aseguró: “A todas las personas con las que he hablado les encanta la idea de que Estados Unidos sea dueño de ese pedazo de tierra”.
El encuentro entre ambos mandatarios se dio en medio de un alto al fuego en Gaza y una profundización de la ocupación ilegal en Cisjordania, en un contexto donde cientos de miles de palestinos se encuentran regresando al norte del territorio, donde ocurre un genocidio.
Las palabras de Trump fueron rechazadas por los propios gazatíes, la Autoridad Palestina y Hamas. La Liga Árabe, la Unión Europea, Rusia, China, España y la ONU, también manifestaron su descontento con las palabras del republicano estadounidense. El derecho de los palestinos a vivir en Palestina fue el discurso común que evocaron distintos líderes mundiales.
Foto de portada: ANDREW CABALLERO-REYNOLDS / AFP