La mañana del pasado sábado agentes del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) ingresaron en una casa de Villa Albertina, en Lomas de Zamora Provincia de Buenos aires, con el pretexto de recuperar electrodomésticos robados. Dispararon en la cara a un joven de 17 años provocandole la pérdida de un ojo. "Le tiraron a matar sin dar la orden de alto ni intentar reducirlo, directamente le reventaron el ojo derecho”, relató Nelson Cabrera, padrastro de la víctima a la Garganta Poderosa

Según el último informe de la situación represiva a nivel nacional, realizada por la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), en 90 días de cuarentena, son más de una docena los casos de gatillo fácil que se han podido verificar desde el 20 de marzo.

El hecho sucedido en Villa Albertina alrededor de las nueve de la mañana, en donde policías del Grupo de Apoyo Departamental ingresaron en una casa a partir de una orden de allanamiento pedida por parte del fiscal Carlos Baccini de la UFI 15 de Lomas de Zamora, con el pretexto de recuperar electrodomésticos robados de la Escuela Secundaria N°26. La organización barrial La Garganta Poderosa denuncia que se irrumpió en la casa equivocada y que balearon con postas de goma en la cara a Ignacio Seijas, de 17 años. El adolescente fue trasladado de urgencia al Hospital Gandulfo, pero ante la gravedad del impacto, que fue realizado a corta distancia, los médicos no pudieron salvarle el ojo derecho.

"El sábado pasado estábamos durmiendo con mi familia cuando escuchamos un estruendo en la puerta que reventó el vidrio. Nos despertamos con el Grupo de Apoyo Departamental (GAD) apuntándonos a mí y a mi compañera, que tenía a nuestra bebé de dos años en sus brazos. Me dijeron que me tirara al piso, me redujeron, me esposaron con unos precintos y me pisaron la cabeza. Ignacio, mi hijastro de 17 años que estaba durmiendo, escuchó todos esos ruidos, abrió la puerta de su pieza con un cuchillo que funciona como picaporte y un policía, sin mediar palabra, le disparó en la cara. Le tiraron a matar sin dar la orden de alto ni intentar reducirlo, directamente le reventaron el ojo derecho, provocándole la pérdida definitiva de la visión." denunció Nelson Cabrera, padrastro de la víctima, a la Garganta Poderosa.

Los padres del menor exigen el apartamiento de los efectivos y que “el Estado se haga cargo de esta injustificada violencia institucional que destruyó la vida de una familia entera”.

A pesar del descenso de circulación de personas en la vía pública, los datos objetivos sobre el gatillo fácil no disminuyó significativamente: Nahuel Gómez en Temperley el 28 de marzo; Gastón Mirabal en Córdoba el 3 de junio; Rubén Sarso en CABA el 27 de abril; Alan Maidana en Berazategui el 24 de mayo; Lucas Barrios en la Isla Maciel el 30 de mayo; Augusto Itaurralde el 14 de junio en Plátanos y su amigo Diego Arzamendia apenas 48 horas después en Berazategui, y el más reciente de Facundo Escalso en el Bajo Flores, CABA, son los casos registrados de fusilamientos producidos por las "fuerzas de seguridad" a nivel nacional.

LA CUARENTENA EN ESCALADA REPRESIVA

La función de garantizar que se cumplan las medidas de aislamiento estan en manos de las "fuerzas de seguridad" quienes en los últimos cuatro años, según informes de CORREPI, asesinaron un promedio de una persona cada 19 horas. El foco de esta violencia institucional, son los sectores más precarizados y vulnerados, quienes también son severamente afectados por la pandemia de coronavirus pues carecen de medidas de prevencón correspondientes, con escasez de agua corriente, sin elementos indispensables como alcohol en gel y otros productos de higiene.