El gobierno de ocupación israelí que preside Isaac "Bugi" Herzog , anunció la terminación del "mejorado" muro que rodea la Franja de Gaza. Se trata de un complejo sistema de defensa diseñado con el objetivo de impedir el avance del Movimiento de Resistencia Palestina (Hamas) y que termina por aislar alrededor de 2 millones de palestinxs que viven en Gaza. La barrera de 65 kilómetros, está equipada con sistemas de radares, sensores marinos, una red de sensores subterráneos para detectar los túneles y una “cerca inteligente” de seis metros de altura.

Desde que se detectó una red de túneles en 2013, creada por Hamas para penetrar en Israel sin ser advertidos por los radares terrestres, el Ejército israelí se ha empeñado en destruirla y en perfeccionar su sistema de defensa en este sector.

La red ha facilitado operaciones a la organización palestina, tal como sucedió en 2014 y en mayo de este año de manera más reciente, cuando se desataron los sucesivos bombardeos entre el Estado hebrero y la organización palestina, que dejaron un total de 290 muertos en Gaza, incluidos 66 niños, y 1.900 heridos, a causa de bombardeos israelíes, según informes palestinos; asimismo, en Israel murieron 12 personas por los bombardeos palestinos.

Por otro lado, la red también ha sido utilizada por Hamás para abastecer clandestinamente a la población de bienes y alimentos desde Egipto a Gaza, frontera donde también se erige el 'muro de hierro' y se suma al bloqueo impuesto por Israel.

En diálogo con Télam, Arie Kacowicz, profesor del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Hebrea de Jerusalén, declaró que, el muro “aísla aún más a los dos millones de palestinos que dependen completamente de Egipto para mantener abierto un corredor con el mundo exterior, y no resuelve el conflicto político a largo plazo entre Israel y Hamas”. Para el docente, “el significado político es obviamente que Israel no tiene interés en conquistar la Franja de Gaza ni de intervenir en una operación terrestre en una posible escalada bélica”.

Desde 2008, cuando Hamás tomó el poder, Israel ha mantenido un bloqueo que ha asfixiado a la economía de Gaza, provocando una crisis humanitaria para su población, que tampoco ha dejado de crecer. La escasez de alimentos y medicamentos dificulta cada vez más las posibilidades de subsistencia, y los hospitales, escuelas y comercios se encuentran al bordeo del colapso. Sumado a esto, el implacable despliegue de la artillería israelí cada vez que desea demostrar su superioridad tecnológica y bélica contra los desbaratados edificios palestinos.

Foto de portada: AFP