La disputa y asimetría de poder en la relación empleador-empleado se ve afectada por la regulación que hace el Estado a favor de una las partes, al restringir y limitar la explotación o la calidad de vida del trabajador. Desde hace casi 10 años la clase trabajadora tiene cada vez más diezmado el acceso a derechos, al punto de que en la actualidad, más del 60% está por debajo de la línea de pobreza y dentro del sector informal.
Explotación laboral en niños, jóvenes y adultos
Ante éstas circunstancias, es cada vez más frecuente que los sectores vulnerabilizados (incluso niños y niñas) padezcan condiciones de trabajo forzoso, esclavitud moderna y trata de personas.
Tal fue el caso del ex marino, Facundo Mariano Pérez, de 39 años, quien fue acusado de someter a niños y jóvenes a trabajos forzados en su cadena de comercios de verdulería, ubicada en Ensenada, B.s A.s. Además, la justicia le imputó la tenencia ilegal de armas de fuego, las cuales usaba para intimidar a los jóvenes que recibían 8 mil pesos por día.
Otro caso que llamó la atención a principios de diciembre fue el arresto de un arquitecto, un contratista y un inversor que tenían a 24 trabajadores oriundos de Salta hacinados en las inmediaciones del Delta Center, complejo de lujo de 172 unidades, en construcción, ubicado en Nordelta. No solo que no estaban registrados en el ARCA sino que recibían salarios por debajo del mínimo, vital y móvil, y se les restringía el movimiento al punto de no recibir asistencia médica ante incidentes.
El caso que más resonó en la provincia de Córdoba, también en diciembre, fue el de la franquicia de lomitos “Di Metro” que tras la denuncia de uno de sus trabajadores, la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (UTHGRA) encontró a 27 personas en una cocina diminuta y sin ventilación, produciendo de 10 a 12h por día.
El gremio indicó que “además de las irregularidades relacionadas con el encierro de los trabajadores y su falta de registración formal, los depósitos inspeccionados presentaban condiciones paupérrimas en materia de higiene y espacios de trabajo”.
Si no son derechos, entonces son privilegios
La arremetida contra los derechos de los trabajadores por parte del Gobierno Nacional, demuestra con creces que los derechos acortan la asimetría de poder, posibilitan legitimidad y equidad ante el empleador, al tener que reconocer al empleado como sujeto trabajador.
El trabajo siempre es con otros, por más remoto que sea. Sin embargo, su complejidad radica en que si no existe la integridad educación-trabajo-salud, es probable que el trabajador se vea expuesto a circunstancias de vulnerabilidad y explotación. Asimismo hay que considerar factores políticos, sociales y culturales que afectan a la posibilidad de negociar mejores condiciones laborales o a tener que sobrevivir a las condiciones laborales que propone el explotador.
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