Presentan “La Violencia nació conmigo”, un libro sobre 20 vidas atravesadas por la conflictividad

En el marco del 46º aniversario de la “Noche de los lápices”, Alexis Oliva propone una cita con la memoria de 20 personajes que la historia y las violencias han intentado borrar. El relato de “conflictos sociales y políticos con nombres propios” será presentado este viernes a las 19:30 en el Auditorio de Radio Nacional Córdoba. Conversamos con el autor para conocer más sobre su obra ya a la venta.
Torre de vigilancia del ex centro clandestino de detención -hoy Espacio de Memoria- La Perla.

Por Rodrigo Savoretti para Enfant Terrible

Mañana a las 19:30 hs en el auditorio de Radio Nacional Córdoba (General Paz y Santa Rosa) presentarán el libro “La Violencia nació conmigo” del periodista, docente, militante y escritor cordobés Alexis Oliva*. Además del autor, participarán del evento les comunicadores Luis Zanetti, Casandra Sandoval y Fabiana Bringas. También tendrán lugar intervenciones musicales y artistas de “La Fe”, “Barrio Limbo, Marcelo Pezzotta, Galo Oliva y Claudio Ceballos. 

Organizan el encuentro Ediciones Recovecos y Radio Nacional Córdoba. Auspician el mismo, la Biblioteca Nacional – Delegación Córdoba y el Centro de Comunicación Popular y Asesoramiento Legal.

¿De qué nos habla el libro?

“Militancia revolucionaria y terrorismo de Estado, cárceles y derechos humanos, violencias de géneros, disidencia sexual y personajes convertidos en emblemas de luchas conforman el espectro temático de un conjunto de textos con rigor investigativo, estética narrativa y una ética comprometida con la transformación social” señalan desde la editorial.

A decir de Alexis, estas veinte historias representan literalmente “conflictos sociales y políticos con nombres propios”. Y agregó:  “un conjunto de crónicas con impronta biográfica, donde pueden leerse las marcas del poder y sus abusos. La mayoría, testimonios de resistencia y algunas, pocas, de liberación. Historias con minúscula, que trascienden lo personal, atraviesan el cuerpo social y acaso merezcan inscribirse en la Historia con mayúscula”.

¿Quiénes son sus protagonistas?

“En veinte historias de vidas atravesadas por el conflicto, Alexis Oliva explora los límites del género crónica, como testimonio periodístico de luchas por derechos humanos, como narración sobre personas, colectivos y territorios, como denuncia de crímenes y abusos de poder” explica la Editorial Recovecos.

Les protagonistas: Leonor Von Wernich / Julio Troxler / María Livia Beba Cuello / Miguel Ángel Coqui Arias / Susana Miranda / José Peco Duarte / Norma Síntora / Carlos Solsona / Marcela Solsona Síntora / Sebastián Moro / Benito Riesco / Juan Carlos Videla / Laura Pilleri / Víctor Saldaño / Sergio Guzmán / Sergio Costigliolo / Natalia Pepa Gaitán / Dahyana Gorosito / Azul Montoro / Maite Amaya / Flavia Saganias / Sabino Navarro / Milagro Sala / Ivanna Aguilera / Viviana Avendaño / Ramona Orellano de Bustamante.

Sobre lo político de las violencia sufridas por los personajes, en diálogo con Enfant Terrible, Oliva explicó que: “El común denominador de estas historias es la conflictividad, que en todos los casos deviene del ejercicio abusivo del poder, sea mediante la injusticia social, la discriminación o la represión”. El título 'La violencia nació conmigo', “no se me ocurrió a mí, saltó de la más antigua de las historias que aquí se cuentan. Es una frase dicha por un líder montonero acosado por la represión, pero no se refería a la violencia represiva, sino a lo que en los años 70 llamaban 'violencia estructural del sistema': la marginación, la miseria planificada, el despojo de derechos políticos y sociales. Ese componente de la herencia dictatorial que todavía no podemos erradicar es lo que subyace en todas estas historias y pone al descubierto a los poderes históricos y actuales, su tropa armada, sus voceros mediáticos y sus legitimaciones ideológicas”, describió el escritor.

La frase “la historia la escriben los que ganan” tiene tanto de lógica como de polémica. El revisionismo sobre nuestro pasado histórico, político y social (de hechos y personajes) como los sentidos que intentan permear y moldear estos discursos, se encuentran en permanente disputa. De modo tal que los “ganadores” de las batallas civiles, guerras, procesos de disputa política antagónica entre existires, cuerpos y modelos, no tienen asegurada su visión hegemónica de tales discursos y sentidos dados sobre “sus victorias”. Ya que también los “perdedores”, casi siempre sujetos políticos vulnerabilizados por los sectores dominantes, saben bien que a la historia la fundieron ellos. Y el lápiz.

En este sentido, Alexis opina: “frente a esos poderes y sus violencias, hay resistencias. Es el lado digno del conflicto, que aflora en cada una de estas vidas, en casi todos los casos acompañadas o contenidas por colectivos militantes solidarios. Por eso son paradigmáticas y ejemplares, por eso merecen estar en la historia social y política argentina. Después está la cuestión de la justicia. A pesar de que todos estos casos desembocan en el poder del Estado que debería hacer justicia, en casi todos los casos no la hay”. 

Un actor fundamental que actualmente está sufriendo su deslegitimación en distintas dimensiones de lo social y en el libro se puede palpar su accionar histórico -a través de las marcas que deja en les cuerpes-, es el Poder/Sistema/Partido Judicial. Alexis sostiene que el Poder Judicial “no arregla nada, sino que termina de romper. Revictimiza, margina, criminaliza, otorga impunidad a los victimarios. Hay una brutal segregación de clase y de género en torno al derecho a la justicia”, advierte.

¿Cómo nos habla esta obra?

Para Ana Fornaro, autora del prólogo, en cada texto “hay una investigación exhaustiva que enraiza eso que se cuenta y eso que se cuenta siempre es más que un personaje o una buena crónica con buenas escenas. Tiene un sentido y una razón de ser: hay una necesidad de entender lo que pasa y una búsqueda de justicia, al menos en la parte que le toca al periodismo. Hay, también, una certeza de que todos los temas sociales están enredados, que no hay clase sin género y viceversa, y que el racismo las contiene a su vez”.

Consultado el porqué de la elección del género “crónica” como instrumento vehiculizador de su narrativa, el escritor argumenta:

“La crónica es un género periodístico con varias potencias y virtudes. Primero, obliga a salir a la calle y al territorio. No se puede o, aunque se pueda, no se debería producir a distancia. Eso implica un contacto directo con protagonistas y fuentes, amplía la posibilidad de ser riguroso y también habilita la sensibilidad y la empatía”.

“Y luego está la potencia expresiva de la escritura narrativa. Pero también tiene sus riesgos. Frente a historias tremendas, que superan a la novela y el cine, hay a veces una tentación literaria que es peligrosa y más últimamente que «escribir crónicas es cool», diría una amiga. En el prefacio planteo que si se hace periodismo, osea no-ficción, uno no tiene derecho a abordar los conflictos de los seres humanos como insumo literario, porque sus vidas son reales y brutales, no merecen ser estetizadas” señala el docente. Y agrega: “Ya demasiado dramática es su realidad”.

¿Qué importancia tiene abordar a estos personajes y vivencias desde un periodismo literario?

Uno como periodista espera contribuir a que se haga justicia, a que después de publicar un trabajo que revela vulneraciones de derechos y contiene una denuncia, por lo menos pase algo. ¿Acaso no esperamos eso todos los periodistas? ¿No es ese el principal motivo de que nos dediquemos al periodismo y no al cine o la literatura? Eso dice la mayoría de los periodistas, pero la realidad muestra otra cosa” expresa Alexis.

Según la perspectiva del autor, el periodismo hegemónico que marca agenda, muchas veces lo hace con el fin de naturalizar prejuicios, legitimar injusticia, despolitizar conflictos y en muchos casos “revictimizar a quienes padecen las violencias del poder expuesta con varios ejemplos en el libro”.

“A los sectores populares, más si son sectores populares en lucha, se los demoniza y deshumaniza. Para la lógica mediática hegemónica, la militancia parece ser un delito o un pecado mortal”.

Pero no todo está cooptado. Para Oliva “hay en los últimos años un proceso de revisión de prácticas y del propio lenguaje periodístico, pero que no ha surgido de lxs periodistas, sino de reclamos y propuestas de colectivos sociales, como el movimiento de mujeres y diversidades y la militancia por los derechos humanos, y también de los propios sindicatos de prensa y la universidad pública”.

Alexis le da la bienvenida a esto último ya que entiende que el periodismo debe estar siempre atento a las demandas de la sociedad y finalmente reflexiona:

“También es esperanzador el surgimiento de muchos medios de comunicación con una mirada alternativa, comunitaria, diversa y contrahegemónica. Ese es el aporte más fuerte a la recuperación de nuestro rol social, al que muchos hace rato que renunciaron. Quienes tratamos de sostenerlo posiblemente seamos minoría y seguramente enfrentaremos obstáculos, ataques y frustraciones, pero ejercer este laburo con dignidad siempre valdrá la pena”.

La preventa está habilitada en el siguiente link: https://mpago.la/2dUronQ

Para seguir el lanzamiento y su distribución: 
https://www.instagram.com/laviolencianacioconmigo/
https://www.facebook.com/La-violencia-nacio-conmigo-104898265677295/

Somos el equipo de redacción de Enfant Terrible: el resultado de millones de años de evolución aglutinados en este irreverente existir.

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