Literatura, política y memoria: Pensar a Conti y Walsh desde el presente

Hablamos con Emilio Teno y Mariano Taborda, escritores marplatenses que coordinan el @tallerdenarrativamdp, quienes conducen desde hace años un proyecto de investigación sobre la obra literaria de ambos escritores asesinados y desaparecidos durante la última dictadura.

A dos semanas del inicio de la dictadura, la madrugada del 5 de mayo de 1976 Haroldo Conti fue sorprendido en su casa, secuestrado y desde entonces se encuentra desaparecido. En pleno centro porteño, un día después de cumplirse el primer aniversario del golpe, los militares montaron un pelotón de fusilamiento que hirió de muerte a Rodolfo Walsh, el 25 de marzo de 1977.

El compromiso social y político de Haroldo Conti y Rodolfo Walsh es quizás la primera característica que se nos viene a la cabeza al momento de recordar por estas fechas a dos intelectuales comprometidos socialmente con su época. Puede ser también la relación política de ambos y su militancia activa. A la cual podemos agregar en Walsh, la labor periodística y la agudeza de sus denuncias. Pero además, fueron ambos, de los mejores escritores que nos brindó la generación del setenta para la literatura de nuestro país.

En tiempos de memoria, estuvimos charlando un poco sobre todo esto junto a Emilio Teno y Mariano Taborda, escritores marplatenses que coordinan el Taller de Narrativa Mar del Plata y desde hace años llevan adelante un proyecto de investigación sobre la obra literaria de ambos escritores asesinados y desaparecidos durante la última dictadura.

“Nosotros lo que hacemos es estudiar la obra literaria de Walsh y Conti, porque nos interesan mucho y nos gustan mucho”. Nos aclaran al preguntar cuál es el impulso que los llevó a estudiar la obra de ambos. “Es un proyecto que lleva tiempo y trabajo. Consideramos que son obras de primer orden dentro de la literatura argentina del siglo XX. Son obras que tenemos ganas de trabajar y disfrutar”.

-¿En qué etapa del trabajo se encuentra el proyecto?

Con respecto a la parte de Walsh ya está terminada hace un tiempo y tiene que ver con su escritura de ficción específicamente. Porque tal vez es lo menos visitado de su obra, siempre está en primer plano su participación como militante o su figura como intelectual comprometido y como escritor de no ficción. Nosotros lo que hacemos es ir a trabajar con sus textos de ficción, donde se van a ver cuestiones bien literarias como es el cuento policial o textos más políticos como pueden ser Un día de justicia o Esa Mujer donde hay una clave política en los textos que se puede profundizar.

O como también, algo de lo que trabajamos que siempre nos parece muy lindo vinculado a la ficción de Walsh, en los talleres que damos, es escribir colectivamente el cuento de Walsh que los militares lo robaron ,Juan se iba por el río, que es un texto que está desaparecido. A modo de reparación cultural. Lo que tiene que ver con el estudio de la obra de Haroldo Conti también ya está hecho. Luego comenzamos con el trabajo de una película documental, que ya terminamos la filmación que principalmente consistió en entrevistar a toda su familia y visitar los dos lugares centrales del territorio o de la geografía de Conti en su obra y en su vida, que son su Chacabuco natal y el Delta de Tigre, el río. Filmamos actividades vinculadas al homenaje a Conti, pequeñas, heroicas, que se mantienen casi en el anonimato y ahora estamos en una etapa de postproducción.

-¿Cómo consideran la relación entre literatura y política en ambos escritores?

Es distinto en uno y en otro. En Walsh, sacando algunos textos donde eso es indivisible o está interconectado, nos gusta pensar en la idea de que durante mucho tiempo Walsh escribió con dos máquinas de escribir: una donde hacía su obra periodística, de investigación y hasta sus textos de denuncia; y por otro lado, está la obra
plenamente literaria pero ya en muchos textos de su etapa de producción ficcional allá por el año 67 o 68 ya esas dos máquinas de escribir un poco confluyen. Y en el caso de Conti podemos ver una obra con al menos desligada en lo que tiene que ver con una primera mirada o evidente con lo político porque casi siempre son personajes solitarios en sus novelas y sus cuentos, y sí podemos ver en el final de su obra sobre todo en la novela Mascaró, el cazador americano, la idea de que hay un vuelco en la literatura como herramienta política.

-¿Qué tipo de influencias encuentran en el análisis de Walsh y Conti?

Creo que son distintas, hay en Walsh todo el oficio o la pericia de una escritura muy limpia casi perfecta podemos decir. Influenciada por el inglés, él era traductor y descendiente de irlandeses. Eso lo podemos comparar también con Borges, que tenía un vínculo muy cercano con el inglés. Y esa influencia en la escritura está, en español o en argentino porque los dos hacen literatura argentina, nos parece que hay algo ahí de
una influencia o al menos una admiración. Y en Conti podemos pensar en esta idea de ir a ver historias minúsculas, personajes minúsculos y poder crear ahí con eso historias extraordinarias.

-¿Cómo se puede pensar al lector modelo a quién dirigen su literatura?

Es interesante porque bueno pasó mucho tiempo y también pasó toda una mirada de la crítica de los noventa que dejó de lado todo lo asociado con una mirada de la literatura setentista. Nosotros creemos que la buena literatura pasa épocas, pasa modas, la crítica y demás y por eso es que vamos a ver esas obras porque creemos que tienen que estar en circulación. Pero creemos que si en su momento, sobre todo Conti fue muy
popular, hay una foto de él en la revista Gente o Caras en 1971, con la gente de la farándula como uno de los personajes del año. Eso nos habla de lo que significaba Conti y de lo que significaba un escritor en la cultura en ese momento no. Creo sí que la crítica desdeñó sus obras un poco relacionándolo a lo setentista.

-Conti solía reivindicar el escribir como un oficio como cualquier otro ¿Por qué?

Sin dudas que nosotros compartimos esa visión de que el escritor es un trabajador como cualquier otro, y el arte de la escritura es un arte del trabajo. Así lo pensamos nosotros en nuestro taller de lectura y escritura, y por eso nosotros en nuestro taller no pedimos nada para que alguien ingrese, ni tener experiencia, ni tener vínculo directo con la literatura porque entendemos que la literatura se puede aprender como
cualquier oficio.

-Por último, ¿si tuvieran que elegir o recomendar un texto de ambos, cuál sería?

En cuanto a textos imprescindibles, es casi toda la obra de ambos, pero si nos tenemos que quedar con un texto yo me quedo con un cuento de Walsh que se llama Fotos donde está un poco todo: desde su mirada política tal vez más sutil, como también toda la pericia como escritor. Y en cuanto a Conti, su primera novela, Sudeste.

Sanjuaniñx, estudiante historia y me acuerdo de fechas que no le importan a nadie. Tengo hambre todo el día.

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