Las “miradas con amor” de Paloma Laguens

Paloma es más que fotógrafa, no sólo porque también es una joven estudiante y madre, sino porque a través de su mirada plantea un proyecto, de esos que generan cambios. A través de la experiencia como brújula y la comodidad como herramienta, Laguens propone romper con las asimetrías y trabajar con luz natural y sin edición, por una verdadera soberanía corporal, sobre todo de las mujeres
Foto: Paloma Laguens

En el verano, más que en el resto del año, nuestros cuerpos vibran al calor de la desnudez. Eso que muchas veces es parte de nuestra intimidad, que miramos en la soledad de nuestra habitación o sólo compartimos en exclusiva con las miradas y tactos de confianza, queda expuesto más que nunca. Se juegan así, construcciones subjetivas que hacemos sobre lo propio, que también se vuelve ajeno cuando nos incomoda.

Pero esas construcciones no son totalmente propias, porque no son ajenas a la publicidad, a los medios de comunicación, a las redes sociales, y los cuerpos hegemónicos que exponen y ponderan. Todo es absorbido y también nos moviliza, y más de una vez, nos incomoda. ¿Cómo revertir una propuesta que bombardea a mensajes e imágenes con algo que no nos incluye, no nos incluyó, ni nos incluirá? Paloma Laguens* se animó a responder esto con su la iniciativa “Miradas con amor”, inspirado el trabajo de la fotógrafa Valeria Sigal y su serie “Sillas”.

Paloma es cordobesa, vive en La Calera y también es madre. Estudia Comunicación Social en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Tiene una trayectoria importante en el ámbito de la fotografía, ya que trabaja con ellas hace más de 20 años. Además es técnica de CONICET en el en el Instituto de Antropología de Córdoba (IDACOR) y tiene experiencia participando como becaria de la Fundación Williams en la Reserva Patrimonial y Archivo del Museo de Antropología de la Universidad Nacional de Córdoba. La foto es un estilo de vida, que adoptó cada vez más después de desligarse del estudio de la medicina y tras una separación amorosa. La idea de afinar su mirada fotográfica en un proyecto propio es reciente, como la propia mirada.

Paloma Laguens, autora de “Miradas con amor”.

“En 2021 me contrató una chica para hacerme fotos embarazada, estaba como a dos semanas de parir. Fue la primera vez que le pasé las fotos a alguien y me dijo que estaban horribles, porque salía con papada, gorda, muy blanca... 'pensé que eras fotógrafa' me dijo en un momento. Fue muy feo. Le pedí perdón, pero al final ella esperaba que yo genere un producto hegemónico, no lo generé y pensó que mis fotos eran horribles”, recordó Paloma.

“Yo veía muchos reels y la mayoría eran sobre cómo posar para que tu cuerpo se acercara a las formas hegemónicas, que se note menos la cintura, la cadera y lo mismo con la ropa. Entonces pensé que si me quejaba de los productos hegemónicos que consumimos, tengo que también dejar de producirlos, hacer algo desde una mirada más sincera, de cómo yo veo a los otros cuerpos”.

Así, Paloma comenzó a realizar otro tipo de fotos. Primero en una sesión con una amiga que las publicó en sus redes sociales, donde se dio cuenta de la importancia de que existiese una propuesta distinta: “Se empezó a viralizar y me decían 'gracias por ésta otra mirada'. Incluso amigas que en principio me decían que no (a las fotos), ahora me decían 'yo también quiero', hasta que fueron al menos 15 mujeres”.

Foto: Paloma Laguens

Comodidad para romper la asimetría

Algo que no pasa desapercibido en el proyecto de Paloma y que va desde el título hasta su argumentación, es la importancia de la “comodidad” como criterio para llevar adelante estas fotos. Al ser consultada por este ejercicio, de construir un ambiente cómodo, Laguens respondió también con las experiencias de su memoria:

“La primera sesión la hice en mi casa, invité a una amiga y varias personas más (siempre mujeres). Después, la segunda o tercera la hice en la casa de las chicas y me di cuenta que era un factor súper importante, ir a dónde ellas vivían, sacar las fotos donde ellas vivían, porque eso cambió un montón la actitud del cuerpo en el espacio. No es lo mismo acostarte en tu cama, con tu almohada, con tus sábanas, que acostarte en la cama de otra persona”.

Foto: Paloma Laguens

Algo que no pasa desapercibido en el proyecto de Paloma es la importancia de la “comodidad” como criterio para llevar adelante estas fotos, al buscar construir un ambiente cuidadoso. Al ser consultada por esa forma de vincularse a su trabajo, Laguens respondió también con las experiencias de su memoria:

“También era importante usar la ropa más cómoda que tuvieran, y aunque me dijeran 'no porque es re fea' no importa, porque lo importante es la comodidad, no sirve una bombacha que sea hermosa pero que aprieta. Además, estás casi sin ropa frente a alguien con una cámara y también es importante romper esa asimetría entre quien tiene la cámara y parece que tiene el poder”.

Muestra de “Miradas con amor” en el Museo de Antropología, Córdoba Capital.

“El sistema está hecho para un sólo tipo de cuerpos”

Las miradas de Paloma no son hacia puntos perdidos en la distancia, sino que se tocan, se entrecruzan. Los conceptos no están en el aire y sus palabras, al ser anécdotas, menos aún. Todo tiene una coherencia que da ganas explorar como quien arma un rompecabezas. La idea de la comodidad del cuerpo y su estrategia para que exista, que sea habitada por quien recibe el disparo, resuena en lo que Laguens recupera mencionando como “soberanía corporal”.

“Hoy hay un discurso sobre el amor propio y la aceptación, pero a la vez hay un sistema que te deja afuera si no cumplís ciertos parámetros. Entonces es contradictorio, porque al final en la libertad de nuestros cuerpos para ser lo que queremos ser, para posar, para hablar, para vestir o subir fotos, hay un punto en el que todavía no somos libres, sobre todo en las mujeres, donde el mandato es muy fuerte con qué cosas debe y no debe tener el cuerpo”.

Foto: Paloma Laguens

En la misma línea, Laguens critica el bombardeo de los mensajes de amor propio y aceptación que descargan la televisión y las redes sociales, y los caracteriza como “irreales, porque una no puede levantarse y amarse todos los días, porque el vínculo que tenemos con nosotros mismos es como con las personas, se construye”.

“Me parecía interesante sacar fotos que rompieran con lo que se esperaba de los cuerpos de las mujeres. Nos sentamos así y se nos nota la panza así, usamos bombachas gigantes, se nos ven los pelos y las celulitis, y podemos ser hermosas igual, totalmente agradables y lindas también”.
Foto: Paloma Laguens

La posición de Paloma no es aislada, es política y así lo reivindica. Está atravesada por el feminismo. Dice que hay “un lente” con el que mirar el mundo con una perspectiva feminista. “Es lo que te decía, que sobre las mujeres pesan mucho más las exigencias” repasa. “De hecho me han preguntando por qué no hago a hombres también, y porque capaz no sea tan urgente como con las mujeres, porque el patriarcado está encima de si cumplís y no cumplís” se responde.

Cambiar la mirada, cambiar por dentro

Una vez más, todo se conecta, como si fueran muchos caminos que en realidad desembocan en uno sólo, aunque también podría ser a la inversa, partir en distintas direcciones desde un mismo punto y luego poder retomarlo para explorar a los siguientes. Sin embargo, después de cada recorrido nada será igual, aunque se vuelva al mismo camino principal. Esos cambios, en el proyecto de Paloma parecieran aplicarse tanto para ella como para quien quiera ser cómplice de sus miradas.

Foto: Paloma Laguens

“Yo les preguntaba a las chicas qué sentían al ver las fotos y me decían 'es la primera vez que me puedo ver como me ve el mundo', por ejemplo, que es una pregunta que muchas personas nos hacemos ¿Cómo nos verá el mundo? O 'es la primera vez que me veo como me ven todos y no posando', estando relajadas tiradas en la cama. Además no es lo mismo que hacerte un autoretrato o sacarse una foto al espejo. Aunque no pasa con todas, pero estaría bueno que las fotos puedan cambiar cómo te ves a vos y cómo ves a otros cuerpos también, porque muchas tenemos un discurso para afuera, pero después te ves hacia adentro somos súper exigentes”.

Foto: Paloma Laguens
“La idea de la foto es que pueda servir para decir 'soy eso' y está todo bien”.
Casi psicólogo de la Universidad Nacional de Córdoba. Escribo y reniego. A veces hago fotos pero, no soy fotógrafo.

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