Ivana Huenelaf: "Volver a los territorios es volver a la identidad"

En diálogo con Enfant Terrible Ivana Huenelaf contó cómo es vivir en un contexto de lucha por intentar recuperar los territorios ancestrales de los pueblos Mapuche y Tehuelche. Sus experiencias ante la represión del Estado argentino, cómplice de los intereses de terratenientes multimillonarios como el italiano Carlos Benetton y el inglés Joe Lewis, así como su trayecto por la justicia huinca, son hoy un ejemplo de resistencia histórica.
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Foto: Lautaro Palacios

El pasado 17 de marzo se llevó a cabo un encuentro en Villa Giardino en conmemoración a los dos años de la muerte de Alina Sánchez, médica feminista, internacionalista y revolucionaria argentina. En esa oportunidad nos encontramos con Ivana o "Mapu", mujer, madre, feminista, mapuche tehuelche, quien accedió a compartir sus experiencias sobre las reprimendas por parte de Gendarmería Nacional, el sistema policial y judicial chubutense y empresarios que se apoderan del ancestral territorio de La Patagonia.

"Mari mari, iñche ta Ivana Huenelaf pigen Mapuche Tehuelche. Mvlen Bolson waria mew, taiñ Kvpalme Cushamen waria mew".

-¿Cómo es ser madre en este proceso por recuperar tus tierras?

-"Más o menos hace unos 13 o 14 años hubo un caso muy conocido, el de Rosa Rúa Nahuelquir y Atilio en donde se le recuperó un territorio a Benetton; ahí comencé con la movida de recuperación de territorio. No son mis tierras, son las tierras de los mapuches, yo no tengo espacio territorial como campo por decisión propia, por la forma de vida" (...) "Si, soy mamá, tengo 6 hijos grandes y chiquitos. En el lapso de la recuperación de territorio de Leleque, la primera recuperación a Benetton, hasta ahora volví a tener otros hijos. Para mi es maravilloso ser madre, en mi caso personal pude tener un acompañamiento de la familia y fui madre muy joven. Es muy lindo, yo me acuerdo que mi abuelo me decía que había que sembrar La Patagonia. Creo que es una manera de resistir porque vos vas llevando a las crías a los territorios y ellos van viviendo contigo la experiencia, me acompañan en todos los procesos. Excepto el día 10 de enero de 2017 que sufrimos una represión y estuve detenida. En el gobierno de Macri llegó una ola de represión al pueblo mapuche, guaraní, quechua. De hecho en el norte fueron totalmente abandonados, se nos están muriendo de hambre nuestrxs niñxs. También estamos presionados por Carlos Benetton que tiene más de 900.000 hectáreas. Después tenemos problemas con Lewis quien bloqueó el Lago Escondido que antes se usaba para ir a bañarse y ahora es de él con su mansión, aunque ya tiene la orden de abrir el paso no cumple hace años no dejando entrar al territorio a nadie. En este contexto están creciendo nuestros niñes. También se nos han llevado vidas como Lucina Quintupurai, el Rafa Nahuel, Santiago Maldonado".

-¿Cómo viviste la represión y luego de eso pudiste salir adelante e incluso llegar a una instancia judicial?

-"Es un proceso largo porque esto fue hace 3 años. Creo que la peor condena es el proceso que nos hace vivir en la judicialización. He perdido las veces que he tenido que hacer 200 kilómetros para ir a declarar. Tenemos jueces y fiscales antimapuches que están a la orden servil de Benetton".

"El 10 de enero de 2017 a las 6 de la mañana ya habían entrado 300 gendarmes y habían hecho desastres en el Pu Lof en Resistencia Cushamen, se habían llevado los animales, unos caballos de ceremonia. Todo eso fue ilegal, hasta la orden era ilegal, lo cual se pudo comprobar en el proceso del juicio. Levantaron la barrera después que cagaron a palos a las compañeras, quemaron y rompieron todo. Nosotros nos enteramos como a las 9 de la mañana y fuimos en caravana. Cuando llego lo que más me dolió fue ver a esos niños con tanto dolor y desesperación de querer contarte lo que había sucedido. Yo había dejado a mis niños en Bolsón hace 4 horas y tenía que volver, entonces me subí a una camioneta que salía para buscar los animales que se habían llevado. Seguimos las huellas que llegaban hasta la estancia de Benetton y cuando vemos eso nos volvemos; ahí nos cruzamos el camión sin patente que llevaba los animales, entonces damos la vuelta para seguirlos. Cuando les preguntamos qué pasaba, sacan armas reglamentarias y nos empiezan a disparar, nos asustamos y aceleramos. Cuando vuelve la camioneta de Benetton llega con policías del Estado también a dispararnos, nos llenaron de balas. Pudimos esquivar la barrera, salimos por el campo y volvimos a tomar la ruta. Después nos detienen, nos pegan mucho y a mi me quiebran el pulgar izquierdo. Nos dieron tantas patadas que todavía no se curan los estallidos de los botines" (muestra su pierna con moretones). "Nos pegaron muchísimo, sobre todo a mi y a otro compañero, porque éramos mapuches; la orden era matar mapuches y ellos mismos lo decían. Después nos tuvieron encerrados pegándonos en la comisaria, nos hicieron una barrera, nos esposaron, cortaron la luz para que la gente no vea de afuera y en eso nos pegan un montón. Luego nos trasladaron de Maiten a Esquel, nos hicieron poner en forma fetal en la camioneta en un traslado que normalmente dura una hora, pero este duró 3 horas porque tomaban otros caminos para pegarnos. Cuando llegamos a la comisaría de Esquel, todavía no sabíamos por qué nos habían detenido. Ahora se puede ver que en los expedientes fraguaron la detención, pusieron horarios que no coordinaban, nos plantaron unas molotov y un montón de cosas más. Había una complicidad entre Benetton, su mayordomo y la policía".

"Estuvimos 3 días detenidxs, pudimos salir porque pusimos abogados y después de eso comienza el proceso del juicio, en el que nos enjuician por abigeato, que es robo de ganado; Benetton decía que le robaromos 370 animales y también decían que habíamos disparado, pero no nos hicieron el Dermotest, ni tampoco nos encontraron armas. También por entorpecimiento a la vía pública y desacato a la autoridad. De las molotov y del robo de ganado quedé sobreseída, pero de los otros no. Ahora me pasaron a causa federal, antes era provincial. A mis otros tres compañeros los mandaron a la Cámara de Casación, porque nos absuelven con dudas, así que esas dudas todavía siguen en proceso. Yo decidí seguir el proceso del juicio que era como me decían mis hermanos, largo, poco creíble, nos sacan tiempo y dinero pero yo sigo y ya se pudo comprobar mi absolución a lo que me acusaban, que eran todas causas armadas".

-¿Tienen nueva fecha en esta etapa del juicio?

-"Fecha todavía no tenemos porque el Estado en la provincia del Chubut hace 3 años no les está pagando a los estatales entonces los judiciales están de paro. Están esperando algunas pruebas de Esquel que es provincial para llevarla a la federal. Igualmente nosotros siempre viajamos a Comodoro y vamos y movemos la causa, creo que eso ayuda mucho porque estamos todo el tiempo insistiendo. Estamos recibiendo mucho acompañamiento por parte de Pañuelos en Rebeldía; yo pertenezco al Feminismo Comunitario Antipatriarcal del Abya Yala. Económicamente lo solvento yo sola, mi trabajo es autónomo vendiendo alfajores y pan casero en la feria regional del Bolsón".

- ¿Qué mensaje le darías a la gente en general en base a todas estas experiencias?

-"En general, que todo se supera. Con el acompañamiento de gente como ustedes es maravilloso encontrarnos, abrazarnos, acuerparnos, escucharnos, llorarnos, reírnos, compartir. Que tenemos que volver a los territorios, no solamente los mapuches. Todos nos merecemos un espacio territorial para desarrollarnos y sobre todo para sostener esta autonomía y dejar de alimentar este sistema neoliberal, que quiere vernos a todos los pobres muertos y que claro está no va ni para el mapuche ni para la sociedad. Volver a los territorios es volver a la identidad, por más que sea gente que haya venido del extranjero. Buscar su tuwun, sus raíces, su küpalme, su ancestralidad porque todas las tenemos y es re bonito empezar a recordar quienes fuimos, quienes somos y hacia donde vamos. Tenemos que sostener nuestra identidad, nuestra dignidad, nuestra humanidad. Que se puede, no hay nada que te silencie, ni encerrada en un calabozo cagada a palos, te da más fuerza a nivel judicial y a nivel personal para decirles que no nos van a hacer callar, porque no queremos que esto suceda con nuestro pueblo ni con ningún pueblo de la Wallmapu del mundo".

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¡MARICHIWEU, LAMIEN!
Casi psicólogo de la Universidad Nacional de Córdoba. Escribo y reniego. A veces hago fotos pero, no soy fotógrafo.

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