La Revista “La Vida Útil”, el Cine Club Municipal Hugo del Carril y su Asociación de Amigos aúnan fuerzas para presentar por primera vez en la historia de la Ciudad de Córdoba, todas las películas del productor Hugo del Carril juntas y proyectarlas en fílmico, lo que permitirá visualizarlas en las mejores condiciones disponibles.

Este jueves a partir de las 15:30, en la Sala Mayor del cine municipal se dará lugar a la primera de una serie de 15 películas dirigidas y protagonizadas por el reconocido cineasta, cantante y actor argentino. El bono de las entradas es de $1200, mientras que personas asociadas ingresan gratis.

“Historia del 900”, “Surcos de sangre”, “Las aguas bajan turbias”, “El negro que tenía el alma blanca”, “Las tierras blancas”, “La Quintrala”, son algunos de los largometrajes a proyectarse durante este fin de semana.

Este evento se producirá en el marco de la presentación del número 6 de la revista La Vida Útil, que incluye un extenso dossier sobre cine clásico argentino. El domingo 10/9 a las 18:00 se realizará una función especial de presentación con un diálogo entre Fernando Martín Peña –historiador, docente y divulgador del cine argentino–, María Aparicio –cineasta y colaboradora de La Vida Útil– y los editores de la revista, con la posterior proyección del mediometraje “En marcha”, dirigido por Hugo del Carril en 1964.

Hugo del Carril, cineasta

¿De qué trata el N° 6 de La Vida Útil?

Esta nueva edición de la revista que nació como fusión de dos importantes polos de crítica joven en nuestro país, la revista online Las pistas, con sede en Buenos Aires, y la revista impresa Cinéfilo, que editará 23 números en la ciudad de Córdoba, tiene en su parte central un extenso y profundo dossier de más de cien páginas sobre cine argentino clásico.

En este sentido, según relatan sus editores, el trabajo llevó casi dos años y contiene textos de casi veinte especialistas: en las páginas se explora la carrera de directores como Torres Ríos, Cominetti, Coppola, Ferreyra, Romero, Saslavsky, Christensen, Schlieper y, por supuesto, Hugo del Carril, con la de actrices como Tita Merello y Mecha Ortiz.

Además, esta edición trae entrevistas a Amy Halpern, Helke Misselwitz y una masterclass de Pascale Bodet. Junto a las críticas y crónicas habituales, también fue entrevistado el docente y programador dominicano Diego Cepeda sobre su historia y la historia del cine de su país y del Caribe.

Quienes integran La Vida Útil, se definen como una generación de críticos que no viene del periodismo sino de escuelas o universidades de cine, con otro conocimiento, que intenta entender qué implica que tengamos toda la historia del cine a la distancia de un click: ¿Cómo se programa la cinefilia cuando no hay nada vedado? ¿Qué responsabilidad tiene una generación nativa en todos estos cambios?

Partiendo de estas últimas inquietudes se propone “una mirada fuerte, precisa, que pueda recomponer relaciones –políticas, sociales, estéticas– que se nos escapan o que se quieren ocultar”. La revista ya cuenta con seis números y un libro (“Una luz revelada”) editados.

¿Quién era Hugo del Carril?

Fernando Martín Peña, reconocido historiador, docente y divulgador del cine argentino, lo define de la siguiente manera: “Hugo del Carril fue un artista excepcional y multifacético, que se destacó en todo lo que hizo: extraordinario cantante, actor con gran personalidad cinematográfica y excelente director, forzado por las circunstancias políticas a llevar adelante su cine casi siempre en condiciones adversas”.

“Aunque durante décadas fue tratado con desprecio y suficiencia por críticos e historiadores, la revisión actual de su obra revela a un creador integral que en nuestro cine solo puede compararse con Torre Nilsson o Leonardo Favio”.

Peña destaca que la independencia de Hugo del Carril al momento de su trabajo: “fue un cineasta independiente décadas antes de que el término se pusiera de moda y lo fue en un sentido total, porque produjo una mayor parte de sus quince largometrajes con dinero propio. Paradójicamente, esa independencia produjo también la dispersión de su obra después de su muerte”.

Por último, el historiador cuenta que Del Carril conservaba los negativos de sus películas en el Laboratorio Alex, cerrado en 1995 y sin devolver ese material a su familia: “Desde entonces, volver a reunir el conjunto de su filmografía y proyectarlo en las mejores condiciones posibles ha sido una tarea muy difícil, que emprendimos con Octavio Fabiano -coleccionista y divulgador del cine argentino- hace dos décadas”.