Acto 1: Transliterar la muerte vía rave

Acto 1 se divide en tres partes que logran una unidad funcional audiovisual, siendo “Safe Rave”, su consecuente EP homónimo y el cortometraje “Transliterar la Muerte”, la concreción de la artista, compositora, performance y DJ GABA.

Acto 1 es una síntesis de aquello que formó, y forma parte de la historia constitutiva de la población de travestis, trans, bisexuales, maricas, lesbianas... la noche, las fiestas y lo clandestino como espacio de encuentros, contención y reconocimiento. La obra se divide en tres partes, logrando una unidad funcional audiovisual, siendo “Safe Rave” su consecuente EP homónimo y el cortometraje “Transliterar la Muerte” la concreción de la artista, compositora, performance y DJ, GABA.

Al momento de presentarse con Enfant Terrible, la artista comentó: “la performance y la música fueron la puerta para encontrar el camino hacía mi propia esencia”.

En el cortometraje “Transliterar la Muerte”, la voz en off relata: “no puedo hablar del pasado como algo que sucedió, cierro los ojos y todo viene al presente, ¿por qué no me puede gustar ese chico? ¿Por qué no me puedo poner la ropa que quiero? ¿Por qué no puedo escuchar la música que me gusta? ¿Por qué no puedo explorar mi cuerpo? La respuesta siempre fue un “no”. Me mataron, mi madre me mató, me dijo: ‘estás muerta para mí’; muerto en ese entonces, pero de una u otra forma, también sé que para ella sigo viva”. Mientras, los frames la muestran de niña subida en una calesita, jugando en el patio de su casa, hablando en un galpón en primera persona, ahora ya de adulta.

La muerte simbólica y cuasi literal de una identidad, para renacer en otra, con otrxs: ¿Quién nació a partir de ese momento? ¿Cómo se reconstruye la realidad a partir de la expulsión del mundo heterosexual? En ese acto de muerte y resurrección, la artista va explorando cómo hacer de la performance un estilo de vida, comenzando su transición de género durante una pandemia.

“Nace desde mi contacto directo con el arte performático. Fue en el 2019 previo a la pandemia, ante la lectura de los espacios que existían en Córdoba para el arte trans y queer donde vimos la necesidad de crear un lugar para nuestras expresiones artísticas y con Juan Coronel produjimos Furia Córdoba Ballroom”, comenta GABA.

En ese acto performático no sólo se busca a sí misma, sino que también indaga en el inconsciente colectivo que enlaza a toda una población que, por abyección y luego por resignificación, decidieron otros estilos de vida, más allá de toda posible persecución, violencia o abusos, por no querer ser parte de la heteronorma. Los espacios de encuentro, refugio y contención pasaron a ser la clandestinidad, el baile y la noche. Allí la realidad que, de día se les presentaba como rota y fragmentada, pasaba a ser un lugar de transformación a través del goce, la diversión y el baile.

Foto: Candela Pérez Celayez

“Acto 1 nace post pandemia en 2021, en un trabajo de autoanálisis junto con Francisco Gonzales Cholaky, que cayó a casa con la propuesta de realizar un cortometraje sobre mí y que me permitió entender que GABA fue toda su vida trans. En el armado, decidí que si lo hacíamos, también quería relatar la historia de mis amigas porque la muerte nos atraviesa a todas como seres humanos. Durante años tuve un fuerte rechazo hacia la muerte y hoy entenderla como una posibilidad de trascendencia a otro nivel, se lo agradezco un montón a este proyecto”, relata GABA.

“Transliterar la Muerte” es un enlace entre aquello que no deja de nacer a través de la expresión artística, el empuje de un cuerpo que quiere romper con lo conocido y dejarse atrapar por la incertidumbre, la incomodidad y la inquietud, ante la duda de si se pueden crear ambientes donde los afectos, el erotismo y el deseo sean el punto de partida.

Si las disidencias se han plantado ante la muerte desde una política emergente de los cuidados: ¿Cuántas veces tuvieron que morir en soledad para renacer en la memoria colectiva?

“Cuando mi amiga poeta Oriana Boris propone llevar a otro lenguaje algo tan puntual como lo es la muerte, en lo personal fue como hackear algo. Está el fetiche de hablar de nuestras historias marcadas por la opresión, y sí, es parte de nuestras vivencias, pero lo puedo decir de la manera en que se me cante el orto. Nuestras historias no tienen porqué caer en el autoflagelo, llorando. Al menos en lo personal, elijo hacerlo desde el pop”.

GABA, DJ, compositora y performer

“Safe Rave”: culto pop de refugio y resistencia

Salir de los subterfugios y romper lazos con la creencia inmanente de que lo “natural” es un sexo y un género asignado según la genitalidad, puede resultar en una experiencia dolorosa a consecuencia del rechazo y la negación por parte de la sociedad y seres queridxs. Rearmarse comprendiendo que la posibilidad de transformación puede ser infinita, se parece bastante a una rave donde “el o la DJ deja paso a que la multitud sea la estrella, siendo el rito a través del baile quien toma el protagonismo”, comenta el crítico de música inglés Simón Reynolds.

“Hoy mi realidad ya no es segura y este culto pop, pienso es, mi única salida. Hoy marcó el ritmo y tus ‘no’ destruyó, hoy marcó el ritmo, mueren y yo vivo”, se repite de manera envolvente dentro del techno pop “Safe Rave”. Los golpes de la caja conducen al cuerpo a una sensación de éxtasis y a la literalidad de la palabra ‘salvarse en el delirio’ (Safe Rave). “El cuerpo entero se convierte en una oreja”, describe Simón Reynold sobre lo que sucede en los encuentros rave.

Las fiestas Rave -su traducción vendría a ser “delirio”- comenzaron en los años 80’ en Estados Unidos y durante los 90’ ganan popularidad en Europa. Eran fiestas organizadas en lugares clandestinos, una manera de ir contra el sistema, aunque en la actualidad haya sido cooptada por la cultura mainstream. Lo que primaba más allá de cualquier sustancia, era la común unión de sus asistentes, ésto para el investigador Matías Jauregui Lorda representaba “una fuerte idea de colectividad sostenida a través de códigos culturales propios: nacía el concepto de PLUR, acrónimo que significa "Peace Love Unity Respect" (traducido como Paz - Amor - Unión - Respeto)”.

Una de las ventajas que trae la noche y su sabor artificial, es la posibilidad del encuentro entre pares, la diversión, la sensación de que el tiempo está a nuestro servicio. Un puente entre la artista que toca en la cabina y las personas inmersas en un frenesí catártico por medio del baile. Para GABA, la música y la pista de baile deben ser pensados como refugio y resistencia: “Safe Rave se desprende del cortometraje donde la fiesta fue y es la columna vertebral de lo que soy. Muy probablemente tenga que repensar cómo voy a comer en este tiempo, pero no quiero negarme la libertad que me da la fiesta y corporizar lo que me pasa”, relata.

Foto: Santiago Barrionuevo

"Vivir a través del arte" como acto político

Para la construcción del concepto “GABA”, la artista fue tomando elementos de la cultura underground y del rave, de las figuras de “divas” del pop con las que creció, co-construyéndose estética y políticamente en la performance, fomentando la experimentación y reconociendo, que la mejor decisión fue haber saltado al abismo para vivir a través del arte.

En contestación al embuste de “vivir del arte” que presenta la industria musical, GABA comentó: “Agradezco haberme lanzado y entregado porque hoy soy una persona madura que entiende más de los códigos. Fue un contacto directo de algo que la industria te dice que “eso” es lo que te valida, pero no era la idea, la idea era mostrar un mensaje”.

El miércoles 27 de diciembre, Javier Milei envió al Congreso de la Nación la reforma del estado a través del paquete de leyes, autodenomida “Ley Ómnibus”, entre las que se encuentra el pedido de derogación del Decreto de Ley 1.224 de 1958, sobre el FNA (Fondo Nacional de las Artes). Esto afectaría de manera simbólica, política y económica a quienes perciben ingresos de sus producciones artísticas y aquellas personas que pretenden iniciarse pudiendo acceder a becas.

¿Quiénes podrían tener acceso a la producción de contenido y cuáles serán las intenciones del sector privado sobre los mensajes que se pretenda dar a la sociedad? Desconocer que el arte es un medio de expresión política, es pasar por alto que quien posee el capital cultural, tiene el poder de decisión de cuáles y de qué manera se difunde el contenido mainstream.

“Veo al trabajo de la cultura como un elemento muy clave en materia de derechos. El ocio y la posibilidad de crear para mí fueron grandes herramientas que disparan nuevas maneras de resolver y vivir. Creo que debemos, ahora, seguir alentando al resto a no perder la posibilidad de este derecho a la libre búsqueda de lo cultural. Pensar que si yo tengo la posibilidad de vivir a través del arte, es también para que otrxs tengan la posibilidad de que sea un medio de trabajo” concluye GABA.

Acto final:

La cámara se aleja y la voz en off toma el protagonismo: “Mi primer renacimiento fue cuando comencé a cuestionarlo todo, ¿y si somos nosotrxs quienes podemos construirlo?”.

¿Cuándo las luces se encienden y el amanecer asoma, quién queda allí? ¿Qué nos sostiene cuándo nadie nos ve en soledad? El ritual llega a su fin y la escena muestra a GABA caminando sola, en silencio, algo cambió en ella y en quienes estuvieron transliterando la muerte.

Foto de portada: Eze Ruggieri

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Agustina, me dicen Chora. Profe de psicologia, pronta licenciada. Escribo y soy mi propia empleada cocinando.

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