La cuadrilla de Barrio Yapeyú está integrada por un grupo de 15 personas que trabajan de forma comunitaria que busca mejorar la calidad de vida de los vecinas y vecinos de barrios empobrecidos, abordando desde las condiciones infraestructurales a las condiciones laborales. Se trata de un grupo de vecinos demuestran que en los barrios populares no existen “los planeros”, ni “las vagas”.
A partir de la implementación del Proyecto de Obras Tempranas (POT) en un sector del barrio, esta cuadrilla realiza conexiones eléctricas intradomiciliarias en las casas que pertenecen a barrios incluidos en el Registro Nacional de Barrios Populares (ReNaBaP). El plan está impulsado por la Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU).
Como parte de la ejecución del POT, es mediante la organización comunitaria que se conforman cuadrillas de trabajo con vecinas y vecinos del mismo barrio donde se van a realizar las obras, por el conocimiento territorial que ya cuentan, y también por la posibilidad de generar nuevas fuentes de trabajo en esos lugares. En Complejo Yapeyú, la cuadrilla está integrada por 7 mujeres, 8 varones de entre 19 y 48 años, que se ocupan de tres manzanas del barrio, donde viven unas 100 familias en 67 viviendas.
Para conocer su trabajo y saber cómo vivirán este Día Internacional de las y los Trabajadores, hablamos con María Pereyra, coordinadora del grupo, y también con Williams Castro y Belén López, dos de sus integrantes.
-¿Cómo eran antes las conexiones y cómo cambia la vida de las familias que viven ahí?
Wiliam:
-La mayoría de veces cuando entramos a las casas vemos cables colgando que pasan por arriba de las chapas, nos hemos topado con cables pelados, enchufes en muy mal estado. Cuando salimos de la casa con el trabajo terminado se nota el cambio en la instalación y se ven las caras de felicidad de los vecinos, que me genera también felicidad, ya que al no poder tenerlo por si mismos esto les cambia la vida. Ya no van a correr riesgos de que algún cable toque la chapa, de que algo genere un corto circuito y eso ayuda a evitar incendios también.
-La gente que integra la cuadrilla, ¿qué conocimientos tenía sobre el trabajo que hacen desde el POT?
María:
-Hay trabajadores matriculados y una arquitecta que trabaja con nosotras, pero en su mayoría los conocimientos eran básicos. Fuimos haciendo capacitaciones y a partir de guías de cuadrillas, vecinxs que sí tenían una formación, y fuimos logrando aprender y mejorar los pocos conocimientos que ya teníamos. No era necesario tener conocimientos para ser parte, incluso varixs se fueron formando con las capacitaciones y con el trabajo diario que hacemos en cada casa.
-En general estos trabajos son hechos por varones, ustedes siendo mujeres ¿pensaban en tener este oficio? ¿Qué significa para ustedes?
Belén:
-Por lo general se ve que siempre fue de varones el trabajo de electricistas, pero para mi es un trabajo que podemos hacer de la misma forma las mujeres. Trabajar con la electricidad fue algo que siempre me gustó, pero mi ex pareja me dijo que ese oficio era solo para hombres y no lo hice en su momento. Hoy para mí es muy importante trabajar en esto porque es algo que siempre quise y me hace sentir muy bien y capaz de hacerlo.
Ciertos discursos políticos en los últimos años han construido un sentido común que pone a las personas empobrecidas en la mira de la sociedad bajo la etiqueta de “vagos” y “planeras”, como si fuesen gente que no trabaja. Alrededor de los pobres se construyen mitos y generalizaciones infundadas que hace mucho daño. En barrios como Yapeyú el trabajo no falta, lo que faltan son condiciones dignas y genuinas para realizarlo. Sobran albañiles, electricistas, amas de casa, carreros, cartoneras, y tantos changarines como puedan imaginar.
-Existen ideas de que la gente de los barrios es “vaga” o “planera”, ¿qué pensás vos sobre lo que dicen?
María:
-Esas ideas siempre están, incluso las charlamos a diario en la obra. Pienso que la gente de los barrios no somos vagos, sino que nos cuesta mucho más conseguir un trabajo formal por ser de barrios empobrecidos. Tener oportunidades no es algo que nos suceda a nosotros "los pobres", "los planeros".
En mi caso comencé cobrando un Potenciar Trabajo, trabajando dentro de una cooperativa textil, me capacité aprendí sobre el oficio, trabajamos mucho en eso porque no es fácil ser cooperativista y más del sector popular, dónde tenés que ser la que se sienta a cocer, la que diseña, la que vende cumplís todos los roles.
-Ves mucha gente trabajadora en el barrio, ¿qué cosas te preocupan?
María:
-Si mucha gente trabaja de changas, de albañilería, vivimos el día a día. Lo que más me preocupa de la situación actual es que un sólo trabajo no alcanza ni para llegar a la canasta básica, trabajamos en dos o más trabajos para poder llevar el sustento a nuestros hogares.
-¿El sueldo antes te alcanzaba? ¿Hoy llegas a sostener a tu familia?
Belén:
-No tenía sueldo, estaba sin trabajo, a veces hacía lo que salía en limpieza y así. Hoy en día sustenta a mi familia y fue una gran ayuda estar en este proyecto. No sólo para aprender lo que me gusta, si no también porqué es una gran ayuda económica en medio de la situación que estamos pasando en la Argentina, porque con los precios la tenes que ir llevando y tratar de consumir lo que te alcanza. Todos los días tenes precios nuevos y altos.
En medio de un reclamo elevado por los precios inflados y una economía concentrada, las familias más empobrecidas no olvidan rememorar el 1 de mayo y los motivos que les trajeron hasta acá:
“Estoy contenta con lo que hago porque hacemos que cada familia se sienta feliz por tener la posibilidad de mejorar su vivienda. Para mí el día de las y los trabajadores son todos los días, porque cada día nos levantamos a luchar para tener un plato de comida en nuestra mesa”, finalizó Belén.
Wily, luego de haber hecho alguna que otra changa y haber terminado la escuela hace no tanto, respondió a la pregunta de ¿qué significa el día del trabajador?: “Es algo muy grande. Estoy celebrando el día del trabajador por primera vez, porque hasta el año pasado festejaba el día del estudiante y estoy orgulloso de eso”.
La Poderosa desde el trabajo social, comunitario y cooperativo también construyó en 2020 al “Observatorio Villero”, una especie de INDEC promovido por vecinas y vecinos de los barrios que genera estadísticas donde los encuestadores no llegan. En 2022 hicieron un relevamiento de las Condiciones Habitacionales en 23 barrios populares de la Argentina, donde las encuestas reportan datos de 1.222 viviendas.
En este informe ¿Qué es lo elemental? ¿Cuánto cuesta no tenerlo? publicado entre La Poderosa junto al Gato y la Caja, pueden encontrar todos los datos.
Acá el paréntesis es sobre la luz y electricidad en los barrios, donde en el 57% de las viviendas las conexiones eléctricas son informales, 2 de cada 10 viviendas que tienen conexiones formales padecieron la pérdida de al menos un electrodoméstico en el último año, mientras que quienes permanecen en la informalidad, las pérdidas fueron cerca del doble.
Desde ese lugar, con estos datos, pero fundamentalmente con el conocimiento empírico de que en los barrios populares es necesario no sólo mejorar las condiciones de cómo llega la energía a las casas, sino de una urbanización que garantice una vida digna, con todos los servicios y derechos básicos garantizados.
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