Ayer el Gobierno de Córdoba inauguró la primera estación de servicio de agrocombustibles del país, ubicada en Sagrada Familia y Costanera de la ciudad capital, donde se expenderán combustibles derivados de productos vegetales, como soja y maíz.

El acto contó con la presencia del gobernador Juan Schiaretti, el ministro de Servicios Públicos, Fabián López; el viceintendente de Córdoba, Daniel Passerini; el presidente de Epec, Luis Giovine y el gerente general, Claudio Puertolas. Además, Schiaretti le agradeció al dueño de la firma "Mega Gas", Cristian Gazagne.

De esta manera, se da por inicada una fase importante del Plan de Promoción y Desarrollo para la Producción y Consumo de Biocombustibles y Bioenergía, para la utilización generalizada y masiva de éstos en el ámbito provincial, en el mayor nivel de mezcla posible con los combustibles fósiles, que fue aprobado en la Ley 10.721 por la Legislatura.

En consonancia con los planes del Gobierno, y en particular el Plan Director de Migración de Flota Pública (estipulado en la mencionada ley), a partir de ahora se incorporan vehículos de las flotas de los entes municipales COyS (Córdoba Obras y Servicios), BioCordoba y la empresa municipal TAMSE (Transporte Automotor Municipal Sociedad de Estado).

“Nuestra provincia tiene una enorme capacidad para generar biocombustibles, dado que es la principal productora a nivel nacional de sus materias primas: maíz y soja. En Córdoba producimos el 70% de bioetanol a base de maíz que se consume en el país”, expresaron desde las fuentes oficialistas.

A su vez, el expendio representa el "kilómetro cero" del Corredor de Movilidad Sostenible Biprovincial entre Córdoba y Santa Fe, que Perotti y Schiaretti acordaron llevar adelante este año, donde ubicarán estaciones de servicio de este tipo en las principales autopistas entre ambos distritos.

Tanto Córdoba como Santa Fe, son provincias cuyos gobiernos son socios directos de agro-empresas, aunque Hacemos Por Córdoba se presenta como paladín de ese modelo -también a nivel nacional- lo cual se vió el año pasado con el debate por la nueva Ley de Biocombustibles y el descontento por la reducción de los cortes de etanol que impulsó el Frente de Todos, en favor del sector petrolero (Vaca Muerta y el Gasoducto Néstor Kirchner).

Como muestra de la insistencia y la defensa del lobby agroindustrial en Córdoba, y el caso de Mega Gas, los cortes de agrocombustibles de maíz y soja superan los cortes obligatorios definidos por la Nación.

• E17: mezcla de 17% de BIOETANOL de calidad de exportación con 83% de Nafta G3 (Premium).
• B20: mezcla de 20% de BIODIESEL de calidad de exportación con 80% de Gasoil G3 (Premium).

La bandera del cambio climático

Uno de los argumentos más fuertes que tiene el Gobierno Provincial para impulsar este plan de transición de hidrocarburos hacia agrocombustibles, es “cuidar el cambio climático y el efecto invernadero”, ya que se supone que los últimos responden a una "economía verde", "circular" y "renovable", y no produce los mismos niveles de gases de efecto invernadero que los primeros.

Este medio ha sido insistente en que el argumento al menos podría evitarse como bandera -o propaganda- de política pública, ya que la matriz productiva y económica de la agroindustria tiene directo vínculo con el panorama local de desmonte, incendios y crisis hídrica que atraviesa la provincia. La propuesta del plan de transición no modifica ese panorama y por ende la lectura del "cuidado" climático figura abstracta, o como mero concepto.

Es decir, Córdoba no puede despegarse de ser productora del 70% del etanol a nivel nacional, sin la condición de ser una de las provincias con mayores índices de bosque nativo aniquilado y desastres ambientales naturales y no naturales. El caso de la etanolera ilegal Porta Hnos. ubicada en pleno barrio cordobés, produciendo degradación ambiental y enfermedades en la población, es una muestra a pequeña escala de esa situación.