Algunos hilos, reflexiones y conclusiones sobre la situación educativa que nos deja el 2020 en la provincia de Córdoba

El pasado jueves 26 de noviembre por la tarde, la Asamblea de Estudiantes de Ciencias de la Educación de la FFyH-UNC, realizó un conversatorio público llamado “¿Vínculos pedagógicos en contextos de virtualidad y desigualdad? De la contención a la acreditación en Córdoba”, con el fin de problematizar y abordar la realidad educativa en tiempos de pandemia y la “educación remota”. El mismo contó con la participación e intervención especial del Colectivo de Educadorxs desde el Sur, el Colectivo de Educación Inicial de Córdoba y docentes de primaria estudiantes de Ciencias de la Educación. Dicho conversatorio, ofreció un espacio donde les actores y actrices que estuvieron sosteniendo la educación en este contexto de precariedad, atravesado por las grandes desigualdades, pudieran ahondar y reflexionar críticamente sobre la práctica educativa en sí, y en este escenario tan particular y excepcional. En ese sentido, las últimas políticas educativas decretadas por el Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba, fueron objeto de observación y crítica colectiva. Por la Asamblea de Estudiantes de Ciencias de la Educación, FFyH, UNC para Enfant Terrible

El Estado provincial en sus discursos a lo largo de este año, deja entrever un supuesto de que todes les estudiantes y docentes pueden gestionar los modos de conectarse con “la escuela remota”, que les docentes pueden “ser creatives, líderes en la gestión de medios y modos, para “acercar lo remoto”. De algún modo, estas nociones capturan las fuerzas vitales que sostienen las tramas institucionales en diversas escuelas, cooptando “los otros modos de hacer escuela” durante la pandemia. La insistencia desde el Ministerio de Educación por completar planillas, dar cuenta de todo lo que se hizo y hace en las escuelas, seleccionar contenidos prioritarios y acercarlos a las supervisiones, entre otros pedidos sobre la hora, sin dar tiempo-espacio para que “se pueda digerir” en las escuelas y dar contrarespuestas, pretende impedir la emergencia de otras formas de dar una continuidad a los vínculos pedagógicos que se sostuvieron durante todo el 2020. 

Les anfitriones del conversatorio, resaltaron la importancia del encuentro entre distintos espacios para poder intercambiar lecturas, reflexiones y esbozar posibles acciones y actividades en conjunto, para hacer frente colectivamente a los discursos, decisiones y políticas públicas educativas con un carácter cada vez más tecnocrático, y así, apostar por una perspectiva educativa pensada colectivamente por les trabajadorxs de la educación imbricades en la práctica pedagógica concreta y situada. En esta nota y a modo de síntesis, nuestra intención es recuperar algunos fragmentos de las voces de les participantes que nos parecen cruciales para seguir abriendo sentidos y construir nuevas preguntas sobre nuestro quehacer educativo en estos tiempos. 

Foto: Ciencias de la Educación (Facebook)

“La docencia como productora de conocimiento. Lo indisociable de lo sindical y lo pedagógico”

El Colectivo de Educadorxs desde el Sur con amplia trayectoria, a lo largo de este año han realizado diversas actividades en formatos de conversatorios, diálogos virtuales con referentes educativos. También pudieron dar continuidad al programa radial colectivo “Radiando Escuelas” que dieron inicio en el 2018. Todas sus acciones apuntan a tejer redes con y entre otros colectivos. “Apostamos a la comunicación y al tejido de redes desde otro lado. Es un programa que consta de diferentes entrevistas a diversos educadorxs en distintos contextos pedagógicos  y en relación al contexto latinoamericano y cómo afecta a la educación.” (Mariana Fernandez)

Sandra Lario, docente de nivel secundario e integrante del Colectivo de Educadorxs desde el Sur, remarcó que no podemos pensar lo pedagógico y lo sindical de forma escindida, sino en articulación. “Pensar otro sindicato, otra escuela y de ahí a transformaciones sociales amplias. Esa es la perspectiva de trabajo que tenemos en el colectivo. Nuestra línea se asume crítica, anticapitalista, descolonizadora y antipatriarcal”, sostuvo la docente. En ese sentido, “pensarnos los y las docentes como productores de conocimiento, que tenemos un saber que muchas veces se intenta descalificar bajo distintos mecanismos. Tenemos un saber, y tenemos que ser protagonistas en las formas de producir el conocimiento y de pensar cómo y con quienes queremos abordarlo en la comunidad educativa” indicó.

Continuaba, “Una de las preocupaciones que tenemos tiene que ver con cómo nos pensamos las y los docentes en este momento en las relaciones laborales. Creemos que no se pueden separar todas estas problemáticas que se vienen desarrollando desde lo pedagógico sin perspectiva sindical. Venimos sufriendo muchos ataques a nuestros derechos laborales que creemos que tiene que ver con el sistema capitalista de este tiempo.  Que tiene reformas que hemos sufrido. Tenemos grandes críticas a la conducción gremial. La apuesta nuestra tiene que ver con democratizar los espacios de decisión y de trabajo de les docentes, y ahí poder tomar decisiones que inciden en la realidad educativa” precisó Sandra.

Pamela Reisin, docente también integrante del Colectivo, comentó la importancia en este momento de pensar cómo va a ser la vuelta a clases presenciales cuando sea posible. “Nos preguntamos cómo pensar esa vuelta a clases y a qué escuela queremos volver. ¿Cómo responder estas preguntas? A las respuestas las tenemos que construir entre todes e intentar que la docencia tenga un lugar protagónico en el proceso de vuelta a las escuelas. Esas respuestas no pueden ser verticalistas. Tenemos que juntar las docencias con las familias y estudiantes, atendiendo a la diversidad, singularidad y desigualdad de nuestro sistema educativo” sostuvo.

Por último, Mariana Fernández también integrante del Colectivo, en relación a la última iniciativa del Ministerio de Educación de Córdoba para articular con el COE con el objetivo de re-vincular a aquelles estudiantes “des-vinculades”, expresó que: “son medidas que saben a poco, (...) porque si no hubo vinculación es porque realmente no se garantizaron las condiciones para que haya algún tipo de vinculación o algún tipo de escuela” concluyó.

“Construir desde la esperanza, enlazada con la lucha y la reflexión crítica”

El Colectivo de Educación Inicial, con una histórica trayectoria y resonancia en el campo educativo cordobés, durante este año han realizado diversas intervenciones y acciones colectivas, como los “Diálogos desde las ventanas en la periferia”, espacios virtuales de conversatorio sobre diferentes temáticas educativas y con distintos referentes pedagógicos, y la participación especial en el reciente libro publicado “Maestras Argentinas. Entre mandatos y transgresiones”.

Foto: Ciencias de la Educación (Facebook)

Florencia Rivero, docente integrante del Colectivo de Educación Inicial fundado hace más de 25 años al calor de las luchas contra las políticas neoliberales de privatización, mercantilización y descentralización del sistema educativo en los ´90, nos expresó que: “(...) En este contexto de pandemia, hemos tratado de mantener a la escuela como igualadora de oportunidades, sabiendo que hoy no podemos desplegarla en su materialidad en el encuentro cotidiano que se produce en cada sala de jardin inicial. Pero aún así, confiamos en la construcción de puentes en esta nueva manera que tenemos de transitar la escuela”.

En ese sentido, continuó: “la novedad del COVID-19 desata lo inédito y profundiza lo que ya estaba sucediendo: la exclusión de quienes más sufren, la soledad de les excluides, la desesperación, la insatisfacción, el desasosiego, el adultocentrismo con el que construimos las relaciones con les niñes, la invisibilización de las niñeces, las condiciones críticas materiales y simbólicas del trabajo pedagógico, la falta de acceso a las nuevas tecnologías y los escasos recursos en educación”.

Por su parte, Macarena Valdivia también integrante del Colectivo nos llamó a “tejer una trama que dé cuenta de las búsquedas, de los interrogantes, las preguntas, los aciertos y errores, las construcciones colectivas del conjunto de educadoras y educadores que son puentes para que el encuentro pedagógico sea transitado con amorosidad (…) una trama de cuidados, de enseñanza, de juego, de lenguajes expresivos en el marco del derecho social a la educación desde la cuna”.

Por su lado, Gabriela Vacchiani expresó que: “Tuvimos que revisar qué implica enseñar en el medio de una pandemia y entre pantallas, cuáles van a ser los dispositivos para el encuentro y la continuidad de los vínculos pedagógicos”. También Eugenia Gallardo profundizó diciendo que: “Además, debemos respetar a los niños y las niñas como sujetos de derecho. Hablar de su autonomía y explicitar las modalidades de acompañamiento. Pero para que esto suceda, tenemos que construir una mayor horizontalidad, desarmando posiciones adultocentristas, pensando críticamente las tensiones entre autonomía y protección. Tal vez nos ayude a pensar la infancia en diálogo entre cuidado y libertad, para poder entenderla no como una etapa de la vida, sino como una cierta intensidad en las formas de estar en este mundo. La infancia también como un tono de rebeldía” concluyó.

En este sentido, Luciana Musacchio, expresaba: “Consideramos a la desobediencia como un acto creativo, como una puerta abierta a la imaginación y a acciones posibles y necesarias en la realidad singular de esta comunidad educativa en la que interactuamos. Pensar la desobediencia como camino para volver sobre la autonomía crítica de nosotras las docentes, pensarnos como docentes con preocupaciones de este tiempo, reales, con decisiones colectivas que nos hagan reflexionar, conocer, actuar. Intentar dejar este individualismo que nos han inculcado, la pasividad frente a luchas colectivas… interrumpir e irrumpir en la creación de algo nuevo, pensar en nuevos formatos escolares, por qué no. Dejar los formatos escolares obsoletos y las rutinas, las rutinizaciones esas que no tienen sentido, desobedecer también para nosotras es una oportunidad de transformación, llegar a propuestas basadas en saberes construidos desde la práctica y en la reflexión crítica y colectiva, junto a las certezas y preguntas que nos hagan mover… Certezas como que sabemos que todes les niñes pueden aprender, que todes saben algo”.

Por último, el Colectivo de Educación Inicial cerró con la idea de que: “Es un tiempo para poder interpelar nuestro lugar de docentes como “meros aplicadores” de contenido, propuestas que nos bajan desde lugares en que no hemos participado… Queremos dejar en claro, que el Ministerio de Educación de Córdoba, da directivas generales en materia de evaluación y en este llamado “proceso formativo” sin orientar y acompañar los procesos de construcción en cada institución y en cada docente, y luego simplemente, controla lo que se hizo. Frente a esto defendemos la autonomía, que no sean bajadas verticalistas de lo que se tiene que hacer, exigimos acompañamiento y no control”. 

“Desprendimiento de fin de año: lo que va quedando del andar”

La Asamblea de Estudiantes de Ciencias de la Educación, también se hizo presente en el conversatorio, a través de las voces de dos compañeras, estudiantes del ciclo de Licenciatura de la carrera y docentes de la Unidad Pedagógica de nivel primario. Diana Quinteros se desempeña en una escuela de gestión pública, mientras que, Ayelén La Torre, trabaja en una escuela de gestión privada.

Ambas nos compartieron un glosario de las palabras que resuenan en los “pasillos de la virtualidad” del trabajo docente en Córdoba. Partieron de realizar una distinción en relación a la idea de “remota”, adjetivo que acompaña a “educación” en la provincia. Siguiendo la definición de la misma, algo remoto es algo muy lejano o muy apartado en el tiempo o el espacio. Fuera de nuestra vista o alcance. Paradoja que se presenta en relación a la plataforma digital que propuso el gobierno: “tu escuela en casa”. Este juego de distancias y cercanías, se evidencian también en las nociones de “vinculados e intermitentes”, “aprendizajes logrados y pendientes”, binomios todos que asumen la generalización de las experiencias educativas en la provincia, desconociendo las desigualdades existentes.

Foto: Ciencias de la Educación (Facebook)

Las compañeras docentes se situaron luego en la evaluación formativa, instancia que para Diana no se dá como tal ya que “desconoce la conversación que requiere una mirada formativa” a lo que Ayelén complementó con que “se nos pide que evaluemos en base a evidencias que no siempre dan cuenta de la cantidad de decisiones, pensamientos, modos de aprender que tienen nuestros estudiantes”. Para Diana, lo que aquí existe es una visión purista de la evidencia de aprendizaje, como lectura lineal de que con tener sólo la evidencia el estudiante aprendió. En este sentido, Ayelén aseguró que “el gobierno necesita evaluar a nivel de sistema, pero en eso, cayó en la trampa (no ingenua) de que existe una linealidad entre enseñar - aprender y evaluar”.

En este sentido nos invitaron a preguntarnos: ¿Qué se entiende por aprendizaje logrado o en proceso desde los distintos memos que manda el gobierno? ¿En dónde queda allí contemplada la experiencia con los saberes que se pusieron en juego, además de los contenidos de la currícula? ¿Dónde quedaron las capacitaciones a docentes de Tonucci, por ejemplo, que instaba a un “laboratorio en casa”?, a trabajar desde los saberes que circulan en los hogares, cuando no sabemos cómo están viviendo esas familias, ante la exigencia de establecer un vínculo responsable y afectivo nos seguimos preguntando: ¿Cómo vamos a trabajar con estas resoluciones si no estamos de acuerdo?

Ambas compañeras, nos invitaron a pensar en las fragilidades de este tiempo y al espacio que se les dio a las mismas para ser pensadas y vincularnos desde ellas como docentes, con lxs estudiantes, con las familias, juntxs.

A lo largo del conversatorio se dejaron manifiestas todas estas inquietudes en relación a las resoluciones ministeriales que desde el tecnicismo embargan los aprendizajes, los cuantifican con alevosía a sabiendas de que, lo que pasa en las escuelas, y sobre todo los saberes que en ella circulan, son difícilmente medibles, y más aún cuando la pandemia nos interpela con un distanciamiento social al que educadorxs y educandxs jamás nos acostumbraremos. Desde la inquietud y el interrogante nace el deseo de transformación, desde los encuentros y la construcción colectiva se hacen posibles en clave de Derechos y con perspectivas amplias y diversas. Apostamos decididamente a la organización desde las bases para difundir, comunicar, invitar y discutir abiertamente en relación a la educación que queremos como práctica política. Por eso llamamos (y adherimos) a construir espacios-tiempos que permitan a los diferentes sectores educativos encontrarnos, escucharnos para fortalecer y sostener las redes que se tejen y construyen desde las bases.

Somos el equipo de redacción de Enfant Terrible: el resultado de millones de años de evolución aglutinados en este irreverente existir.

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